El último adiós a Juan Diego: familiares y amigos despiden al actor en el tanatorio de San Isidro

Ha sido uno de los grandes actores del cine español y por eso era de esperar que, tras conocerse su muerte e instalarse la capilla ardiente, muchos amigos y familiares del actor Juan Diego quisieran acercarse a darle el último adiós. Y eso ha empezado a suceder a partir de las 14:00 horas de este jueves, 28 de abril, hora en la que se instalaba en el tanatorio de San Isidro de Madrid.

Entre los primeros rostros conocidos que se acercaban para despedirse de su amigo y compañero estaban los actores Hugo Silva, Michelle Jenner y Paco Tous. Los tres coincidieron con el fallecido en la popular serie ‘Los hombres de Paco’, en la que Juan Diego interpretaba al comisario Don Lorenzo, uno de los personajes más recordados de la serie debido a las épicas broncas que echaba a los agentes de policía.

Juan Diego era académico, tenía tres premios Goya –por 'El rey pasmado', 'París Tombuctú' y 'Vete de mí'– y había recibido la Medalla de Oro de la Academia de Cine. Ha sido una presencia en la escena cinematográfica y teatral constante, de ahí que muchos de los rostros conocidos que se acercaban en esta plomiza tarde madrileña, que alternaba nubes grises y pequeños chubascos, hayan sido representantes del séptimo arte.

Una vida dedicada a la escena

Nacido en la localidad sevillana de Bormujos en 1942, el actor –al que sus seres queridos llamaban Juanito–se marchó a estudiar a Sevilla para escapar de las faenas del campo. La primera vez que se subió a un escenario tenía quince años y ya no volvió a bajarse nunca.

Llegó a la capital madrileña con muy pocos recursos, pero pronto arrancó una carrera que comenzó realizando todo tipo de papeles en Televisión Española y que culminaría con gran cantidad de apariciones en televisión, más de cincuenta películas, veintidós obras teatrales y un enorme número de galardones.

Además de su carrera interpretativa, Juan Diego tuvo siempre un gran conciencia política y desde muy joven militó en el entonces clandestino Partido Comunista de España. También sería uno de los cabecillas de la huelga de actores que reivindicaba la reducción de la jornada laboral para los intérpretes teatrales y en la que Lola Flores terminaría sacando del calabozo a Rocío Dúrcal, otra de las más activas líderes de aquellas reivindicaciones.

Hoy, muchos compañeros de profesión, como Víctor Clavijo o María León, le mandaban mensajes de recuerdo desde sus redes sociales.