Emma Watson : la pequeña Hermione Granger que se convirtió en icono

Una sola frase fue suficiente para que conquistara a millones de espectadores a lo largo de todo el mundo. “Es leviosa, no leviosá” repetía Emma Watson, que entonces tenía 10 años, metida en la piel de Hermione Granger. La mejor (y más inteligente) amiga de Harry Potter debutó en la película que la hizo mundialmente famosa: ‘Harry Potter y la piedra filosofal’ en 2001, convirtiéndose en una de las coprotagonistas más relevantes de la ficción de J. K. Rowling, pero también de la historia del cine.

No es de extrañar, teniendo en cuenta que este papel de niña perspicaz, curiosa, algo insegura, con claras convicciones feministas y de apariencia fría, pero dispuesta a darlo todo por sus amigos, no era algo habitual en el momento que se estrenó la cinta. “Quería que fuera un espejo en el que las chicas pudieran mirarse. Por eso durante toda la historia debe lidiar con problemas como el desamor o el rechazo que supone que no oculte su inteligencia ni cambie su actitud para gustar a los demás”, decía la autora sobre Hermione, poco antes de que el universo de Harry Potter pasara a ser el boom que continúa siendo.

Lo que nadie sospechaba, en aquel momento, es que Emma Watson crecería de manera paralela a su icónico personaje no solo en el ámbito profesional, sino también en lo que respecta a su personalidad. Hija de los abogados británicos Jacqueline Luesby y Chris Watson, Emma Watson nació en París el 15 de abril de 1990, pero con cinco años, tras el divorcio de sus padres, se trasladó a Inglaterra, junto a su madre y su hermano pequeño, Alex. Fue allí donde comenzó a interesarse por la interpretación y pronto empezó a tomar clases de danza, canto y teatro, participando en varias obras infantiles.

Su sueño se hizo realidad cuando cumplió los nueve años y de un casting al que se apuntaron cientos de niños en su colegio, fue seleccionada para formar parte de la que sería una de las adaptaciones literarias más famosas del cine: la de Harry Potter. A partir de ese momento, la actriz creció ante la mirada de todos los fans de este mundo mágico, pero lo que no muchos saben es que, pese a las cifras de récord que conseguía cada película en taquilla tras su estreno, Emma se pensó mucho el hecho de aparecer en las dos últimas de la saga, pensando en cómo sería su futuro profesional. No en vano, lo tuvo claro: nunca dejaría a Hermione.

Así, en 2008 terminó el rodaje de la última entrega y la intérprete se despidió de quien, durante muchos años, fue su alter ego. Eso sí, su tiempo en Hogwarts le brindó muchas cosas. No solo una sólida carrera en el mundo de la interpretación, sino también grandes amigos como Daniel Radcliffe (Harry Potter) y Rupert Grint (Ron Weasley). Junto a ellos y el resto de niños que formaban el reparto, dio clases con profesores particulares mientras tenía lugar el rodaje, pero fue de lejos quien mejor supo redirigir su carrera cuando 'Harry Potter' acabó.

La actriz demostró que, como a Hermione, los estudios no se le daban nada mal porque, en 2008 decidió tomarse un descanso en el ámbito de la interpretación; se matriculó en la universidad de Brown y se graduó en Literatura: la poesía siempre había sido una de sus grandes pasiones. “En la universidad me siento cómoda, aunque, una vez más, cuesta ser una misma cuando te están observando. Pensaba que pasaría más desapercibida”, declaraba por aquel entonces la joven.

Su regreso al mundo del espectáculo vino de la mano del cine indie por el que Emma decidió apostar. 'The Bling Ring', 'Las ventajas de ser un marginado' o 'Regresión' de Alejandro Amenábar fueron algunos de los títulos que protagonizó. Fue en 2015, cuando volvería al cine comercial con algo que siempre había manifestado querer hacer: una película musical. Así, acabó encarnando a una princesa Disney en el remake en 'live action' de 'La bella y la bestia' de 2017.

De nuevo, se convirtió en referente de numerosas niñas alrededor del mundo, interpretando, de manera brillante, a una princesa que, según sus propias palabras "no quiere ser princesa" y demuestra ser, más bien una heroína que, gracias a su talento y curiosidad, consigue anteponerse a todos los obstáculos que se le presentan. Esto, desde luego, supieron apreciarlo los espectadores, ya que la consagraron como la segunda película con más éxito en taquilla de ese año, con una recaudación de 1.260.998.471 dólares.

Llegados a este punto, hay que destacar que la fortuna de Emma Watson según datos de distintos medios estadounidenses, se calculaba en 32 millones de dólares, antes de las dos últimas entregas de 'Harry Potter'. Tras ellas, su fortuna ascendió a los 60 millones y con el triunfo de 'La bella y la bestia' y tantos otros proyectos en los que participó, se estima en 80 millones. A todo esto, hay que sumarle su incursión en la industria de la moda y la belleza.

