El nieto de una de las mayores fortunas de Gales, condenado a prisión tras asesinar a su mejor amigo en Nochebuena

A punto de cumplirse un año, el heredero de la pastelería Stanley Thomas ha sido condenado por asesinar a su mejor amigo. Los hechos ocurrieron la pasada Nochebuena, cuando Dylan Thomas, de 24 años, acuchilló a su amigo William Bush en su casa de Cardif. El joven admitió el suceso, alegando una discapacidad mental por la que no podría discernir la criminalidad del hecho, motivo por el que el juicio tan solo duró una semana. Al fin y al cabo, se contaba con la confesión del acusado principal.

El testimonio se efectuó a través de videoconferencia, ya que Thomas permanece en el hospital Ashworth High Secure de Liverpool, donde recibe tratamiento por esquizofrenia. Según él mismo relató, Dylan se trasladó desde la casa de su abuela a la que compartía con Bush para pasear a su perro, Bruce. Recibió 37 puñaladas en el ataque, incluidas 16 en el cuello. Los vecinos describieron los “gritos de horror” desde el interior de la casa, según recoge ‘The Guardian’. Durante el juicio, relató que antes de ir, había investigado la anatomía del cuello en Internet.

El joven es heredero de una de las dinastías empresariales más ricas de Gales. Según personas cercanas a la familia, era un chico ‘poco conflictivo’ y “algo solitario”, mientras que su amigo era más extrovertido. Ambos se conocieron en el colegio, un centro privado en Gales, cuando tenían 13 años. Los hechos se produjeron, según la sentencia, con premeditación.Nno solo por sus búsquedas, sino también porque meses antes del suceso, Thomas ya advirtió a su amigo que pensaba asesinarlo.

Un psiquiatra forense expresó durante el juicio que el acusado “podría haber estado teniendo un episodio psicótico durante el ataque y hasta seis meses antes del evento”. “Se mostró impasible mientras se leía el veredicto”, explicaron miembros del jurado a The Guardian.

Otra señal del grave cuadro psicótico que padecía fue el incidente que Dylan protagonizó hace unos meses. Intentó entrar en el Palacio de Buckingham argumentando que buscaba “campos de energía entre la institución y la Aguja de Cleopatra, un obelisco en el centro de Londres”, explican.

Todo un imperio

El abuelo de Dylan, Sir Stanley Thomas, fundó con 15 años una empresa de pasteles, convirtiéndose en un éxito por todo Gales. Actualmente, la familia ostenta una fortuna de 230 millones de libras. En 1988, la empresa se vendió por 75 millones de libras, dinero que invirtieron en una empresa inmobiliaria, incluyendo aeropuertos en Cardiff, Belfast y Luton.

Quizá por eso, el crimen ha sido protagonista de numerosos tabloides y todo un escándalo en Gran Bretaña, donde proliferan las imágenes en redes de la víctima y el verdugo.