Costilla de Angus y un reserva para celebrar la llegada del verano
El Invernadero de Los Peñotes recibe la temporada de calor con una consolidada oferta gastronómica en la zona norte de Madrid
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Yendo por la Carretera de Burgos, a la altura de una de las urbanizaciones más lujosas de España, se encuentra un refugio gastronómico convertido en oasis para algunos privilegiados que, cada día, hacen un kitktat en la oficina y se acercan a comer algo a este restaurante situado en los antiguos invernaderos del centro de jardinería Los Peñotes.
Allí precisamene recibe Raúl Baudessón, co-propietario del restaurante El Invernadero de los Peñotes, a Rafael Ansón, presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, para crear juntos una nueva armonía con un plato especial de la carta y la oferta de vinos de Marqués de Riscal.
Un restaurante con encanto a dos pasos de La Moraleja
El Invernadero de los Peñotes es, como decimos, un restaurante y lugar para celebración de eventos situado en la Plaza de la Botánica de Alcobendas, un hot spot de la vida social madrileña suficientemente apartado del ruido como para desconectar totalmente, pero todavía en el área de influencia de grandes empresas y de una de las zonas residenciales de lujo de Madrid, como es la urbanización La Moraleja.
Casi nueve años lleva en marcha y está dividido en tres zonas, donde se puede ir a comer o cenar, incluso a tomar un aperitivo o copa, ya que dispone de espacios diferenciados donde en cada momento encontrar tu lugar. “Es un sitio verdaderamente fascinante”, expresa al llegar Rafael Ansón, comentario que hace sentir muy orgulloso a Baudessón, quien explica que está teniendo mucho éxito este restaurante que montaron en los invernaderos, donde antes se hacía la venta especial de Navidad.
Es cierto que transmite mucho encanto la conservación de los elementos estructurales del antiguo invernadero y la obligada -a la par que maravillosa- presencia de las plantas por todas partes. Además, al ser un local situado entre un parque empresarial top y una zona residencial de lujo, está bien planteada la posibilidad de elegir entre comer algo rápido en la barra o los sofás de la zona de la chimenea o acudir a dos comedores, uno más formal que otro, con la idea de que distintos tipos de público se sientan atendidos de forma personalizada, conforme a sus gustos y necesidades.
Un bocado tierno y sabroso
En su visita al Invernadero de Los Peñotes para crear una nueva armonía con los vinos de Marqués de Riscal, Rafael Ansón se interesa por la carta del restaurante, de la que viene bien informado: las carnes son buenísimas. Algo que corrobora su anfitrión: “Aquí la gente pide de todo: carne, pescado… Y alguna entrada. Pero, sobre todo, triunfa la costilla de Angus glaseada sobre patata frita hojaldrada preparada por el magnífico chef del restaurante, Sergio Sánchez-Beato".
Es un plato que, desde el minuto uno, ha tenido un éxito tremendo porque la carne se corta con el tenedor, sin necesidad de cuchillo y es muy sabrosa”. Resuelta la parte del plato, se centran en la copa: "La carta de vinos es un aspecto al que se da mucha importancia aquí”, explica el hostelero, que aclara: “No es una carta larga, además la vamos cambiando con cierta frecuencia y siempre tenemos vinos muy diferentes unos de otros”.
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"Pues bien, pasemos de las musas al teatro", propone Ansón, que se dispone a degustar la costilla acompañándola con el vino XR de Marqués de Riscal, elegido entre diez opciones que pusieron a prueba. Y es que, sostiene el presidente de la Academia, después de probar la costilla tantos vinos, la elección del XR de Marqués Riscal parecía cristalina, y lo explica: “Este vino destacó desde el principio como el más singular. Por eso lo hemos elegido y hemos acertado“.
Armonía de plato y copa ha sido un éxito, pues: “El vino es estupendo, pero sobre todo, va muy bien con la carne, que es lo importante”, sentencia.
XR de Marqués de Riscal, un vino con historia
Se trata de un reserva con 25 meses en barrica de roble americano. En su color, un cereza muy cubierto e intenso, no se detectan apenas signos de evolución. Muy expresivo en nariz gracias a las notas de canela, regaliz y pimienta negra, su complejidad y concentración de fruta madura hacen que apenas se perciba su larga maduración en madera.
Si hay que destacar un punto fuerte es claramente la frescura en boca que aporta y la facilidad para beberse a pesar de su gran estructura, ya que los taninos son pulidos y muy agradables. La estela que permanece en boca es larga y aporta leves recuerdos balsámicos de gran calidad.
XR de Marqués de Riscal, con este nombre tan curioso, supone un homenaje a los maestros bodegueros que han contribuido a forjar una parte de la mejor historia del vino español en Marqués de Riscal. Una curiosa anécdota es la que pone nombre a este vino histórico: cuentan que el enólogo de la bodega marcaba algunas de sus barricas con una tiza con la palabra XR cuando detectaba características especiales, inéditas hasta el momento. El resto es historia.
Yendo por la Carretera de Burgos, a la altura de una de las urbanizaciones más lujosas de España, se encuentra un refugio gastronómico convertido en oasis para algunos privilegiados que, cada día, hacen un kitktat en la oficina y se acercan a comer algo a este restaurante situado en los antiguos invernaderos del centro de jardinería Los Peñotes.