La razón por la que Juan Carlos I vuelve a exhibir su fiesta en Abu Dabi y "llora en silencio" la ausencia de Felipe VI
El emérito manda de nuevo fotografías de su fiestón a una revista, y su biógrafa se muestra crítica: "No puede pasar la Navidad en familia, en su tierra, en su hogar"
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Se dice que es importante leer entre líneas, aunque en este caso no será necesario. Tan sólo con leer sabemos qué es lo que piensa, siente y dice el rey Juan Carlos sobre su actual situación. La revista ‘¡Hola!’ ha publicado este miércoles un extenso reportaje de la fiesta del 87 cumpleaños del rey emérito, unas fotografías en las que los protagonistas son don Juan Carlos y sus hijas y nietos, y un texto en el que se aclara cualquier duda.
Lo escribe Laurence Debray, la biógrafa de don Juan Carlos, aunque en este caso la podríamos llamar directamente su traductora, porque pone negro sobre blanco lo que muchos se preguntan.
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Él habla y ella le pone forma en texto escrito. “Le encantaría poder ir más a menudo a Madrid para ver a su familia (...) pero tener que dormir en un hotel, como turista de paso, le resulta doloroso. No quiere, bajo ningún concepto, interferir en la vida de su hijo ni en el buen funcionamiento de la Corona. El precio a pagar es alto. Él, que defendió los intereses de España durante toda la vida y reinó sobre un país que lleva en el corazón, no puede pasar la Navidad en familia, en su tierra, en su hogar. Pero no se deja vencer por la amargura”.
Los motivos
En estas frases que podrían parecer inocuas está todo bien contado. Y por si falta alguna pista, aquí se lo ampliamos al detalle, que no queden cabos sueltos. Según ha podido saber Vanitatis a través de diversas fuentes solventes, don Juan Carlos dio por hecho que este año podría pasar algunos días de Navidades en Madrid, porque consideraba que había sido 'obediente’ durante 2024 y que no había dado nada de qué hablar con sus visitas discretas a España.
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Lo dijo a todo su entorno: que viajaría a España en las vacaciones, y hubo hasta algún medio que lo dio por hecho y lo publicó. Pero la respuesta de Palacio se hizo esperar. Tanto, que los nervios cundieron en la familia del Rey, que no la Familia Real. Es decir, don Juan Carlos y sus hijas, las infantas Elena y Cristina, su apoyo incondicional, empezaron a dudar de que ese viaje pudiera producirse. Y menos en los términos que le hubieran gustado al emérito
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Se dieron cuenta de que si todo salía bien, a lo máximo que podía aspirar don Juan Carlos era a pasar la Nochebuena en su exhogar, y después de cenar y estar en Zarzuela hasta la madrugada, el que fuera monarca español tendría que abandonar el palacio para dormir en un hotel.
Las hijas, el motor
La realidad, tozuda como sabemos todos, se expresó con toda su crueldad y el ilusionante viaje desapareció de las agendas. No se canceló porque una de las partes no lo había dado nunca por bueno. Así que don Juan Carlos se sintió abatido, algo que sus hijas no iban a permitir. Sin ningún tipo de ánimo de venganza o mala idea, como muchos puedan pensar, sino con el amor y respeto que sienten por su padre.
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El fiestón por su cumpleaños no estaba planeado así. Iban a estar las hijas con los nietos y algún amigo, nada más. Pero doña Elena y doña Cristina quisieron que su padre recordara que todavía es un personaje querido. Y qué mejor que demostrárselo organizando una fiesta a lo grande, con casi toda familia y muchos amigos, por su cumpleaños.
Dicho y hecho. Las fotos aquí son más que explicativas. No había grandes nombres sino los de siempre: amigos de don Juan Carlos que se han mantenido a su lado contra viento y marea. Poco Ibex y mucha fidelidad.
Se repetirá
Ante el éxito de la convocatoria y siendo más conscientes que nunca de que el rey Juan Carlos no podrá ni dormir en Zarzuela ni pasar las Navidades en España -no, si todo sigue como está- todos se han emplazado al año que viene. Porque pretenden repetir el fiestón siempre que el cuerpo aguante.
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En las fotografías podemos ver cómo los nietos del emérito dan cariño constante a su abuelo, al que abrazan y dan caricias con mimo. Son fotografías súmamente amables que contrastan con un texto de una dureza inusual. Debray habla de “un gran ausente, el rey Felipe, cuya falta su padre lamenta en silencio”. Y para terminar, sin cortapisas, concluye que la fiesta sirvió para “celebrar la vida y la amistad a pesar de los reveses del destino. Durante un fin de semana don Juan Carlos dejó de ser ese hombre retirado, apartado de sus raíces y del afecto de los suyos”.
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No hay detalle que la francesa se deje en el tintero y hay que destacar que todo lo que dice lo dice por indicación o al menos con el permiso del rey expatriado. Por eso sorprende que las últimas frases sean tan contundentes: “Incluso a 5.000 kilómetros de su reina, sigue llevando España en el corazón. Eso nadie se lo podrá arrebatar”.
Se dice que es importante leer entre líneas, aunque en este caso no será necesario. Tan sólo con leer sabemos qué es lo que piensa, siente y dice el rey Juan Carlos sobre su actual situación. La revista ‘¡Hola!’ ha publicado este miércoles un extenso reportaje de la fiesta del 87 cumpleaños del rey emérito, unas fotografías en las que los protagonistas son don Juan Carlos y sus hijas y nietos, y un texto en el que se aclara cualquier duda.