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A Karlos Arguiñano se le atraganta su negocio de pelota vasca durante la pandemia
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EMPRESAS Y COVID

A Karlos Arguiñano se le atraganta su negocio de pelota vasca durante la pandemia

Afectada de lleno por la pandemia, la empresa deportiva del cocinero no supera por ahora la crisis sanitaria. Las cuentas reflejan números rojos y descenso de ingresos

Foto: Karlos Arguiñano. (EFE / Juan Herrero)
Karlos Arguiñano. (EFE / Juan Herrero)

Karlos Arguiñano encontró en la televisión un salvavidas que se ha convertido ahora en una mina de oro. El cocinero tiene inversiones en sectores muy diversos, ganancias que le han permitido cumplir algunos sueños, como convertirse en el propietario de uno de los clubs de pelota vasca más importante de Euskadi. Pero no siempre las cosas siguen el camino esperado y la pandemia le ha cambiado las tornas a su empresa más sentimental.

Mientras el resto de sociedades de Arguiñano salen victoriosas de la lucha contra la crisis sanitaria, su compañía, Baiko Kirola SL, no ha conseguido, por el momento, superar el envite. No al menos por el momento.

placeholder El cocinero Karlos Arguiñano. (Atresmedia)
El cocinero Karlos Arguiñano. (Atresmedia)

La sociedad acaba de presentar las cuentas de 2020 y el resultado es negativo. La empresa tuvo unos ingresos de 2,3 millones de euros, un millón menos que en los ejercicios anteriores, lo que se traduce en unas pérdidas de 146.637 euros. Desde Vanitatis hemos contactado con las empresas de Arguiñano, pero no hemos logrado respuesta. Sin embargo, hemos tenido acceso a la memoria económica, en la que se advierte de la situación sanitaria y se señala que se esperan beneficios “futuros” con lo que justifican las pérdidas al momento económico y social que vivimos.

"A toda la plantilla"

Lo recuerdan, además, claramente: “El 12 de marzo de 2020, ante la evolución de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, se suspendieron todo tipo de festivales deportivos y campeonatos en la disciplina de pelota a mano. Dicha suspensión afectó a toda la plantilla de la empresa ya que su dedicación profesional se encuentra directamente relacionada con la celebración de estos eventos deportivos”.

Foto: Karlos Arguiñano, en una imagen de archivo. (Atresmedia)

Y añaden que “en consecuencia, la Sociedad tramitó en fecha 16 de marzo de 2020 un ERE por fuerza mayor que afectó a la totalidad de la plantilla. El ámbito de afectación de la situación de fuerza mayor descrita alcanzó a todos los ámbitos y personal de la empresa, a los propios deportistas profesionales (pelotaris profesionales) así como al personal técnico-deportivo y administrativo. Esta situación de ERE por fuerza mayor se mantuvo hasta el 19 de junio de 2020”.

"Más fuertes"

Un año antes, en 2019, Arguiñano presentó Baiko como un nuevo grupo deportivo que integraba las estructuras de otras dos empresas dedicadas a la pelota vasca y la escudería de motociclismo de velocidad ARG Racing Team. “Queremos ser más fuertes para ser mejores”, contaban entonces. En los planes del cocinero entraba impulsar un proyecto de pelota femenina e incluso abrir gimnasios y centros deportivos dedicados al fitness. La pandemia, como hemos visto, lo paró todo.

Foto: Karlos Arguiñano, con el recetario 'La cocina de tu vida'. (EFE/Juan Herrero)

Lo que no pudo frenar la pandemia fue la guerra en el seno del mundo de la pelota vasca, una batalla que ha empañado tanto a Baiko como a Aspe, su principal rival. Juntos cuentan en sus nóminas a los mejores pelotaris de Euskadi, Navarra y La Rioja, empleados que se han pronunciado contra el anuncio de Baiko de rebajar el sueldo a sus trabajadores un 20%. Por mucho que incluso aparezca en las cuentas anuales que la pandemia ha pasado factura a los números, los pelotaris se manifestaron molestos con las medidas.

Foto: Karlos Arguiñano, en una fotografía para la presentación de su libro. (EFE)

Así, a finales de 2020, los pelotaris de Baiko fueron a la huelga en protesta por los recortes, una decisión que consideraba que precariza su deporte. Hay que tener en cuenta que muchos de los pelotaris no pueden vivir de su profesión deportiva por la falta de medios y algunos denuncian que hasta tienen dificultades para llegar a ser mileuristas.

“El caso es que Baiko lleva muchos años ganando mucho dinero gracias a que esta empresa y Bainet, propiedad de Arguiñano, se llevan alrededor de dos terceras partes de los casi tres millones y medio de euros anuales que invierte la tele pública vasca ETB", denunció el noviembre pasado uno de los pelotaris a un medio local.

Foto: Karlos Arguiñano, en una imagen de archivo. (EFE)

Y mientras la inversión deportiva de Arguiñano trata de superar sus diferentes dificultades, el resto de empresas van a velocidad de crucero pese incluso a la pandemia. Lo contábamos en estas páginas, el cocinero y su esposa, María Luisa Amestoy, son los accionistas mayoritarios de Baiko a través de su holding Bainet Taldea SL. La pelota vasca es una de sus múltiples inversiones, como la hostelería, la edición de libros, los juegos de azar, las webs de noticias, la producción televisiva, la restauración... Arguiñano ha sabido invertir lo que ha ganado trabajando duro en las cocinas y en la pequeña pantalla, y ha construido un rascacielos empresarial que, a sus 72 años, le enorgullece.

Foto: Risto Mejide, en una imagen de archivo. (Getty)

Desde hace un par de años, su equipo está llevando a cabo una reestructuración del conglomerado empresarial, agrupando bajo el ancho manto del holding familiar que administra Amestoy, a todas esas empresas que se han ido formando con el tiempo. La marca más visible del matrimonio Arguiñano es el Grupo Bainet, una de las productoras más sólidas de la televisión actual, que desarrolla diferentes actividades dentro del área de la comunicación, como la producción para cine y televisión, la generación de contenidos para internet o nuevas plataformas tecnológicas. Y desde Baiko Kirola SL apuntan a que tras la pandemia, también esta sociedad podrá reflejar la buena marcha de las inversiones del cocinero. Necesitan, dicen, tiempo.

Karlos Arguiñano encontró en la televisión un salvavidas que se ha convertido ahora en una mina de oro. El cocinero tiene inversiones en sectores muy diversos, ganancias que le han permitido cumplir algunos sueños, como convertirse en el propietario de uno de los clubs de pelota vasca más importante de Euskadi. Pero no siempre las cosas siguen el camino esperado y la pandemia le ha cambiado las tornas a su empresa más sentimental.

Karlos Arguiñano
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