Inés Sastre: la hamburguesa que le cambió la vida, sus parejas y el "me llevaba mejor con Carla Bruni"

Discreta, incluso misteriosa, amante del golf y de la cultura. Son solamente algunos de los adjetivos que describen a Inés Sastre, tal y como ella misma nos ha dejado conocer a lo largo del tiempo que lleva siendo protagonista de la crónica social. Nacida en Valladolid el 21 de noviembre de 1973, la fama le llegó cuando era una preadolescente que, aunque madura para su edad, todavía no tenía claro cuál sería su futuro y mucho menos imaginaba lo que el destino le guardaba y todo lo que ha llegado a ser, décadas después.

Tenía 12 años cuando ganó un concurso publicitario de una famosa cadena de hamburgueserías estadounidenses. Su sonrisa cautivó al director Carlos Saura, que no pudo resistirse a su gracia y encanto mientras comía una hamburguesa y acabó ofreciéndole un papel para su obra 'El dorado'. Un trabajo que lo cambió todo, pues con tan solo quince años ganó el premio a la mirada del año y consiguió un contrato con la prestigiosa agencia de modelos Elite.

Criada en el seno de una familia de alto poder adquisitivo, Inés estudió en un colegio de monjas bilingüe español-francés y, aunque siendo muy joven logró lo que a muchas otras les hubiese gustado, siempre tuvo claro que su educación iba por delante. No dudó en frenar su carrera como modelo para cursar sus estudios universitarios en París, concretamente en la Universidad de La Sorbona, donde se licenció de Filología Francesa.

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De aquellos años, Inés guarda buenos recuerdos y fue a esa ciudad, precisamente, donde decidió mudarse y construir su vida durante muchos años, forjando grandes amistades, antes de instalarse de nuevo en Madrid. Los 90 fueron su década dorada porque, más allá de recuperar su faceta de modelo y convertirse en una auténtica estrella internacional, probó suerte como actriz y no le fue nada mal. Sobre su trabajo junto a las tops models más icónicas de aquellos tiempos y en declaraciones al programa de La 2 'La matemática del espejo', Inés ha confesado que "me llevaba mejor con Carla Bruni que con Claudia Schiffer, aun así todo el mundo era muy gentil".

Ya en el cine, Sastre puede presumir de haber compartido reparto con estrellas internacionales como Gérard Depardieu, Christopher Lambert, Andy García o Bill Murray, aunque lo cierto es que de su última película, han pasado ya quince años. Como indican desde 'La matemática del espejo', son varias las décadas que lleva alejada del foco mediático y, según demuestra en su perfil de Instagram, no ha sido menos feliz en todo este tiempo.

Un programa en el que, por cierto, la vallisoletana dejaba clara su opinión respecto al uso del Photoshop, tan habitual en las imágenes que muchas firmas o revistas hacen a sus modelos. "A veces no me he sentido cómoda y he dicho: 'Bueno, es igual, es una fotografía más, pero es cierto que se os ha ido la mano". Ella es partidaria de mostrarse al natural, tal y como hace en sus redes sociales, donde comparte algunos de sus planes con sus casi 70.000 seguidores. Sobre este asunto en su reciente charla con Carlos del Amor, presentador del citado espacio, habla con orgullo de su profesión y no deja de demostrar admiración por sus compañeras. "Si las ves desnudas por ahí detrás... Yo miraba y decía ¡guau! Realmente espectaculares. Porque ahora hay Photoshop y no Photoshop, pero esas eran guapas de verdad".

La actriz y top model también ha hablado sobre el uso de las redes sociales. Confiesa que le dan "un poco de miedo", pues cree que pueden escaparse al control. "Antes tenías tus revistas, entonces la gente miraba, ahora todo es más veloz". Ella ha sucumbido al poder de Instagram, aunque sin obsesionarse: "Publico más o menos lo que voy haciendo, o fotos antiguas que mezclo con actuales".

Inés Sastre, aunque se autocalifica como "una de las primeras influencers, sin saberlo", prefiere tener un perfil más personal y alejarse así de la imagen de los instagramers: "No es muy profesional, pero es que tampoco es mi trabajo".

Volviendo a su vida diaria, la actriz ha centrado todos sus esfuerzos en el cuidado y la educación de su único hijo, Diego. "La maternidad se ha normalizado en mi profesión, pero si realmente quieres ocuparte, es complicado. Yo, desde el nacimiento de mi hijo, nunca más he vuelto a hacer cine, por ejemplo". Un joven que, recientemente, hacía la confirmación, como su orgullosa madre nos dejaba ver y que nació fruto de su relación con el italiano Alex Corrias. "Me hubiese dado un ataque de nervios con una hija, estoy tan contenta de que sea niño. Los niños quieren más a su mamá", ha alegado en 'La matemática del espejo'.

La modelo siempre ha dejado claro que fue un niño muy deseado y que, beneficios y limitaciones a un lado, siempre ha conocido la fama de su madre. "Mi padre siempre me dijo: ¡Por favor, no pixeles al niño!", recuerda la modelo en el programa de La 2. "Yo creo que es una cuestión de educarle con normalidad, no le he tenido escondido. De la misma manera que yo he ido creciendo con mi fama, mi hijo ha ido creciendo con la fama de su madre".

Aquel matrimonio con Alex Corrias, padre de su hijo, apenas duró un año, y unos meses más tarde la vallisoletana rehacía su vida sentimental con el actor francés Gregory Reznik. También estuvo con el músico Gabriel Grégorie y con el presentador Jean Luc Delarure, quien falleció a causa de un cáncer de estómago.

No en vano, no son los únicos nombres que forman parte de su currículum sentimental. Durante su juventud, Inés Sastre mantuvo un romance con Luis Alfonso de Borbón, con quien ahora mantiene una relación de amistad. Después de él vinieron Nicolás Vallejo-Nágera y el empresario multimillonario Antonio Fournier Conde. A punto estuvo de casarse con el aristócrata belga Michel de Maleingrau d'Hembrise, aunque la cosa no llegó a buen puerto. Tras él llegó Nick Carter, un empresario británico con el que estuvo diez meses. Además, en su historial encontramos a dos golfistas: el escocés Colin Montgomery y el español Juan Andrés Vizcaya.

Amores aparte, no todo ha sido un camino de rosas en la vida de Inés Sastre. Sin ir más lejos, en 2021 recibía la peor de las noticias: la muerte de su padre. La noticia llegaba pocos meses después de que Inés regresara a vivir a Madrid junto a su hijo Diego, tras más de tres décadas instalada en París. Sus padres, Eduardo Sastre y Candelas Moratón, se divorciaron cuando era pequeña, poco antes de que comenzara a trabajar en el mundo de la moda

Entonces, fueron sus aficiones lo que la ayudaron a superar el amargo trago. Entre ellas, pasar su tiempo de ocio en Sotogrande donde practica uno de sus deportes favoritos, el golf. También es una fan absoluta de la hípica y de la natación, además de una habitual en las exposiciones de pintura, donde se detiene especialmente ante los cuadros de Picasso y Velázquez, sus dos pintores preferidos.