Oscar 2021: de los maquillajes más atrevidos de la historia a las melenas de sirena
Galardones merecidos y una alfombra roja con el glamour de todos los años. Los Oscar de 2021 han roto todos los esquemas de la belleza apostando por looks atrevidos y tendencias para agitar el año
Han tardado en llegar, pero puede que la larga espera haya sido el ingrediente para que los Oscar de 2021 hayan mantenido el glamour de las galas antecesoras. Sí a los vestidos llamativos, sí a los maquillajes marcados y definitivamente sí a los peinados de fingida naturalidad y varias horas de peluquería. La normalidad ha regresado al mundo de la belleza y ni el maskné ni los labiales que se adhieren a la mascarilla estaban invitados a la fiesta del cine. Una vez más, no ganar no fue sinónimo de no apostar por un look despampanante, y Carey Mulligan es la prueba.
Una pandemia mundial y un presidente de los Estados Unidos por medio, los looks de belleza de los Oscar por fin han cobrado la importancia y el carácter rompedor que siempre esperamos de ellos. Si hace unos años Irina, Charlize y Emilia demostraron que 'cortarse el pelo' la víspera de la ceremonia era un atrevido acierto, en los Oscar 2021, Halle Berry ha roto todos los esquemas con su milenario corte asimétrico y con flequillo, como recién salido de ‘El quinto elemento’. Pero no ha sido la única que se ha encomendado a la patrona de los cortes de pelo geométricamente perfectos; Regina King, otra habitual de los premios, lucía el bob más liso y pulido visto nunca en una alfombra roja.
Maquíllate y que se note, para algo estamos en los Oscar
Pelos aparte, estos Oscar han sido los de la verdad y el atrevimiento: cabellos muy naturales y maquillajes tremendamente rompedores se convertían en la inesperada y agradecida tónica de la alfombra roja. Tras un año en el que las ventas de barras de labios han caído en picado, el sector ha desarrollado nuevas fórmulas capaces de permanecer intensas y con una profunda hidratación sobre el labio, horas y horas, y los Oscar parecen haberse convertido en el mejor escenario para testarlas.
En concreto, los labios burgundy muy oscuros y mate, como lleváramos en 2016, se hacían un notable acto de presencia entre las invitadas a la ceremonia. De una old Hollywood Amanda Seyfried a una gélida Vanessa Kirby, apostaban por el labial impoluto y aterciopelado para aportar sofisticación y sobriedad a su look.
Pero, sin duda, la tendencia de maquillaje que más hemos celebrado ha sido la de los ojos con color. Aunque una clara tendencia vista en la alfombra roja era la de los ahumados en tonos tierra, muy naturales y luminosos, esta opción parecía ser la idónea para aquellas asistentes que hubieran puesto el acento de su look en otra parte, como un peinado muy pulido (Seyfried), una melena XXL (Zendaya o Robbie) o un recogido rompedor (Andra Day).
La otra tendencia, como decíamos, era apostar por mucho color en el párpado, pero sin perder el glamour Hollywood. Era imposible no caer rendidos ante el ahumado ultradefinido y elegante de Angela Basset, que recurría a las sombras cremosas en un azul noche, logrando un look muy intenso que rasgaba su mirada pero estaba medido al milímetro.
Más atrevidas eran las opciones de Laverne Cox, con un ahumado rosa fucsia o de la cantante H.E.R. Esta última convertía de nuevo las sombras de ojos en crema, una de las grandes revelaciones de la época covid, en la mejor forma de rematar el sombreado con un delineado con transición cromática. Si a eso le sumamos sus baby hairs moldeados, su larguísima melena y su capa con capucha en el mismo tono que el maquillaje, queda demostrado que la cantante ha encontrado una estética única.
Mención aparte también merece el minimalista pero colorido maquillaje de Sophia Nahli Allison. Con un look muy natural, trenza corona, cejas trabajadas y un finísimo eyeliner, la directora de documentales remataba su mirada con un intenso lápiz de ojos blanco en la línea de agua, creando un contraste tan brutal como elegante y fácil de llevar en el día a día.
La importancia de un pelazo
La melena XXL de Zendaya, natural, con ondas deshechas y efecto frizz, rematada en punta y con la incuestionable raya en medio de moda, entra dentro de la clasificación ‘pelo de sirena’. Las ondas en zigzag que pusiera de moda Daryl Hannah se han convertido poco a poco en un peinado que ha pasado de ser look de Kardashian a peinado de alfombra roja.
