Juan Carlos I y la infanta Elena ya están en la isla de Wight para el Mundial de vela

El verano marítimo de Juan Carlos I sigue su curso con viento de popa y, tras su paso por las regatas de Sanxenxo a finales del pasado mes de julio, ahora se ha desplazado hasta las aguas británicas de la isla de Wight, donde en unos días arrancará la disputa del Mundial de vela. El emérito está dispuesto de nuevo a cosechar éxitos como el que consiguió en la competición gallega, donde el equipo que capitaneaba su amigo Pedro Campos a bordo del Bribón 500 se hizo con la regata XXIV Trofeo Hotel Carlos I Silgar. En la entrega de premios se mostraba sonriente y se declaraba "muy contento" por la victoria, mientras la infanta Elena lograba la segunda posición a bordo del Alibabá II.

El exiliado monarca aspira ahora a ganar por tercera vez el título de la clase 6m, aunque hasta el domingo no se confirmará su participación en esta categoría, porque es ese día cuando se comunicará oficialmente la composición de las tripulaciones. Las regatas se desarrollarán del 4 al 9 de septiembre y en ellas participarán una veintena de veleros de nueve nacionalidades.

Como ya anunciara en su día Vanitatis, don Juan Carlos pasará su estancia en Cowes, la capital de la isla, y está previsto que se aloje en casa de uno de los principales organizadores de la regata, amigo suyo desde hace décadas.

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Juan Carlos I conoce de sobra esta isla, la más grande de Inglaterra con sus 348 km y que está situada en la costa sur frente a la ciudad de Southampton. Ya en los años cincuenta y sesenta la visitó en numerosas ocasiones junto a su padre, el conde de Barcelona. Junto a él durante su estancia en un rincón de Gran Bretaña ligado a la historia de los Borbones ya que su abuela, su bisabuela y su tatarabuela británicas se criaron allí, estará de nuevo su hija la infanta Elena.

La hija mayor del emérito ya ha sido vista paseando por la isla para apoyar a su padre antes de que dieran comienzo los entrenamientos. Cabe destacar que se trata de la segunda vez que ambos coinciden en el espacio de pocos días, ya que recientemente las infantas Elena y Cristina y dos de sus hijos, Irene y Miguel Urdangarin, pasaron junto al monarca unos días en Abu Dabi. La visita no ha sido muy larga porque las hermanas de Felipe VI tuvieron que encajarla en sus vacaciones, que han pasado en distintos puntos del país.

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El Mundial que se va a a celebrar en la localidad de Cowes, al norte de la isla, es el tercero en el que participa el padre de Felipe VI, después de lograr el título en la categoría de clásicos en los disputados en 2017 en Vancouver (Canadá) y, dos años después, en Hanko (Finlandia). El último campeonato se celebró en Sanxenxo en junio de 2022, en el que el Bribón quedó segundo y en el que Juan Carlos I decidió no participar.

Aquella competición tuvo lugar un mes después de que el Rey emérito protagonizara su primera visita a España desde su marcha a Abu Dabi en agosto de 2020, que causó malestar en el Gobierno y en la Casa del Rey por la gran expectación mediática que la rodeó. Desde entonces, el esposo de la reina Sofía ha adoptado una mayor discreción en sus visitas a España.

A cuatro meses de cumplir 86 años y con problemas de movilidad por el mal estado de sus articulaciones, don Juan Carlos se ha preparado físicamente en su residencia de los Emiratos Árabes Unidos para poder competir en las mejores condiciones y, según informa la agencia EFE, en los últimos meses ha adelgazado 20 kilos.