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Catipoato, la finca de la felicidad interrumpida de Jorge Negrete y María Félix
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MARCADA POR LA TRAGEDIA

Catipoato, la finca de la felicidad interrumpida de Jorge Negrete y María Félix

En esta casa tuvo lugar la boda de dos de los artistas más míticos de la Época de Oro del cine mexicano. Pero el sueño duró solo un año

Foto: Foto de María Félix y Jorge Negrete, en un altar diseñado por la embajada de México en Marruecos. (EFE/Fátima Zohra Bouaziz)
Foto de María Félix y Jorge Negrete, en un altar diseñado por la embajada de México en Marruecos. (EFE/Fátima Zohra Bouaziz)

La relación entre el mítico cantante y actor mexicano Jorge Negrete y la diva del cine del mismo país María Félix no comenzó con buen pie cuando se conocieron en 1943 durante el rodaje de la película ‘El peñón de las ánimas’.

En aquel momento, ella no era ni la mitad de famosa que él y, según cuentan, Negrete le hizo la vida imposible a una actriz a la que consideraba demasiado novata para aquel papel. Gloria Marín, su pareja en aquellos tiempos, habría sido, según el criterio del actor, la persona ideal para protagonizar aquel largometraje.

Foto: Mario Moreno, Cantinflas, en una imagen de archivo. (Getty)

Los tira y afloja entre ambos duraron una década hasta que los dos limaron asperezas cuando Jorge Negrete, como presidente del ANDA (Asociación Nacional de Actores), tuvo que rendirle un homenaje a María Félix como la actriz mexicana más importante de la época. Para sorpresa de todos, semanas después los conocidos como el Charro Cantor y La Doña, dos celebridades adoradas en su país, anunciaron compromiso de boda.

Su enlace, a punto de cumplir 70 años, se llevó a cabo el 18 de octubre de 1952 y se convirtió en uno de los eventos sociales más sonados de la Época de Oro del cine mexicano. El acontecimiento continúa siendo hoy mítico en México. El país entero se paralizó para escuchar por la radio todos los detalles que fueron retransmitidos.

Tanto la ceremonia como la posterior celebración se llevaron a cabo en una de las propiedades de La Doña, en la llamada finca Catipoato, ubicada en la calle Matamoros número 1 de la alcaldía Tlalpan, la cual cuenta con un paisaje natural excepcional de bosques y vista panorámica de la pirámide de Cuicuilco. Finca Catipoato es hoy un punto obligatoria de visita turística en la región.

María Félix, La Doña, adquirió la casona poco tiempo antes de contraer matrimonio con Negrete. Según confesó ella misma, le puso el nombre de Catipoato porque significaba ‘casa de la felicidad’ en tarasco, lengua perteneciente a un grupo indígena del estado mexicano de Michoacán.

Cuenta con una entrada en la que hay una glorieta con una espectacular fuente y espacio para que puedan aparcar 20 vehículos. Además, posee 2.000 metros de jardín, un salón de fiestas y un bar. Además de 4 dormitorios con vestidor y baño, posee otros 4 en un área de servicio. También destacan un gran salón, un comedor con chimenea y la biblioteca. Muy llamativos son los suelos y techos de madera, así como una terraza techada que da al jardín y que está decorada con coloridas vidrieras con pavos reales.

En 1952 hizo su triunfal entrada María Félix en su finca, montada en un Cadillac que la había trasladado hasta allí desde el hotel Regis, y luciendo un vestido rosa que había sido confeccionado por uno de los diseñadores más importantes de la época, Armando Valdés Peza. Un centenar de personas la recibieron con gran entusiasmo a su llegada a Catipoato, donde un Jorge Negrete vestido con un traje de charro en tonos marrones la esperaba.

Ambos lograron celebrar una boda en la que México se respiró en todos los detalles de la misma. No faltaron los brindis con pulque curado y tequila, y el menú constó de enchiladas, mole poblano, quesadillas, tacos de huitlacoche, barbacoa, carnitas y chicharrón.

Los 500 invitados, entre los que se encontraban personalidades tan destacadas como Diego Rivera, Frida Kahlo u Octavio Paz, entre otros políticos y artistas de la época, pudieron disfrutar de la voz inigualable y admirada de Jorge Negrete, que no pudo resistirse a entonar algunas canciones para amenizar la velada.

Los recién casados disfrutaron de su luna de miel en Chapala, Jalisco, en el Hotel Nido, y María Félix recibió de manos de Negrete un impresionante regalo: un lujoso collar de esmeraldas.

Poco le duró la felicidad a la pareja. Apenas un año después de pronunciar el 'sí, quiero', Jorge Negrete falleció, dejando viuda y sumida en una gran tristeza a María Félix.

Negrete se encontraba en Los Ángeles en el momento de su fallecimiento. Mientras asistía a una pelea del boxeador mexicano Raúl Macías, se le reventó una de las varices del esófago y estómago. Fue trasladado al Hospital Lebanon Cedars, donde permaneció en coma durante varios días. El 5 de diciembre de 1953 Negrete falleció a los 42 años de edad. Aquella fecha se impuso luto nacional en México.

Tras lo sucedido, María Félix no dudó en deshacerse de la finca Catipoato, el lugar donde había sellado su amor con Negrete y que ahora se le hacía insoportable y vacío.

En 1985, el empresario Pedro Ramírez Campuzano adquirió la vivienda de la familia Medinilla, quien a su vez la había adquirido de María Félix en los años 50.

La relación entre el mítico cantante y actor mexicano Jorge Negrete y la diva del cine del mismo país María Félix no comenzó con buen pie cuando se conocieron en 1943 durante el rodaje de la película ‘El peñón de las ánimas’.

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