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¿Son realmente tan malos los exfoliantes faciales físicos como se dice?
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¿Son realmente tan malos los exfoliantes faciales físicos como se dice?

Los exfoliantes físicos han evolucionado y estos ya no tienen nada que ver con los del pasado, cuyos ingredientes eran demasiado agresivos para usar en el rostro

Foto: Los exfoliantes físicos pueden resultar demasiado agresivos. (Launchmetrics Spotlight)
Los exfoliantes físicos pueden resultar demasiado agresivos. (Launchmetrics Spotlight)

A estas alturas del juego deberías saber que la exfoliación es un paso fundamental en la rutina de belleza para lucir un rostro suave y luminoso. “Es la base esencial para lograr una piel uniforme, mejorar la hidratación y eliminar el exceso de sebo y puntos negros. Además, contribuirá a corregir la pigmentación y brindar un brillo saludable", asegura Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Sin embargo, la obsesión que hay en redes sociales por presumir de dermis lisa y sin un ápice de imperfecciones ha derivado en la sobreexfoliación o en el uso de un scrub facial inadecuado, lo que a su vez ha situado a los exfoliantes físicos en el punto de mira. Algunos los culpan de ser los causantes de una piel irritada y con rojeces, pero estos están a años luz de los que existían hace años en el mercado, a base de cáscara de nuez, que sí que eran más agresivos. Ahora la popularidad de estos cosméticos ha disminuido notablemente, pero te aseguramos que, usados de la manera adecuada, pueden ser muy beneficiosos para la piel.

placeholder Hace años el azúcar y la sal eran dos ingredientes habituales en los exfoliantes físicos. (Pexels/Tara Winstead)
Hace años el azúcar y la sal eran dos ingredientes habituales en los exfoliantes físicos. (Pexels/Tara Winstead)

“La epidermis contiene una capa superficial llamada estrato córneo. Esta es similar a un tejado, donde se depositan las células muertas que han migrado a la superficie cuando se ha terminado su vida útil”, explica Lorena Aviñón, esteticista y cofundadora de la firma cosmética Nasei. Y para que la piel esté saludable y tenga un aspecto más bonito es necesario eliminar dichas células con ayuda de la exfoliación, que puede ser con ayuda de un exfoliante físico, químico o enzimático.

Qué exfoliante es más adecuado para cada tipo de piel

Un exfoliante físico “es aquel que contiene un gránulo que ‘arrastra’ las células muertas de la epidermis, más conocido en estética como peeling. Actúa únicamente en la capa más superficial, por lo que se destina para tener la piel purificada y menos permeable, facilitando la absorción de los cosméticos que se apliquen a continuación”, aclara la esteticista.

Marta Agustí, especialista en cosmética y asesora en Purenichelab.com, los recomienda debido a su alta efectividad en el proceso de unificación de la piel: “Son ideales para pieles con presencia de puntos negros, ayudando a abrir los poros, debido a su potente capacidad de eliminación de células muertas; así como aquellas que son resistentes y que no presentan hipersensibilidad”.

Además, ambas expertas coinciden en que esta opción es perfecta a la vuelta de las vacaciones para eliminar bien los restos de protección solar y unificar el tono de la piel. Y recuerdan que la clave de su éxito radica en la aplicación: mediante un masaje circular con muy poca presión, de dos a tres minutos. “Este gesto a su vez estimula el riego sanguíneo, haciendo que lleguen más nutrientes y oxígeno a los fibroblastos, incrementando así la producción de colágeno y elastina”, matiza Aviñón.

placeholder Pon a punto tu piel. (Pexels/Polina Kovaleva)
Pon a punto tu piel. (Pexels/Polina Kovaleva)

Si este producto contiene “un ácido o una enzima que actúa disolviendo la queratina, que es el material que une a las células que componen la capa superior de la epidermis, nos encontramos ante un exfoliante químico”, añade la misma experta. Suelen tener menos efectos secundarios en el instante de la aplicación, trabajan durante las horas posteriores a su uso y “se dividen en alfahidroxiácidos (para todo tipo de pieles), betahidroxiácidos (mejor para pieles grasas) y polihidroxiácidos (pieles sensibles), que suelen trabajar durante las horas posteriores a su uso”, desvela Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

Por último, también está el exfoliante enzimático, que “suele estar formulado con extractos de frutas ricos en enzimas, activos capaces de ‘despegar’ las células muertas. No actúa a tanta profundidad como los ácidos, pero no por ello esta categoría es menos efectiva”, agrega la también cofundadora de Nasei. Pero como el problema que presentan a menudo las pieles sensibles es que tienen comprometida su barrera hidrolipídica y los ácidos exfoliantes pueden irritar, la mejor opción para renovarlas, sin causar irritaciones, son tanto los polihidroxiácidos como las enzimas exfoliantes.

