Mochi skin, el cuidado facial japonés que cambiará tu piel y tu rutina

Somos conscientes de que en asuntos de cuidado facial, todo lo que llega de Asia, nos encandila. Ya sean nuevos pasos inéditos, ingredientes tan eficaces como sorprendentes o texturas creadas para enamorar. Los adoptamos (casi) sin reparos (o, al menos, lo intentamos) con la fe ciega de lograr uno de esos cutis impolutos, que llevan al despiste cuando cualquier anónimo intenta determinar tu edad.

Es el caso del término 'mochi skin'. María Altur, PR & Communication manager en MiiN Cosmetics, explica que aunque su origen es japonés, pronto pasó a su país vecino, Corea del Sur y la realidad es que ahora también está muy extendido en otros países como Singapur, Vietnam e, incluso, Indonesia.

En el gran momento de la 'glass skin' (o 'piel de cristal' que se caracteriza por estar muy iluminada, con un efecto 'buena cara'), de los cutis de oro líquido (la versión adaptada para los fototipos mediterráneos) o la 'porcelain skin' creada por la maquilladora Pat McGrath para el último desfile de Martin Margiela, la discreta pero omnipresente 'mochi skin' resulta irresistiblemente infalible.

De hecho, desde la firma japonesa de cuidado facial Onshindo Osaka, la denominan como una “tradición tendencia, cada vez más demandada por el consumidor”.

Inspiración 'so sweet'

El nombre se lo otorga el famoso dulce nipón “hecho a base de una masa de arroz glutinoso y algún relleno (el más común es el de pasta de judía roja) que en Corea también es muy popular y allí se llaman tteok”, sostienen desde Miin Cosmetics.

La experta destaca que su apariencia suave, esponjosa y aterciopelada (tienen harina por fuera) es todo lo que en Asia buscan para lucir lo que ellos entienden como una tez sublimada. No se trata de una moda como otra, "en realidad es el ideal de piel perfecta que siempre han tenido en la mayoría de países asiáticos”, apunta María Altur. Podríamos decir que forma parte de su cultura.

¿La principal diferencia entre los conceptos 'glass skin' y 'mochi skin'? Aunque ambos pretenden alcanzar un cutis maravilloso, Edurne Arraiza y Marta Peinador expertas en cosmética japonesa y fundadoras de Tsuki Japanese Cosmetics, recuerdan que mientras que el primero es de origen coreano y está centrado en potenciar al máximo la luminosidad en la tez con el fin de que se vea radiante; el segundo proviene de Japón y apuesta por mantener la hidratación para un efecto suavizado y aterciopelado.

Más allá de un efecto inmediato

Todos los profesionales coinciden en que la filosofía de cuidado oriental no se suele basar en referencias milagrosas con resultados en tiempo récord, más bien se construye sobre “rutinas de cuidado constantes”, indican desde Tsuki Japanese Cosmetics.

Por eso, para alcanzar un rostro con acabado mochi, el consejo es apostar por ingredientes tradicionales como el arroz (con propiedades exfoliantes y emolientes para acabar con las células muertas, optimizar el ejercicio de las sanas, aumentar la producción de colágeno e, incluso, retener el agua y reforzar la protección frente a factores externos) o algunos de eterno éxito como el humectante ácido hialurónico (hidrata, mejora la elasticidad, repulpa y ayuda en el mejor funcionamiento cutáneo).

Los elementos imprescindibles que debes tener en cuenta para alcanzar una 'mochi skin' a través de tu protocolo, son:

• La doble limpieza no es negociable. Ya sabes que consiste en realizarla en dos pasos. Primero utilizar una fórmula de base oleosa que actúe de un modo eficaz sobre los restos de maquillaje, filtros del protector solar, suciedad, exceso de grasa... Como Melting Cleansing Balm, de Ondo (en Miin Cosmetics). Con cuatro tipos de ácidos de origen natural y una combinación de aceites complementarios, garantiza una limpieza con extras.

• En una segunda parte hay que rematar la sesión 'cleanser' con otro producto de base acuosa (como puede ser un gel) capaz de eliminar las partículas de polución o los restos que hayan quedado del primer paso. Así, arrancas con una “tez 100% limpia y libre, en la medida de lo posible, de poros obstruidos y puntos negros”. Te recomendamos probar Water Bank Blue Hyaluronic Cleansing Foam, de Laneige, una espuma enriquecida con ácido hialurónico y antioxidantes que también oxigena y minimiza la inflamación.

• Un exfoliante una vez a la semana. Al margen de acabar con la acumulación de células muertas, trabaja sobre los poros, ofreciendo una tez uniforme, sin manchas ni marcas de granitos, y capaz de proyectar mejor la luz.
  Nos encanta Oshiroibana Exfoliator Face Scrub, de Onshindo Osaka con salvado de arroz, Nadeshiko (es una planta antiox) y microesferas de jojoba que, además, aumenta la producción de colágeno.

• Apuesta por la hidratación. Es el segundo paso (tras la limpieza) para un cutis saludable y jugoso. La experta recomienda que te decantes por referencias 'oil free', mejor en formato suero con el fin de reforzar la resistencia cutánea y su flexibilidad sin renunciar al buscado aspecto aterciopelado.
  Descubre Quench-Up, de Iren Shizen (en Tsuki Japanese Cosmetics) que, a través de una docena de ingredientes hidratantes y una textura ultraligera, acondiciona y flexibiliza.

• Siempre con tu protector solar. El tercer paso imprescindible llega con las referencias de amplio espectro que, al margen de velar por la salud de la piel, son las grandes aliadas para evitar la aparición de manchas.
  Slowly Sun Cream, de Slosophy (en Miin Cosmetics) protege con SPF50+ y PA++++, hidrata, nutre, mejora la textura… Añadiendo ingredientes como la niacinamida, el extracto de brócoli, el escualano o la centella asiática.

Por último, el truco experto de Miin Cosmetics para reforzar el efecto casi 'velvet' de una #MochiSkin es “apliques o no base de maquillaje o corrector, selles tu 'skincare' con una capa sutil de polvos sueltos traslúcidos”. Touché.

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