Todo lo que no viste: así fue la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot dentro del palacio

El palacio del marqués de Mirabel forma parte de la vida emocional y afectiva de la familia Falcó. Aquí se casaron los padres de Álvaro, Marta Chávarri y el marqués de Cubas, su prima Xandra Falcó con Jaime Carvajal y otros parientes cercanos del organigrama nobiliario.

Uno de los últimos viajes que Fernando Falcó hizo antes de que se cerrara el mundo por la pandemia fue precisamente a Plasencia para supervisar “su casa”, como denominaba al monumento familiar. Su figura y su recuerdo estuvieron muy presentes durante todo el fin de semana, como aseguraban muchos invitados. Rafael y Antonio, Los del Río, que han estado en los momentos más significativos de la vida de la familia Falcó Fernández de Córdoba, lo confirmaban: “La esencia y energía del marqués de Cubas sobrevolaba el palacio. Ha sido una boda muy entrañable y preciosa. Nosotros estuvimos en el bautizo de Álvaro, en el de Tamara y en las dos bodas, en la del marqués de Cubas con Marta y en la de Carlos con Isabel Preysler”.

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Esta vez, al ser la capilla muy pequeña y solo haber sitio para los padrinos y testigos, el dúo sevillano no pudo cantar "La Salve". La música corrió a cargo de un grupo muy reducido de cantantes que interpretó varios temas góspel. En el momento de las peticiones, el marqués de Cubas volvió a estar presente en las oraciones. Una vez terminada la misa comenzó el jolgorio, que duró hasta la noche.

Como curiosidad, cabe señalar que Marta Chávarri y Philippe Junot, madrina y padrino respectivamente, se dejaron ver lo justo. No hicieron el paseíllo y accedieron al palacio desde el parador donde estaban instalados. Según contaban, esta invisibilidad tenía dos razones: no quitar protagonismo a los novios al ser dos personajes con un interés mediático importante y poder preservar el reportaje pactado, junto con el poco interés de ambos de volver a ser el foco central.

En el caso de Marta, era su primera salida pública desde que decidió vivir retirada del ambiente social que antes frecuentaba. Como adelantó Vanitatis en exclusiva, la que fuera Lady España lució un diseño de la firma TOT-HOME. Se trataba de una túnica corta en gran crepe de seda azul marino con aplicaciones bordadas en plumas de avestruz en las mangas y un pantalón palazzo.

El convite estaba organizado de tal manera que los novios y los invitados jóvenes ocuparon la galería del primer piso del patio central del palacio. Las mesas estaban dispuestas en lo que se denomina 'mesas imperiales' y con el nombre de ciudades españolas (Ronda, Palma…), con un significado importante en la vida de los recién casados.

La vajilla en dos colores (gris y rosa), en la que se sirvió el almuerzo del chef Mario Sandoval, llevaba la firma de La Cartuja. Un menú compuesto por huevo con trufa, lubina salvaje del Mediterráneo, cochinillo y, de postre, pastel de limón para los hombres y chocolate lacado para las mujeres. Una de las cosas en las que coincidieron los invitados fue el impecable servicio de Sandoval y su equipo.

“Éramos muchísimos y los platos llegaban calientes. Impresionante”, cuentan Los del Río, que compartieron mesa en una de las salas con Cary Lapique y Carlos Goyanes. Marta Chávarri tuvo la suya con sus hermanas; Philipe Junot, con sus amigos y su ex mujer, Nina Wendelboe, madre de Isabelle.

El regalo de Los del Río fue amenizar la boda, igual que hicieron Machucamba, formado por sus hijos Carolina, Antonio y Rocío. Les cantaron “La Macarena”, pero con letra exclusiva para ellos, y por supuesto el “Sabor especial”, esta vez centrado en Plasencia y no en Sevilla. La novia, que para la celebración se cambió de estilismo y lució un segundo diseño nupcial, bailó al son de sus voces rodeada de sus invitados.

Tamara Falcó, prima del novio, fue una de las más animadas. “Estaba feliz y encantada con nosotros. Nos quiere mucho y nosotros a ella”, explican Antonio y Rafael a Vanitatis. Como detalle, señalar que algunas de las invitadas llevaban modelos diseñados por ella, una colección que presentará la semana que viene. Su novio, Iñigo Onieva, no pudo estar con ella en la preboda pero no faltó en el día del enlace. Al igual que Tamara, no se dejó ver. La pareja se mantuvo en el interior del palacio todo el tiempo y allí se arreglaron para disfrutar de este gran día.