Piel de oro líquido: la versión de la 'glass skin' para las pieles más morenas

Esto es todo lo que tienes que saber sobre piel de oro líquido, la nueva tendencia perfecta para las más morenas. Hace unos años las coreanas revolucionaron (de nuevo) el mundo de la belleza con la ‘glass skin’, la tendencia de cuidado de piel en la que el aceite facial –tanto aplicado en solitario como mezclado con la base de maquillaje– era clave para presumir de ese brillo espejo tan característico.

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En verano de 2020 la ‘dolphin skin’ (piel de delfín) fue la técnica de maquillaje que hizo furor en Instagram y que utiliza varios tipos de iluminadores, colocados unos encima de otros, para crear un efecto multidimensional en el rostro, con aspecto brillante y fresco, como el de la piel de estos mamíferos. Tanto un acabado como el otro tienen en común presumir de tez radiante y reflectante, y aunque los pasos a seguir para ello no hacen referencia a ningún tono de piel específico, sí es cierto que ambas vertientes están enfocadas a los cutis más claros. Por suerte ahora hay una solución para los tonos más morenos: piel de oro líquido.

Es cierto que la ‘glass skin’, al venir directamente desde Corea basa sus pautas y trucos en una tez blanca, propia de las mujeres asiáticas; por lo que casi todos los tutoriales que hay en internet para emular ese aspecto vidrioso obvian los matices más oscuros. Las pieles mediterráneas o latinas luminosas se asemejan más al oro líquido, de ahí el nombre de este nuevo acabado. “La clave está en proporcionar luminosidad a la piel cetrina que solemos tener las españolas. Para ello debemos poner atención a la rutina de belleza diaria y ayudarnos de productos de maquillaje que aporten un extra de luz”, asegura Mónica Ceño, fundadora de The Lab Room.

Limpieza, exfoliación e hidratación

Para lograr la piel de oro líquido no es necesario seguir innumerables pasos, sino que limpieza, exfoliación e hidratación son los tres realmente necesarios. “Una piel luminosa es inherente a una higiene adecuada y la triple limpieza diaria es fundamental para ello, ya que elimina cualquier tipo de suciedad o maquillaje para dejar el rostro listo para recibir los cosméticos iluminadores que aplicarás a continuación”, advierte Ceño. Además, la experta también aconseja que acudas al centro de belleza para que te realicen una limpieza profesional mensual con la que mantener los puntos negros e imperfecciones a raya, eliminar las células muertas de la dermis y aportar un extra de hidratación.

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Y una vez a la semana, o incluso dos si es necesario, no tienes que olvidarte de la exfoliación, que en este caso puedes hacértela con un producto que tenga un gránulo muy fino y que, aparte, contenga en su formulación activos iluminadores y tenga una textura aceitosa para que aporte un extra de jugosidad en este paso. Después, llega el momento de hidratar y, en el caso específico de las pieles morenas, “la solución son los aceites faciales de tacto seco y con partículas de oro que, aparte de nutrir, proporcionan un efecto más luminoso y brillante al instante”, desvela Noemi Nohales, makeup artist.

Ingredientes cosméticos a tener en cuenta

Los últimos estudios han demostrado que las pieles más morenas, incluidas las negras, tienen más capas de células con más cohesión celular que las más claras; característica que podría impedir la penetración adecuada de los activos cosméticos. De ahí que sea importante que, si este es tu caso, escojas ingredientes humectantes que te ayuden a retener la humedad; siempre teniendo en cuenta, también, que este tipo de dermis suelen ser más grasas que las más claras.

Ficha los aceites de escualano, aguacate, macadamia y sésamo, así como la manteca de karité, que son activos que ayudan a que las pieles con más melanina tengan un aspecto estupendo. Y no te olvides del SPF, ya que las manchas y el cáncer de piel también pueden aparecer en estos casos. E incluye los activos despigmentantes que combatan las ojeras y la hiperpigmentación, ambas más presentes en los fenotipos cutáneos más oscuros.

Maquillaje iluminador

Después de haber hidratado la piel adecuadamente, “utiliza una base que sea muy fluida o acuosa, pero no muy cubriente para aportar jugosidad. Aunque también hay prebases muy ligeras con acabado luminoso, perlado o dorado que te ayudarán a realzar este efecto en la piel”, aconseja la maquilladora. Después basta con que cubras con corrector únicamente “la zona de contorno de ojos y no el resto del rostro para no lucir un aspecto que no sea translúcido”, continúa. Por último, “escoge un iluminador en crema y aplícalo el pómulo hasta el arco inferior de la ceja, en el puente de la nariz y ligeramente en las comisuras de los labios; aplicado a toquecitos directamente con la yema de los dedos”, concluye Nohales.