El cambio de estilo de Matilde de Bélgica para lucir un 'ao dai', el vestido tradicional de Vietnam, con bordados y cuello mao

No es nada habitual que, durante una visita de Estado, una reina lleve dos looks radicalmente opuestos en la misma mañana. Pero es lo que ha hecho Matilde de Bélgica, cambiando su estilo habitual para lucir un Ao Dai, el vestido tradicional de Vietnam, con bordados y cuello mao, durante una de las actividades programadas en el país asiático.

Aunque los reyes de los belgas aterrizaban el domingo por la noche, las actividades oficiales no han empezado hasta este martes, con la protocolaria bienvenida oficial y después una cita más informal de Felipe y Matilde, que es cuando hemos visto a la reina ese vestido oriental, alineándose con la estética tradicional del país.

Así, la mañana comenzaba en el palacio presidencial, donde los reyes belgas eran recibidos por el presidente vietnamita, Luong Cuong, y su esposa, Nguyễn Thị Minh Nguyệt. Un recibimiento oficial en el que Matilde llamaba la atención por el color escogido, un vibrante mostaza, aunque sin muchas sorpresas, puesto que apostaba por Natan, su diseñador de cabecera y un vestido rescatado.

Porque hablamos del mismo que lució en las celebraciones del Día Nacional de Bélgica de 2022, una jornada en la que normalmente las damas reales aprovechan para lucir colores vivos y acordes con la fiesta. Lo combinaba con los mismos accesorios que entonces, con pendientes y un enorme broche con motivos vegetales, y clutch, zapatos y guantes en camel. Solo cambiaba el sombrero, tipo pamela, escogiendo uno de rafia firmado por Fabienne Delvigne, una de sus favoritas.

El hecho de elegir un color de la gama de los amarillos y que el domingo aterrizara con un total look rojo ha hecho pensar a los periodistas belgas desplazados al país asiático que su elección no ha sido fruto de la casualidad, ya que ambos coinciden con los de la bandera de Vietnam, por lo que lo han considerado un guiño evidente a sus anfitriones, algo muy normal en las royals.

Tocaban entonces agendas por separado y las dos mujeres, reina y primera dama, se dirigían a una zona del palacio presidencial, denominada Ho Chi Minh's Stil House, donde vivió el afamado líder vietnamita. Rodeada de jardines y con un estanque, los organizadores no encontraron ninguna actividad más útil para las dos mujeres que alimentar a los peces Koi que viven en ese lugar. Eso sí, son peces que se consideran sagrados y que se asocian a la perseverancia y la determinación.

Y tocaban de nuevo actos por separado, aunque en este caso de los reyes Felipe y Matilde solos, haciendo una pausa en la agenda -programada, claro está- en una taberna vietnamita, donde han tenido ocasión de probar el café de huevo, una bebida tradicional compuesta de café tipo robusta, yemas de huevo, azúcar y leche condensada.

Un escenario en el que Matilde de Bélgica no podía y no quería lucir el diseño color mostaza de Natan, por lo que se cambiaba previamente para enfundarse en un vestido tradicional en color añil, con delicados bordados en blanco, tanto en el cuello como en la parte inferior. Estos Ao Dai tienen aberturas laterales que llegan hasta la cadera, por lo que la belga ha optado por lucir debajo unos pantalones en color beige.

También hemos visto que ha apostado por otras joyas, ya que ha prescindido del llamativo broche y los pendientes dorados con motivos vegetales para colocarse unas perlas, sencillas pero de tamaño considerable, en línea con los bordados del vestido.

Un cambio de look radical y un tanto arriesgado, pero que Matilde ha sabido defender muy bien, en consonancia con las costumbres y cultura de Vietnam, destino que supone la primera visita de Estado que hace la pareja real al extranjero en este 2025.