De Streep a Witherspoon: la abominación estilística del estreno de 'Big Little Lies'

El próximo 9 de junio llegará a HBO el primer capítulo de la esperadísima segunda temporada de 'Big Little Lies', la serie que ha conseguido reunir en su cartel a actrices tan demandadas y seguidas como Nicole Kidman, Meryl Streep o Reese Witherspoon, entre otras.

Un auténtico fenómeno que ha enganchado a miles de personas en todo el mundo y que ahora comienza la cuenta atrás para su estreno. ¿Cómo? Pues con lo de siempre: con una alfombra roja que nos ha dejado modelitos para el recuerdo muy a nuestro pesar. Porque sí, ellas posan como divas, pero sus estilistas no tenían el día y el intento de conjuntarlas a todas ha sido escalofriante. Tanto que a pesar de tener callo en estas cosas, no sabemos por cuál empezar. En fin, allá vamos.

El sayo de Meryl Streep

No era el peor pero, sin duda, sí fue el más discordante. Meryl, que a su edad presume de una figura imponente, optó para su primer posado oficial junto a sus compañeras de elenco por un vestido que no solo le ponía años, sino que además no nos parece muy acertado para el dress code que marcaba el evento.

La oscarizada actriz posó con un vestido negro estampado de flores en tonos otoñales de corte boho bastante poco favorecedor que además se transparentaba ligeramente. Por este motivo, los estilistas le recomendaron ponerse debajo una camiseta interior de color negra de lycra que terminaba de empañar un outfit ya de por sí poco acertado.

Reese, plantada en los 18 años

La siguiente en la escala del desastre es Reese Witherspoon, quien en su afán de seguir pareciendo que tiene la edad de su hija, apostó por este vestido palabra de honor, drapeado en la cintura y estampado en tonos pastel que aunque le hacía tipazo, no fue su mejor elección reciente.

Con él posó junto a su clónica hija, Ava Phillippe, quien iba especialmente combinada con la siguiente en la lista, Zoë Kravitz, con este vestido de tirantes ajustado de color negro con ciertos toques de brillo. El vestido tenía un pase... El pelo, desde luego, es un rotundo NO.

Nicole Kidman

Nicole fue la estrella del photocall. Aunque la melena no nos convencía nada (parecía que no había pasado por la peluquería), lo cierto es que con este look de noche estaba espectacular: la blazer del lentejuelas y plumas es una maravilla y la elección de complementos, estupenda. Sin duda, la única que escapa a la debacle.

Zoë Kravitz, otro NO

No cabe duda, el vestido de Zoë Kravitz es de Yves Saint Laurent. No podía ser de otra manera, la actriz es imagen de la marca y no hay evento, entrega de premios, fiesta o posado en el que no pasee por el photocall con un diseño salido de su exclusivo atelier.

Acostumbrados a elecciones algo complicadas (la del top de Tiffany & Co. valorado en más de 20.000 euros fue una de ellas), esta, aunque en la misma línea, nos convence aún menos de lo habitual. No sabemos si es el corte ochentero, la combinación con la melena de trencitas o el brilli-brilli, pero anoche Zoë no nos gustó nada.

Laura Dern y sus transparencias

En un primer vistazo, Laura Dern nos pareció bien. Correcta con la siempre acertada combinación blanco y negro. Ahora, cuando comenzamos a poner atención al detalle comenzó el drama. La camisa transparente fue su mayor patinazo (el sujetador se transparentaba, y lo mismo con un bralette la cosa habría funcionado mejor) y el pantalón remató un estilismo bastante desacertado. El corte tampoco era lo más favorecedor del mundo para su figura.

Nos quedamos con el maquillaje (estaba espectacular) y el conjunto de pendientes y gargantilla de brillantes para quitar el hipo.

Y el premio es para... Shailene Woodley

No tenemos palabras. De verdad, mudas nos ha dejado con esta combinación de estampados, transparencias, lazos y satén firmado por Dior. Shailene, ¿en qué pensabas?

La mejor de la noche

Pero la que brilló por encima de todas ellas fue una de las invitadas de honor: Michelle Pfeiffer, esposa del David E. Kelley, creador de la serie, que posó con un espectacular traje de chaqueta Príncipe de Gales oversize, combinado con una camisa del mismo tono en satén y con el que estaba fabulosa.