Pelayo Díaz: "Lo nuestro es un 'business'. Es bonito y aterrador a partes iguales"

Desde su divorcio de Andy McDougall no se le había conocido pareja a Pelayo Díaz. Este fin de semana en que el asturiano ha participado en los Internacional Influencer Awards, primer encuentro internacional de creadores de contenido en España, ha sorprendido a todos acudiendo acompañado de su nueva pareja. A él le dedicó, micrófono en mano, su premio en la categoría de moda, haciendo pública así una relación con la que parece estar feliz.

¿Pero quién es el misterioso acompañante de Pelayo? Vanitatis tiene todos los detalles. Se llama Gal Marom y, con más de diecisiete mil seguidores, aunque es product manager en tech, su contenido comienza a ser muy reconocido. Se dedica al lifestyle y a los viajes y, a juzgar por las imágenes que comparte, no se le da nada mal la fotografía. Además, vive entre Londres y Madrid. Esto último quizá sea a consecuencia de haber conocido a Pelayo, con el que ya ha viajado a varias ciudades.

Se desconoce en qué momento empezaron su relación, pero es evidente que ya es algo sólido y no solo porque le haya dedicado un premio de manera pública, también porque han compartido fin de semana con más amigos y Gal parece estar muy integrado en el círculo de su pareja. Ellos no se sorprendieron nada ante las palabras del influencer en el escenario. También hace meses que los comentarios cariñosos entre ellos son una constante en Instagram.

Premiado, enamorado… No cabe duda, Pelayo está pasando por un muy buen momento. Disfruta de su trabajo, tiene proyectos en mente y siente que cada vez se valora más su labor. Hablamos con él sobre el papel de los influencers hoy en día y cómo han cambiado las cosas desde que él empezó.

Primeros premios internacionales que se celebran en España y aquí estás, ¿cómo lo estás viviendo?

Es una satisfacción que se reconozca la labor que tenemos en la sociedad y nuestro impacto positivo. Creo que ha tenido mucho que ver la pandemia. Las redes sociales jugaron un papel muy importante, la gente se dio cuenta de que a través de ellas podía hacer deporte, cocinar… La creación de contenido por fin se está valorando.

En estos premios se han reunido compañeros de muchos países, ¿has desvirtualizado a alguno que te haya hecho especial ilusión conocer?

A la mayoría ya los conocía de otros viajes, y los que son más jóvenes se mueven en otra liga. Ha sido fantástico porque es un punto de encuentro también, es como cuando ibas de convivencias en el cole y cambias impresiones y hablas de algo en común. Tiene cosas muy buenas un fin de semana como este.

"Empecé como una manera de documentar mi vida porque estaba viviendo un sueño"

No hace mucho apareciste en la lista Forbes como una de las personas más influyentes de nuestro país, ¿cómo te sientes al respecto?

Todo reconocimiento es un gusto. Cuando empecé en este hace 15 años no lo hice para recibir premios y reconocimiento. Lo empecé como una manera de documentar mi vida porque estaba viviendo un sueño, había entrado en la universidad que quería, vivía en la ciudad que siempre había soñado, estaba conociendo a gente increíble… y fue casi como un acto de generosidad, de sentir que lo tenía que contar para que quien no tuviera la posibilidad viviera a través de mí lo que me estaba pasando. Ahora es más un negocio, todo está más profesionalizado y medido, yo soy un poco más de la vieja escuela, así que estar en una lista de personas de tanto éxito para mí es un reconocimiento.

Cada día se valora más, cómo tú bien explicas, el papel del influencer, pero también hay mucha gente que opina que esto es un boom y que terminará. ¿Tú qué piensas?

Llevo años escuchando eso y, sinceramente, yo creo que es como si yo hablara de una profesión que no entiendo y dijera: "Uy, cuando esto se acabe...". Yo creo que lo ‘malo’ de esta profesión es que todo el mundo puede tener una opinión porque todo el mundo lo puede consumir muy fácilmente desde su teléfono. Lo que me molesta es la gente que desearía que esto se acabara, porque nos ven disfrutando la vida, teniendo éxito, trabajando en lo que nos gusta… y para según qué personas debe ser duro ver que otra gente es feliz en su trabajo. A mi generación se nos empezó a valorar en el momento en el que nos sentaron en un 'front row' al lado de Anna Wintour hace diez años.

