Cinco experiencias apetecibles con el viñedo como escenario

Realizar actividades de diversa índole en las bodegas es lo que más se estila aparte del habitual recorrido previo por las instalaciones, viñedos incluidos. Pero además de pisar y conocer la viña, es bastante más apetecible disfrutarla con tiempo y sobre el terreno. Y es este el añadido que van sumando algunas de esas firmas, principalmente las que pueden tenerlo más ‘sencillo’, que son las que cuentan con el viñedo a pocos pasos de la casa social. Es en estos casos que van en aumento planes muy atractivos para el gran público en general como hacer recorridos en bici, a caballo o en quads entre las cepas, hacer senderismo, desayunar en el viñedo o disfrutar del atardecer con alguno de los vinos que salen de esas uvas, dormir una siestecita o sobrevolar esas viñas, sin olvidarnos de las bodegas que empiezan a organizar pequeños conciertos en directo o actuaciones de DJs mientras los visitantes disfrutan de sus elaboraciones, con un picoteo, en los wine bar de las propias bodegas que en verano abren sus puertas también a pie de viña. Ah, y hay que mencionar la posibilidad de participar de una vendimia nocturna, toda una experiencia para los no dormilones… De entre lo mucho existente, cinco ejemplos representativos de lo que se puede encontrar en bodegas de diferentes rincones del país.

En la provincia de Gerona, la Bodega Perelada, además de estar estrenando espectaculares nuevas instalaciones, tiene atractivas propuestas para sus visitantes (https://perelada.com/es/visitas-bodega-perelada). Y a pie de viña ofrece desayunar en una de sus fincas, Malaveïna, y probar el vino que de ella procede. El equipo presenta el territorio en el que te encuentras, en el desayuno son protagonistas los productos ampurdaneses y sin dejar el viñedo se cata la más reciente añada de su Finca Malaveïna, un coupage de merlot, cabernet sauvignon, cabernet franc, garnacha negra y syrah con 22 meses de crianza.

Uno de los planes más apetecibles de las emblemáticas Bodegas Muga, en Haro (La Rioja), es ver la viña desde el aire. Para ello recogen a los visitantes una hora antes del amanecer y el viaje en globo tiene una duración de una hora, aproximadamente, durante la que se recorren los viñedos y campos de la zona, pues están a merced del viento. Una vez finaliza el recorrido, se aterriza y la experiencia finaliza tras un almuerzo tradicional riojano (www.bodegasmuga.com). A día de hoy no es la única bodega que lo hace, pero sí fue de las primeras.

Luego, entre los vecinos de referencia de la milla de oro vallisoletana, Abadía Retuerta, en el municipio de Sardón de Duero, es una de las que cuenta con una completísima oferta enoturística. Planes de temporada para los gustos más variados, pero además con la opción, si se quiere, de personalizarlos (https://www.abadia-retuerta.com/experiencias-unicas). Y con la naturaleza como escenario proponen recorridos privados, aperitivo campero, paseos en bicicleta con picnic… Pero también opciones más especiales como la que llaman “experiencia lavanda”. Consiste en la recolección manual de flores para la posterior extracción de las esencias en un alambique tradicional. Un paseo a pie por su patrimonio natural y por el viñedo que completan con la cata de tres de sus vinos junto a un pica-pica de productos artesanos de la región.

Otra de las celebraciones exitosas que comienza a tomar forma en varias bodegas es la Fiesta de la Vendimia por divertida y apetecible, y que además permite la participación de público de todas las edades. Es el caso de la que volverá a celebrar la salmantina Hacienda Zorita, un festival vinícola que este año tendrá lugar el próximo 15 de octubre y que exige reserva previa (https://haciendazorita.com/experiencias/fiesta-de-la-vendimia/). Una jornada plagada de actividades lúdico-festivas para toda la familia y para lo que, nada más llegar, se entrega a cada participante un delantal, sombrero, tenazas y guantes para poder recoger uvas en las viñas que rodean el antiguo convento dominico que hoy alberga Hacienda Zorita Wine Hotel & Spa. También quien quiera puede vivir el pisado de la uva como se hacía antaño. Actividades seguidas de una barbacoa al aire libre, degustación de los distintos productos que aquí se elaboran, la posibilidad de conocer y probar los vinos de esta casa (Marqués de la Concordia) y un día en el que no faltará la música en directo ni actividades para los más pequeños.

Por último, un plan al atardecer puede ser el que proponen las históricas bodegas riojanas CVNE tanto en el mirador de Viña Real como en Viñedos del Contino, dos de sus grandes marcas (https://cvne.com/visitas/). Las visitas pueden realizar recorridos guiados al aire libre aparte de picnics y catas en sus viñedos. En este sentido, la casa propone su 'Viña Real Experience' en ese estupendo mirador que tienen en mitad de los viñedos de la bodega con vistas panorámicas a La Rioja y las montañas del norte. Se trata de una especie de refugio de madera y metal, integrado en la naturaleza, en lo alto de la colina, y donde tiene lugar la degustación de un picnic campestre con vinos de Viña Real. Espacio donde también, si se prefiere, se puede disfrutar de un brunch dominical con la compañía que uno quiera. Ambos planes, con un aforo reducido a diez personas. Tanto Viña Real como Contino se localizan en la bonita localidad alavesa de Laguardia. Luego, en la bodega que el grupo tiene en Ribera del Duero, BELA (Villalba de Duero, Burgos), incluyen curiosos planes como una ruta por los humedales El Carrascal. Un paseo entre viñas y monte, con llegada a los humedales para avistar aves. Se completa con la degustación de su vino blanco Finca Vallejo Rueda acompañado de un aperitivo campero (https://bodegabela.com/visitas/).