La actriz ha ido refinando su estilo a medida que ha pasado por distintas alfombras rojas y esto le ha hecho ganarse el título de 'mejor vestida' en numerosos eventos. Así, es un gran referente estilístico y ha firmado contratos como embajadora de marcas como Burberry o Lancôme. Sin embargo, entre sus hitos más importantes en la industria textil, se encuentra su compromiso con el medio ambiente que, además de llevarle a colaborar con distintas firmas sostenibles, le convirtió, hace dos años en miembro de la junta directiva de Kering (el grupo empresarial que reúne a marcas como Gucci e Yves Saint Laurent), como presidenta del comité de sostenibilidad.

Más allá de la moda, cuenta con muchas otras aficiones fuera del mundo del espectáculo de las que ha disfrutado desde que era una niña. El deporte ha sido una de sus grandes vías de escape y, entre sus favoritos, el tenis, el rounders (un deporte británico similar al béisbol) y el hockey. También le gusta bailar, cantar y la oratoria; esto último hasta tal punto de que sus discursos han calado entre personalidades muy importantes de la sociedad y le han llevado a reunirse con altos mandatarios como Emmanuel Macron.

En el imaginario colectivo figuran, especialmente, sus speechs sobre la igualdad de género. Desde 2014, Emma Watson es Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, y, es por esta razón que, en los últimos tiempos, ha centrado todos sus esfuerzos en este cargo, dejando en un segundo plano su carrera como actriz. Son muchas las iniciativas en las que ha participado, la mayoría de ellas ligadas a la causa feminista: destaca la campaña HeForShe y ha desempeñado labores como embajadora de 'Camfed International', un movimiento para educar a las niñas en el África rural.

Activista, solidaria, inteligente, talentosa, con gran gusto por la moda... son tantos los adjetivos y las habilidades que conforman la personalidad de Emma Watson y le han llevado a hacer tantas cosas a la vez que parece no haber tenido tiempo para buscar a su media naranja, pero nada más lejos de la realidad. Su vida sentimental, aunque discreta, no ha estado exenta de nombres del mundo de la interpretación, los negocios, el deporte y otros ámbitos.

En lo que respecta a su vida sentimental, se sabe que mantuvo una relación con el actor británico Jay Barrymore, el intérprete Johnny Simmons e, incluso, se la relacionó con el español Rafael Cebrián, hijo de Juan Luis Cebrián, expresidente de Prisa. No en vano, sus relaciones más largas y consolidadas habrían tenido lugar con chicos a los que conoció en su etapa universitaria: Will Adamowicz, con quien estuvo de 2011 a 2013, el jugador de rugby de Oxford Matthew Janney, en 2014, y el empresario estadounidense William “Mack” Knight con quien salió de 2015 a 2017.

No son pocos los que han fantaseado, en cambio, con una posible historia de amor entre Emma Watson y su compañero de rodaje en 'Harry Potter', Tom Felton (Draco Malfoy) o con el actor Robert Pattinson con quien también llegó a compartir escenas en la conocida saga. Las últimas noticias apuntan que sale desde hace un par de años con un emprendedor californiano llamado Leo Alexander Robinton, con quien se le ha podido ver en distintas partes del mundo derrochando complicidad.

Precisamente, Leo ha tenido mucho que ver en la decisión que la intérprete tomó a principios de este mismo año. Los representantes de la actriz enviaban un comunicado, el pasado mes de febrero, a través de 'The Daily Mail', donde se explica que Emma Watson se tomaría un descanso en su faceta como actriz. Según explicaba el citado medio, entonces, entre los motivos que le habrían impulsado a ello, estaría la necesidad de vivir su historia de amor alejada el foco mediático para formar una familia.

De momento, nada se sabe sobre un posible embarazo de la actriz, lo que sí nos ha permitido conocer a través de su cuenta de Instagram, en la que no suele ser muy activa, es que durante el encierro dado por la pandemia de coronavirus, aprovechó para aprender una nueva habilidad, por la cual se siente absolutamente empoderada: estar detrás de la cámara. Así, es posible que, sin en algún momento decide volver al cine, lo haga desde el otro lado porque según afirma ella misma es muy emocionante "poder contar tu propia historia y la de otras personas".

A sus 31 años, Emma Watson parece no tener límites en lo que a aprender y crecer en distintos ámbitos se refiere y es evidente que, aunque considera que "nunca será parte de algo más grande que Harry Potter" y recuerda con gran cariño esa época y a su personaje Hermione Granger, ha pasado página y se ha reinventado como nadie.