Lo que no sabes de Cristina Alcázar, de 'Cuéntame': la gimnasta que soñaba con ser actriz
La intérprete y modelo ilicitana pasó de entrenar ocho horas al día en un pabellón a participar en algunas de las series más populares de nuestro país
De pequeña, cuando no podía dormir, Cristina Alcázar se imaginaba en la cama su propia película y su papel en ella, y así conseguía que viniera el sueño. Nacida en Elche hace 43 años, sus principios estuvieron marcados por la gimnasia rítmica, su gran pasión. Pero un día mientras entrenaba tuvo una epifanía y supo en ese momento que su futuro no estaba en los Juegos Olímpicos, sino en el mundo de la interpretación.
Así llegaron primero las funciones en el colegio y más tarde la Escuela Superior de Arte Dramático en la vecina Murcia. Desde allí haría las maletas para mudarse a Barcelona y de ahí se marchó a Madrid a buscar fama y fortuna.
Fue el conocido musical 'Al otro lado de la cama' el que le abrió las puertas a trabajar con afamados directores como Álex de la Iglesia o Roberto Santiago. Junto a este último ha mantenido su relación de cine más prolífica trabajando codo con codo en películas como 'El penalti más largo del mundo', 'El club de los suicidas' y 'Al final del camino'.
Pero el rostro de Cristina ha brillado especialmente en la pequeña pantalla, pudiendo presumir de haber colaborado en algunas de las series más legendarias de nuestra ficción. Así, ha dado vida a Marina, la profesora de filosofía de 'Física o Química' que tenía el sida, ha aparecido en más de cien episodios de 'Amar es para siempre' y, sobre todo, lleva siendo desde 2006 la inolvidable Juana en 'Cuéntame cómo pasó'.
La alicantina se define como divertida, supersticiosa, excéntrica e ingenua, y a esta descripción podemos añadir que no tiene ningún tipo de complejo a la hora de lucir su cuerpo, ya sea desfilando como modelo en la Pasarela Gaudí, posando para la extinta revista 'Interviú' o desafiando la férrea censura de Instagram con fotos de las que hacen subir la temperatura.
La actriz, que ha cambiado la gimnasia de su juventud por la natación y el aeroyoga, se muestra de lo más polifacético y, además de atreverse con la dirección, también se dedica a dar clases de interpretación y producir obras de teatro.
Muy familiar, reconoce que cuando de joven se marchó de casa hablaba todos los días con sus padres. Unos padres a los que sigue estando muy unida como demostraba durante el confinamiento de 2020, compartiendo unas tiernas fotos de ellos.
"El coronavirus trae también gestos de amor inimaginables", escribía entonces junto a una foto de Jesús el "generoso panadero" tiñendo el pelo a "la bella Emilia", antes de dar las gracias al pertinaz virus "por acercarnos a los nuestros y por hacernos ver de qué estamos hechos".
Más reacia se muestra a compartir su propia faceta íntima en sus redes sociales e incluso en la web de su club de fans se anuncia que nunca se hablará de su vida privada. Pese a que diversas páginas de internet se empeñan en insistir en que está casada aún con el director Roberto Santiago, en una entrevista de hace unos años habla sobre cómo lleva "la separación de su pareja de toda la vida", y ahí se acaban los datos sobre su vida sentimental.
Con el exmarido con el que sí posa y muy a menudo en su Instagram es con Toni Alcántara, el actor al que da vida Pablo Rivero en 'Cuéntame'. Tras muchas idas y vueltas, como las que ha dado el 'my darling' de William Miller, su personaje de Juana está de vuelta una vez más en el entrañable barrio de San Genaro para seguir complicando la vida del padre de su hijo.
Junto al debut de toda una chica Almodóvar como es Kiti Mánver, el suyo es uno de los regresos más esperados junto al de Paquita (Ana Arias) en una serie que vuelve a apostar en su temporada 22ª por tramas muy pegadas a la actualidad y ambientadas a principios de los noventa en unos episodios que estrenan cabecera con la voz de Raphael.
De pequeña, cuando no podía dormir, Cristina Alcázar se imaginaba en la cama su propia película y su papel en ella, y así conseguía que viniera el sueño. Nacida en Elche hace 43 años, sus principios estuvieron marcados por la gimnasia rítmica, su gran pasión. Pero un día mientras entrenaba tuvo una epifanía y supo en ese momento que su futuro no estaba en los Juegos Olímpicos, sino en el mundo de la interpretación.