Pero Zendaya no era la única que apostaba por el look. Además de la melena extralarga de H.E.R., Margot Robbie también se apuntaba a una kilométrica cabellera con ondas y subía la apuesta, añadiendo un flequillo largo y desfilado muy setentero. En el caso de la australiana, recogía la melena en una coleta baja, tendencia que ya vimos en el Festival de Cine de Cannes. Eso sí, mientras el de Zendaya sí puede pasar por su cabello natural, no hay dudas de que Margot ha recurrido a las extensiones para ganar volumen y longitud, una moda en auge en Hollywood.
T-R-E-N-Z-A-S
Siempre hay quien dice que las trenzas son repetitivas y están pasadas de moda, pero los Oscar 2021 nos han dejado claro que las trenzas pueden ser un peinado de alfombra roja y no tienen por qué ser un accesorio añadido a un recogido. La directora Chloé Zhao, ganadora del Oscar a mejor dirección por 'Nomaland', fue tan solo una de las asistentes a la ceremonia que seccionó su larga melena en dos trenzas, una a cada lado y subió al escenario con el look más natural y encantador. Menos es más.
Belleza sea cual sea la edad
También hemos visto afianzada la tendencia de los flequillos, en este caso, adaptada a todos los largos, cabellos y edades. Halle Berry se atrevía con un arriesgado baby bang, un corte que ya le funcionó en el pasado; Margot Robbie se apuntaba a un curtain fringe fácil de esconder y de potenciar, y Glenn Close, de nuevo, volvía a casa con las manos vacías pero lo hacía con un corte de pelo personal y muy favorecedor que dulcificaba su rostro enormemente.
A sus 74 años, la actriz lleva luciendo el mismo corte de pelo desde hace varios años y su flequillo que nace de un lado, cayendo desde la sien hacia el otro extremo, sin llegar a cubrir los ojos, es todo un acierto. El pixie del pasado que le sumaba años ha dejado paso al garçon y su cabello de un blanco impoluto es, simplemente, perfecto.
En una de las galas más inclusivas y con menos prejuicios de la historia de los Oscar, no solo había más afroamericanos y mujeres nominadas, otra discriminación que también se borraba era la de la edad. Sobre el escenario vimos a la mítica Rita Moreno, en pie de guerra, con el cabello cano y la voz muy firme, luciendo un look beauty en el que quiso remarcar su mirada. Igual que la ganadora del Oscar a mejor actriz secundaria, Yuh-Jung Youn subió a recoger la estatuilla con la coloración de moda, el grey blending, y maquillada con el labial más trendy de la ceremonia, el burgundy.
Los centennial se han colado en los Oscar
Aunque por fin hemos podido aplaudir el envejecer frente a la congelación en el tiempo, una de las tendencias más defendida por la generación Z arrasaba en la última ceremonia de los Oscar: la raya en medio. Enumerar a todas las invitadas que recogían o peinaban su cabello con la raya en medio sería interminable. Y es que, más allá de Amanda Seyfried con su recogido retro, Reneé Zellweger con tupé o Glenn Close, la clara tendencia era la de lucir una raya muy marcada en el centro del cabello.
Los looks pulidos han encontrado en ella la mejor forma de conseguir un acabado limpio en el que el rostro quede totalmente despejado y se reduzcan las posibilidades de encrespamiento. Reese Witherspoon, Carey Mulligan o Regina King eran un ejemplo del predominio del peinado sleek. Pero los cabellos ondulados o con volumen también se han pasado a la raya en medio y Zendaya es tan solo una de sus defensoras, como buena centennial.
En resumidas cuentas, podríamos decir que, tras años de aburrimiento beauty, los Oscar han vuelto y el 2021 va a ser un año de maquillajes intensos y melenazas infinitas.
Han tardado en llegar, pero puede que la larga espera haya sido el ingrediente para que los Oscar de 2021 hayan mantenido el glamour de las galas antecesoras. Sí a los vestidos llamativos, sí a los maquillajes marcados y definitivamente sí a los peinados de fingida naturalidad y varias horas de peluquería. La normalidad ha regresado al mundo de la belleza y ni el maskné ni los labiales que se adhieren a la mascarilla estaban invitados a la fiesta del cine. Una vez más, no ganar no fue sinónimo de no apostar por un look despampanante, y Carey Mulligan es la prueba.