María Santos, la interiorista malagueña que mejor reinterpreta el concepto hotel boutique

El hotel Único, creado por Pau Guardans i Cambó, celebra sus primeros 15 años como estandarte del lujo en formato boutique de Madrid. Para celebrarlo, este cinco estrellas se ha sometido a una reforma integral en espacios, mobiliario y gastronomía para potenciar y actualizar la sofisticación de la que siempre ha hecho gala.

La reforma del Único, que extiende a sus 44 habitaciones y suites, la lidera una de las arquitectas del momento, la malagueña María Santos, que aquí se estrena con su primer proyecto hotelero. Especializada en viviendas de lujo, la también interiorista crea nuevas tendencias huyendo, precisamente, de ellas. Hablamos de una elegancia atemporal que actualiza lo antiguo, se adecúa al gusto contemporáneo y mira al futuro sin cargas. Un estudiado cosmopolitismo para abordar el segundo cuarto de este siglo XXI en consonancia con el presente perfecto de Madrid y el imparable boom de su ocio prémium.

El palacete del siglo XIX que ocupa el Único, en el 67 de la calle Claudio Coello, reabre tras meses de obras para presumir de nueva calidez. Las tonalidades más oscuras se han reemplazado por una paleta de colores naturales, con predominio de luminosos beiges que aportan calma y serenidad. Todo matizado por la inimitable luz de Madrid.

La madera es el otro material protagonista, responsable absoluta del efecto confort. De roble, salpicada en junquillos y molduras, juega combinándose con paredes enteladas en lino hasta el techo. Cabeceros con molduras de media caña y un completo escritorio diseñado ad hoc son clave en el mobiliario de las habitaciones.

Espejos de roble envejecido aportan textura al combinarse con las incrustaciones de latón del frente de los armarios, transmitiendo una sensación de orden y serenidad que facilita el descanso tras un largo día explorando la ciudad gracias a las recomendaciones del fantástico equipo de ‘concierges’.

El carácter clásico y palaciego del edificio se sigue reflejando, sin modificaciones, en su solemne escalera principal, con la imponente obra de Jacinto Moros y una maravillosa pintura de Zuloaga. Todo encaja.

“El Único sigue siendo un clásico —explica María Santos—. Aun renovado, es un hotel que crea tendencia porque, en verdad, nunca llegó a pasarse de moda”.

Nueva oferta gastronómica en febrero

La nueva etapa del Único también lo será en lo gastronómico. Tras 15 años de fructífera y amistosa colaboración, el espacio del restaurante de Ramón Freixa se transforma ahora en un sugerente bistró. Los mejores productos y técnicas siguen dándose la mano en un entorno más casual, perfecto para cualquier hora del día.

Además del restaurante, el bar inglés del Único es un elegante punto de encuentro dentro del barrio de Salamanca; en sus íntimas mesitas se puede desayunar o picotear a lo largo del día. Con la llegada del buen tiempo, todo se abre al jardín y la terraza.