¿Sientes más presión ahora de cara a comunicar respecto a tus comienzos?

Pues es que antes como no estaba profesionalizado era algo que hacías por gusto, para entretener a tus seguidores, antes tenías otro trabajo al margen de ser blogger o de crear contenido y ahora es como 100% business, con tablas métricas, reels, impresiones… Está todo medidísimo y hay mucha más presión, sí. Es un business y es bonito y aterrador a partes iguales.

"Cuando me dicen 'tú me inspiraste a salir, a buscar mi sueño o a viajar'… Hay gente a la que de verdad tú le abriste un mundo"

¿Cómo sientes tú que influyes en la sociedad española?

Lo más bonito que a mí me escriben siempre es cuando me dicen: "Jo, yo vivía en esta ciudad o en este pueblo y tú me inspiraste a salir, a buscar mi sueño o a viajar…". Hay gente a la que de verdad tú le abriste un mundo porque pensaron que no era posible hasta que vieron que tú lo podías hacer, y eso es la mejor inspiración o influencia que tú puedes aportar a una persona.

Tú también has abierto las puertas a muchos influencers masculinos porque fuiste uno de los primeros, ya que en un principio parecía que este mundo era más para mujeres. ¿Crees que ahora hay más cabida para los hombres?

Es verdad que parece que era un mercado más para mujeres, al final la industria de la moda y la belleza tiene mucho más desarrollo hacia el lado femenino que el masculino. Poco a poco, los hombres también estamos entrando y nos gusta vestirnos bien y cuidarnos, y creo que también han visto eso y su lugar en el mercado. La moda también está diluyendo mucho esa línea que había antes tan marcada entre hombre y mujer.

¿Qué objetivos profesionales tienes? ¿Qué te queda por hacer?

Me gustaría hacer algún programa de moda porque creo que en España falta un poco el seguir con ese tema. Es verdad que se intentó en ‘Cámbiame’ y hay otros programas de moda, pero creo que falta uno donde la moda no se vea como algo tan lejano, tan elitista, sino como algo en lo que pueda participar más gente.

Antes comentabas que ‘no todo contenido vale’, pero ¿todo el mundo puede ser influencer?

Sí, no creo que haya requisitos, creo que hay que tener algo que contar. Hoy en día hay tantas redes sociales, tantas formas de ser influencer, que creo que hay un lugar para todo el mundo. Hay tantas opciones que ¿por qué no? Si tienes algo que contar, me parecería aburrido que hubiera requisitos.

"Lo bonito de esto está en que somos nosotros mismos, tú no puedes estudiar cómo ser tú mismo"

¿Crees que esto se va a llegar a profesionalizar tanto que se estudie como una carrera universitaria?

Pues creo que eso mataría muchísimo la improvisación, y lo bonito de esto está en que somos nosotros mismos, tú no puedes estudiar cómo ser tú mismo. Quizá podría estudiarse cómo crear contenido, pero cualquier otra cosa mataría la magia.

¿Entre vosotros hay rivalidad o reina el compañerismo?

Yo no siento rivalidad en esta profesión. Hay gente que conozco y otra que no, pero no noto rivalidad.

¿Tú haces el ejercicio de googlearte a ti mismo?

Sí, claro. Uno tiene que tener control sobre lo que se publica y también hacer autocrítica si es necesario.

Si te googleas hoy, casi todo lo que sale tiene que ver con las palabras que dedicaste a David Delfin el día del aniversario de su muerte. ¿Cómo crees que vive su legado a través de la gente que le quería?

Bueno, aparte del inmenso legado que dejó en tantas colecciones y obras que creó, en la cantidad de personas que él nos presentó y que seguimos recordándole día a día. Para nosotros sigue aquí.