¿Funciona el ayuno pre-Navidad? Técnicas y consejos para no ganar peso en las fiestas

Las fiestas navideñas este año no vendrán acompañadas de las tradicionales cenas de empresa multitudinarias o de las reuniones de amigos que hacen que tu agenda esté llena un día sí y otro también de comidas copiosas.

Sin embargo, aunque sea en un modo más hogareño e íntimo, no es recomendable que nos dejemos llevar por los típicos excesos gastronómicos de estas fechas. La clave está en saber cómo podemos disfrutar una deliciosa Navidad sin ganar peso ni perder salud.

Así, nos hemos puesto manos a la obra (y al teclado) para averiguar cuáles son los mejores consejos y técnicas que nos ayudarán a disfrutar de los ágapes navideños pero de una forma más saludable.

Una materia donde muchos abogan por el ayuno pre-Navidad. Sumándose a la moda de las dietas de ayuno, donde se restringe la ingesta de alimentos en ciertas franjas horarias o incluso se eliminan comidas. Una dieta conocida como ayuno intermitente y que, en caso de decidir practicarla, lo mejor es que primero hables con los expertos y te dejes aconsejar por ellos.

En el caso de la dieta pre-Navidad, la idea es la de ayunar los días previos a las festividades, 'preparar' el cuerpo para las comidas copiosas que vendrán después, como si nos limpiáramos. Buscando perder peso antes de las celebraciones de forma exprés en apenas unos días, algo que no es muy recomendable.

Una propuesta que cuenta con diferentes versiones que nos pueden alentar a separar las comidas en el tiempo, dejando periodos muy largos en ayunas o incluso a cambiar nuestra alimentación normal por productos como zumos, batidos, sopas o cápsulas.

Sin embargo, como ya nos advierte la nutricionista Patricia Castán, esto no funciona. "Si estás un par de días comiendo por ejemplo cada 12 horas, uno de los tipos de ayuno más populares, no tienes habituado al cuerpo a ese tipo de dieta", explica la experta. "Es algo que haces puntual y que hará que pierdas agua, pero apenas grasa", añade.

Por eso, nos avisa de que aunque pensemos que sí, la realidad es que no estamos adelgazando de verdad. Al llegar a la mesa el día 24 y 25 (por ejemplo), te excedes comiendo pensando que estás partiendo de menos kilos, pero no será así, por lo que tras las fiestas habrás engordado igualmente.

Además, Patricia Castán también alerta sobre sus consecuencias. "Tiene múltiples efectos secundarios y su posterior rebote o la recuperación rápida del peso perdido que conllevan las denominadas 'dietas milagro'. Por eso, es importante destacar que los métodos para adelgazar saludables proponen una pérdida paulatina de peso".

"Siempre deben basarse en evidencias científicas y la mejor dieta es aquella rica en nutrientes beneficiosos y necesarios para la salud, variada y en las cantidades justas". Sin olvidar que este tipo de prácticas pueden generar tanta ansiedad por la comida que al llegar las Navidades se producirá el efecto contrario. Tendrás aún más ganas de comer sin medida todo lo que te has estado restringiendo.

Sin embargo, se puede disfrutar de la Navidad sin remordimientos y con sus riquísimas recetas de fiestas, con dulces tradicionales incluidos. Nos basta con apostar por algunos trucos que nos pueden servir de mucha ayuda y que no significan tener que renunciar a nada.

El primero de ellos, y más necesario, es el sentido común. Gracias a él podremos comer de forma equilibrada y sin caer en los excesos. Por ejemplo, si sabes que otros años ha sobrado parte de la cena, este sería mejor cocinar un poquito menos o guardarlo directamente en táperes antes de servirlo en la mesa (donde es más tentador).

Lo mismo ocurre con los postres, como los turrones o los mazapanes. Prepara solo las porciones que prevéis gastar al momento. Si no sobra, no sentirás su llamada desde el plato. Mientras que en cuestión de recetas, un sencillo cambio marca la diferencia.

No renuncies a los platos o guisos típicos de estas fiestas, pero si vas a comer cordero (como ejemplo), no lo acompañes de patatas fritas con muchas salsas ultraprocesadas. Unas patatas asadas y verduras con un poquito de aceite siguen siendo riquísimas, festivas y mucho más sanas.

Además, mejor no abusar del alcohol. Opta por zumos o infusiones frías en lugar de los refrescos, pero priorizando, sin ninguna duda, el agua para cualquier momento del día o de la noche.

Respecto al deporte, intenta mantener los días que puedas tu rutina habitual si prácticas ejercicio. Si no, no esperes al nuevo año para comenzar. Un buen paseo, una tabla de estiramientos o de pilates son fórmulas muy sencillas de movernos. Aunque, dada la época en la que estamos, qué mejor que una buena sesión de baile en nuestra propia casa.

Así, solo nos queda destacar que una vez más los hábitos de vida saludable, con una alimentación adecuada, huyendo del estrés y practicando ejercicio, son las mejores claves para no engordar en estas semanas de fiesta. El equilibrio está en disfrutar, comiendo quizás un poquito más de la cuenta, pero con medida y sin olvidar las verduras y la comida nutritiva y completa para los días que no son fiesta.

Además, si tienes algún problema de salud o quieres adelgazar, siempre es recomendable visitar a un médico o a un profesional de la nutrición para que cree una propuesta personalizada que se adapte a tus circunstancias concretas. No te dejes llevar por los supuestos milagros que a otros les han funcionado.