No te quemes: manual de estilo para sobrevivir al verano en la oficina

Verano en la oficina. Un concepto del que resulta difícil encontrar el término medio estético. El gran número de profesiones, los códigos de vestimenta o las restricciones presupuestarias de cada cual se convienen en algunos de los caballos de batalla a la hora de vestir correctamente durante cualquier jornada laboral. No existe el manual del perfecto empleado, pero sí algunas normas básicas que, lejos de ser el talón de Aquiles para muchos, habrían de convertirse en máximas inquebrantables. Y sí, aquí se incluye la total prohibición de ir a trabajar en pantalón corto.

La oficina desgasta. Eso es un hecho. Máxime cuando las altas temperaturas aprietan, se suceden las inmisericordes olas de calor y las vacaciones parecen no llegar nunca. Todo problema tiene su solución. Tanto es así que es posible aprovechar el periodo de rebajas para que acudir vestido correctamente al trabajo no resulte una labor farragosa. Existen numerosas opciones en el mercado para hacer más llevadero el trance. Una de ellas es el uso de tejidos como el lino, el algodón o la lana fría. Tres materiales transpirables con los que dar la patada a las fibras sintéticas y con los que sentirse (casi) tan fresco tanto por la calle como por tu (aireado) espacio de trabajo. Incluso hasta para quienes no se libran del traje durante el estío.

Traje modelo Napoli de Suitsupply (279 euros); camisa de The Kooples (96,50 euros); corbata de lunares en seda, disponible en Sandro (52,50 euros); cinturón de Massimo Dutti (29,99 euros); y zapato de cordones modelo Sartoria Oxford de Hugo Boss (367 euros).

Porque 'casual summer' no es sinónimo de descuido, a continuación repasamos el manual del perfecto empleado.

1. No al uso del pantalón corto. En cualquiera de sus versiones: bermuda, pirata o short.

2. No abusar de los estampados. La corrección manda y es fundamental no excederse con los colores y los prints. El 'menos es más' es siempre un acierto.

3. No a las sandalias, alpargatas o viceversa. Estas opciones están destinadas con acierto a la moda femenina. Acudir a trabajar calzado con esparteñas denota falta de decoro.

4. No abusar de las camisas de manga corta. Si estas tienen un punto fresco y de tendencia, lo correcto sería utilizarlas un viernes.

Camisa con ribete blanco de Avellaneda (c.p.v.); pantalón modelo Cinzato de Zara (15,99 euros); portafolios modelo Goya de Loewe (590 euros); cinturón elástico de Stradivarius Man (7,95 euros); y zapato de Tod's (c.p.v.).

5. Limitar el uso de las zapatillas. A pesar de que su utilización resulta algo laxa, es mejor optar por zapatos de verano. En los náuticos o 'bluchers' de serraje está la clave.

6. Sí al lino en camisas y pantalones. Este tejido es perfecto para acudir al trabajo durante los meses de verano.

7. Sí al polo. Aunque se trata de una prenda de manga corta, encaja a la perfección tanto con pantalones vaqueros como con chinos.

Polo de algodón modelo Willen de Theory (95 euros); pantalón blanco de Hackett (c.p.v.); gafa de sol de Tiwi (58 euros); tarjetero modelo Panamá de Café Leather Supply (69 euros); y zapatilla modelo Open de Valentino (470 euros).

9. Adiós a los calcetines. Y bienvenidos sean los 'pinkies' que permiten lucir tobillo.

10. Sí a las prendas de algodón. En camisetas lisas y en pantalones de corte 'confort'. Si se combinan con tino, son la mejor forma de vestir a la última.

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