Elige los mejores ingredientes exfoliantes físicos

Tan solo si tu piel es muy sensible no deberías optar por un exfoliante físico. Si no es así, el de este tipo es más que adecuado para ti, sobre todo si eres de las que utilizan autobronceador durante todo el año. ¿El motivo? “Los exfoliantes químicos no se recomiendan tanto en verano porque hacen que la piel sea más sensible a los efectos dañinos de los rayos UVA y UVB, pudiendo llegar a producir manchas, eritemas o incluso quemaduras cuando nos exponemos al sol”, advierte Aviñón.

El mejor exfoliante físico es aquel que contiene ingredientes que exfolian eficazmente, pero sin causar irritación excesiva y que no provocan daños en la piel. “La opción más aconsejable es inclinarse por cosméticos cuyo activo exfoliante sean partículas naturales de tamaño muy pequeño que sean suaves con la piel y que produzcan un ‘gomagge’, que es lo que en francés se conoce como ‘borrar’. De esta manera producirán un leve ‘pulido’ de la piel, liberándola de impurezas”, aclara la experta que, a su vez, recomienda “los micronizados, que son polvos obtenidos a partir de la trituración y tamizado de plantas, flores y frutas”.

placeholder Es aconsejable elegir partículas naturales de tamaño muy pequeño, que sean suaves con la piel. (Pexels/Mary Cherkesova)
Es aconsejable elegir partículas naturales de tamaño muy pequeño, que sean suaves con la piel. (Pexels/Mary Cherkesova)

Aunque también encontrarás otras opciones igual de beneficiosas como “el polvo de bambú, arroz por su forma redondeada, e incluso los masajes con cepillos exfoliantes, que además activan la circulación sanguínea y linfática, siendo muy recomendables cuando hay retención de líquidos”, agrega. Eso sí, lo que no recomienda, en absoluto, “la sal o el azúcar en el rostro, ya que son componentes que vistos al microscopio contienen aristas que pueden arañar e irritar la piel”.

Cómo incorporar un exfoliante físico en tu rutina

Si te has decidido para comenzar a usar un exfoliante físico, “aplícalo sobre la piel limpia y húmeda, habiendo usado previamente agua tibia o caliente para así facilitar la exfoliación”, sugiere. Y “aplica el producto mediante masajes circulares durante unos minutos, haciendo hincapié en aquellas zonas donde se acumulan más células muertas, como las aletas de la nariz, el mentón y la frente”.

Después es importante aclarar con abundante agua, secar con suavidad y aprovechar que la absorción es mayor para aplicar una crema o aceite. Y “como la piel se regenera cada 28 días, utilizar el exfoliante cada dos semanas es más que suficiente”.

Eso sí, la experta advierte que “no es recomendable utilizar un exfoliante físico acompañado de uno químico para no saturar a la piel con un exceso de exfoliación y de este modo no sensibilizarla; así como para evitar que ese exceso de barrido no produzca una hiperqueratinización, que es un engrosamiento del estrato córneo, lo que produciría el efecto contrario a una piel suave y fina”. El problema es que “ahora muchas personas están mezclando AHA, con retinol, vitamina C, niacinamida… y ¡boom! Bomba explosiva para la piel”. Como siempre, es mejor que consultes a un experto en caso de tener algún problema cutáneo o de buscar algo más específico para tu piel.

A estas alturas del juego deberías saber que la exfoliación es un paso fundamental en la rutina de belleza para lucir un rostro suave y luminoso. “Es la base esencial para lograr una piel uniforme, mejorar la hidratación y eliminar el exceso de sebo y puntos negros. Además, contribuirá a corregir la pigmentación y brindar un brillo saludable", asegura Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

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