El príncipe Guillermo, Carlos III y la casa de la discordia que ha generado tensión

Cuando la reina Isabel II murió, el príncipe Guillermo asumió el Ducado de Cornualles, valorado en más de mil millones de euros y que abarca unos 205 kilómetros cuadrados en el Reino Unido y 23 países más.

El hijo de Carlos III se convirtió en el 25º duque de Cornualle asegurando que "mi padre dejó una huella indeleble en el ducado" y añadiendo que "estoy deseando continuar su labor, así como explorar nuevas oportunidades para marcar la diferencia".

TE PUEDE INTERESAR

La reina Camila rechaza cobrar un sueldo público de 360.000 libras

Bruno Mulero

Lo que no imaginaba Carlos III es que esa diferencia que deseaba marcar su hijo le afectaría directamente a él. Según informa 'Daily Mail', el hermano del príncipe Harry le ha dicho a su padre que tendrá que pagar para quedarse como huésped en su amada casa de vacaciones situada en Gales y que deberá sacar todas sus pertenencias de la propiedad.

Una fuente de Palacio ha revelado al medio británico que Carlos III está "molesto" después de que Guillermo le planteara esto y le hiciera saber que planea alquilar la pintoresca casa de campo que Carlos III compró por 1,4 millones de euros en 2007 y que restauró con mucho mimo.

La propiedad, Llwynywermod, en las afueras del Parque Nacional de Brecon Beacons, fue comprada por el ahora rey a través del Ducado de Cornualles. Carlos III ha pasado una o dos semanas en Llwynywermod cada verano, pero según se afirma en 'Daily Mail', Guillermo no ha renovado el contrato de arrendamiento de su padre.

Después de septiembre, la propiedad estará disponible para ser alquilada como casa de vacaciones para turistas, algo que, según la fuente consultada por el mencionado medio, ha provocado una gran "decepción" en el rey, entre otras cosas porque el suegro de Kate Middleton deberá sacar sus pertenencias y efectos personales.

La casa posee tres habitaciones e incluye un granero adjunto a la casa principal, la cual fue restaurada con técnicas tradicionales. Para ello, Carlos III contó con la ayuda del arquitecto Craig Hamilton.

Los interiores fueron realizados por la hermana de la reina Camila, Annabel Elliot, en un estilo rústico. El rey, la reina y Elliot invirtieron mucho tiempo y energía en esta renovación.

Tal es la afinidad de Carlos III por el lugar que acordó continuar pagando el mantenimiento de la propiedad una vez que el ducado fue traspasado a su hijo Guillermo.

La decisión del príncipe de Gales es que Carlos pueda seguir disfrutando de sus vacaciones en esta casa, pero pagando un alquiler. El resto del año será alquilada a turistas.