Versace es demandada por culpa de Jennifer Lopez e Instagram

La relación entre Versace y Jennifer Lopez ha sido siempre una de las más sólidas de la industria del entretenimiento. Uno de los momentos más llamativos de la historia de la alfombra roja fue el que la cantante y actriz protagonizó en la gala del año 2000 de los Premios Grammy, cuando apostó por un vestido verde de la firma italiana con un escote no apto para cardiacos que 19 años después ha vuelto a ser el foco de los titulares. Jennifer acaba de explicar en su canal de Youtube la verdad que se escondía tras la elección de este diseño.

"Me nominaron para un Grammy y en esa etapa estaba grabando ‘The Wedding Planner’ junto a Matthew McConaughey, por lo que me encontraba en medio de la nada. Mi estilista (Andrea Lieberman) llegó y me dijo: 'Mañana son los Grammy, no tengo tiempo de hacer pruebas' y trajo tres o cuatro vestidos", explica Jennifer.

"El día de la celebración me estaba arreglando, peinando y maquillando. En una prueba de vestuario puedes ver muchos vestidos y cientos de zapatos, es una locura, hay tantas opciones... pero ese día no, solo teníamos la opción de dos vestidos: uno blanco y el otro era el Versace. Mi estilista me dijo que debía usar el blanco porque el otro ya había sido visto muchas veces", añadía. Afortunadamente, la mánager de JLo, Benny Medina, y la cantante eligieron el modelo de Versace.

Pero ninguna historia lo es sin un conflicto que entorpezca la trama amorosa, y aunque desde entonces el idilio entre Jennifer López y Versace no ha cesado, apostando JLo por la marca tanto en algunos de sus videoclips más conocidos como en sus actuaciones más espectaculares, esta relación perfecta ha sufrido un traspiés por culpa de Instagram.

Como asegura 'The Fashion Law', al haber publicado el perfil de Versace dos fotografías en las que Jennifer Lopez luce un look de la marca en los MTV Video Music Awards sin citar al autor de la fotografía (Robert Barbera) o haberle pedido su permiso para publicar las imágenes, la firma ha sido demandada por parte del fotógrafo.

No solo se acusa a la marca de haber publicado las imágenes sin permiso, sino de haber “falsificado, eliminado o alterado la información referente al copyright” de las fotografías, que recibieron casi 140.000 likes.