Ana Botella cumple 67 en su búnker marbellí, libre de cargos y despidiendo a su hijo

Ana Botella cumple 67 años alejada de la política que fue su día a día. Ahora, dejados atrás sus años como alcaldesa de Madrid (lo fue entre 2011 y 2015), la vida transcurre más despacio. Desde hace varios años disfruta junto a su marido, el expresidente José María Aznar, de la placidez del clima y las playas malagueñas durante largas temporadas. Y cuando se han cansado de pasear, tomar el sol o zambullirse en las aguas del Mediterráneo siempre pueden volver a la tranquilidad que les otorga esa casa fortaleza que compraron en 2014 y que desde entonces se ha convertido en su refugio vacacional.

La casa se edificó en 1994, veinte años después la adquiría el matrimonio y en 2015 se reformó para que esta vivienda de 365 metros cuadrados estuviera al gusto de la pareja. Según la referencia catrastral, la parcela completa estaría en 2.141 m2.

La villa, de una sola planta, alberga también una piscina. La vivienda está hecha al estilo de las construcciones de los noventa: salón con chimenea mural, cuatro dormitorios -el principal, con baño y vestidor-, un despacho, un porche y un dormitorio de servicio al que se accede desde la cocina. Y todo ello debidamente preservado de las miradas de los curiosos gracias a un muro de 2,30 metros de altura que garantiza una privacidad absoluta. Fue lo primero que pidió el presidente cuando comenzaron las obras de remodelación. En su momento se dijo que el precio final podría haber estado en torno a los 2 millones de euros.

Adiós, Alonso, adiós

Este verano sabe un poco a despedida: el hijo pequeño de Aznar y Botella se va a Estados Unidos a vivir. El menor de los hermanos es consejero delegado de la filial en Iberia y México de la empresa estadounidense de inteligencia artificial Afiniti, y sus superiores han valorado su buen hacer y le han ascendido de escalafón dentro del emporio empresarial para que ocupe un puesto al otro lado del charco, tal como desveló en primicia Vanitatis. Desde que conoció la noticia, Alonso ha intentado aprovechar el tiempo junto a sus padres y también con su hermana Ana y el marido de esta, Alejandro Agag, a los que se ha visto también por la localidad malagueña estos días.

Para una madre siempre es duro separarse de sus 'polluelos' pero no debe de ser el caso de Ana, que ya vio cómo los suyos abandonaban el nido: de hecho, Alonso hace años ya que vive temporadas completas fuera de España por su desarrollo laboral. En los cinco años que lleva en esta compañía, ha vivido a caballo entre España y Latinoamérica. Los próximos dos o tres años los pasará entre EEUU y España.

Libre de cargos

Este extraño verano de 2020 ha traído buenas noticias para la cumpleañera: el Supremo absolvía a Ana Botella y su Junta de Gobierno por la venta de 1.860 pisos sociales a un fondo buitre. Los magistrados desestimaron el recurso interpuesto por la concejal González Fernández contra el auto de 11 de diciembre de 2019, dictado por el Tribunal de Cuentas. La exalcaldesa era absuelta por la venta masiva al fondo Fidere, filial de Blackstone en España. La Sala estimó que la enajenación de las viviendas fue decisión de la dirección de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid en el marco de una situación de acreditada crisis económico-financiera.