El lenguaje corporal de Marie-Chantal Miller y Pablo de Grecia: el análisis de sus gestos

Tras la muerte de Constantino, Pablo de Grecia se ha convertido en jefe de la Casa Real griega, algo que lleva con orgullo, aunque prefiere definirse a sí mismo como “cabeza de familia”. Así es como se define en la entrevista concedida en exclusiva a la revista ‘Point de Vue’, donde, además de confirmar su intención de pasar más tiempo viviendo en Grecia, también ha tenido unas bellas palabras para su mujer, Marie-Chantal.

Casados desde 1995, Pablo la califica como una “mujer maravillosa que crio a los hijos más fabulosos”. La pareja siempre se ha mostrado sólida, unida y compenetrada, comparten valores y también un modo de ver el mundo, un equilibrio entre tradición y modernidad que aplican también a su familia.

“Nuestro sistema consiste en mantener los valores importantes, dejar entrar las nuevas ideas y, por supuesto, inspirarnos unos a otros. A nuestros cinco hijos les encantan las nuevas tecnologías y nos enseñan en muchos puntos. Al final formamos un buen equipo: nosotros, inculcándoles un poco de tradición, y ellos, haciéndonos progresar”.

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Algunas de las últimas imágenes en las que se ha podido ver a la pareja no eran las más agradables, pues recogían el funeral por la muerte de Constantino, un momento complicado para Pablo de Grecia, que se hizo más llevadero gracias al calor de la gente y también al apoyo de su familia. Por supuesto, la presencia de su mujer fue también clave, siempre a su lado, pendiente de lo que pudiera necesitar.

En general, la pareja siempre que puede se muestra cercana y no duda en posar para los fotógrafos que capturan el momento. Estas situaciones también se alejan un poco de otras más privadas, donde pueden dejarse ver sin tener tantas miradas puestas en ellos, pero hay detalles que no pueden evitar y tampoco parece que quieran hacerlo. De hecho, esto se puede apreciar en la propia imagen que la revista emplea para acompañar la entrevista.

La pareja se muestra natural y cómplice, posan muy juntos, apoyándose el uno en el otro y se puede ver cómo ella recuesta la cabeza en el hombro de él, una metáfora de que Pablo es su mejor apoyo. Esta conexión y cercanía que en esta ocasión han querido potenciar para el fotógrafo no dista demasiado de la que muestran en su día a día, donde es raro que entre ellos no exista una conexión física que evidencia su conexión emocional.

Cada persona es diferente y tiene sus propios ritmos, por eso no es sencillo caminar a la par, algo que esta pareja consigue casi siempre. Un equipo de investigadores de la Universidad Seattle Pacific llegó a la conclusión de que las mujeres no cambian su ritmo al caminar, por lo que es su pareja masculina quien tendrá que modificarlo en caso de querer andar juntos.

Esto hace que muchos hombres tengan que reducir la velocidad de sus pasos y, teniendo en cuenta la diferencia de altura entre Marie-Chantal y Pablo, no es raro que él haya tenido que aprender a caminar más despacio, pues siempre que se dejan ver, caminan en paralelo.

El contacto físico es necesario para el ser humano; de hecho, un abrazo hace que segreguemos endorfinas, que alivian el dolor y se relacionan con el bienestar emocional. Por eso solemos buscar el roce con nuestros seres queridos porque “desde el punto de vista psicológico, ayuda a una correcta regulación emocional, disminuye la sensación de soledad, puede reducir síntomas de ansiedad y depresión, aumentar la sensación de pertenencia al grupo”, explican desde Psicólogos Retiro.

Marie-Chantal y Pablo parecen haber tomado nota porque no solo posan siempre juntos, muy juntos, sino que también es habitual que entre ellos exista algún punto de contacto físico. Ya sean sus brazos juntos o una mano en la cintura (lo que suele asociarse con un gesto de posesión se puede ver en este caso por parte de ambos), es habitual verles cogidos del brazo o cogerse de las manos como muestra de cariño y también como apoyo.

En general, suelen ser el centro de todas las miradas, por lo que este contacto podría ayudarles a relajarse y reducir los niveles de estrés que este tipo de situaciones pueden provocar. Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) demostró que este contacto físico produce un doble efecto, la bajada de cortisol (hormona del estrés) y la subida de oxitocina (también con efecto antiestrés).

Esta pareja suele cogerse de la mano sin llegar a entrelazar los dedos, lo que suele asociarse con un deseo de protección y guía. La mano que queda por encima, en su caso, suele ser la de Pablo de Grecia, algo usual en los hombres, pues acostumbra a corresponder a quien tiene un papel más dominante, así como la otra persona estaría encantada de que este tomara la iniciativa; sin embargo, esto entra más en el terrero de la suposición.

Cercanos y cariñosos, no es raro que en los actos más oficiales opten por mostrarse más discretos, aunque se les puede ver inclinándose uno hacia el otro cuando posan un poco más separados de lo que les gustaría, siempre buscándose y manteniendo esa cercanía que ambos parecen anhelar, ya sea de una manera consciente o inconsciente.