Qué ha sido de Manuel Iborra, el único marido de Verónica Forqué y padre de su hija

Una pregunta rondó la cabeza de todos cuando, hace un año, la noticia de la muerte de Verónica Forqué copó los medios. ¿Qué había sido de Manuel Iborra, su exmarido y padre de su hija María? Pregunta lógica, ya que fue la ruptura del director y la actriz la que desencadenó en ella una profunda depresión. Según publicó 'The Objective' hace casi un año, el realizador vive desde 2015 en Cádiz, ciudad en la que ha rehecho su vida.

Este 2022, por ejemplo, ha estado bastante ocupado. A finales del pasado mes de octubre, Iborra presentó, en la Seminci de Valladolid, el documental 'La soledad del director de fondo'. Indirectamente, este trabajo tiene mucho que ver con la propia Verónica Forqué. Según el escrito de la página oficial de la Seminci, en la película otro director, Fernando Colomo, "habla de por qué quiso ser director de cine, de la Nouvelle Vague, de sus directores favoritos y de lo que significa el cine en su vida. Pero, sobre todo, del oficio de director de cine", algo que el propio Iborra conoce muy bien. Y, además, se trata de algo que compartía con la propia Forqué, que trabajó con Colomo en 'Bajarse al moro' y en 'La vida alegre', la película por la que obtuvo su primer Goya como actriz protagonista. De hecho, durante el documental, en el repaso a la filmografía del director, se acaba mencionando a la recordada actriz.

Forqué e Iborra compartieron Bombón Helado SL, fundada en 1994 y dedicada a la producción de cine y artes visuales. La productora dio grandes alegrías a la actriz y a su marido, con el que se casó en 1981. La más grande de todas, que llegó un año después de su creación, fue la serie 'Pepa y Pepe', que se emitió a lo largo de 1995 en Televisión Española. La serie nació un mes de enero de hace casi 28 años y supuso el antídoto gamberro y realista a la edulcorada 'Médico de familia', emitida el mismo año. La serie estaba protagonizada por ella y contaba con guion y dirección de Iborra. Su humor ácido y una trama lejanamente inspirada en la telecomedia norteamericana 'Roseanne' servían para mostrar las tribulaciones de una familia obrera española sin risas enlatadas, sin los topicazos y los lugares comunes de otras sitcoms de su mismo planteamiento.

Forqué encarnaba a Pepa, “maruja y un poco ordinaria”, tal y como ella misma la definió. Un personaje que siempre ve telebasura sin parar y cuida de su familia, integrada por algunos de los mejores actores del cine y la televisión española. Tito Valverde era Pepe, típico buenazo que trabaja pintando muñecas y no tiene ninguna autoridad en su casa. María Adánez encarnaba a María, una chica superficial y con pocas luces que quiere ser actriz. Silvia Abascal era la Lisa Simpson de su familia, pero a la española y con más mala leche. Dos años más tarde, prácticamente el mismo equipo (a excepción de Tito Valverde) repitió en la película 'El tiempo de la felicidad'. En aquel retrato nostálgico de la Ibiza de los 70, Forqué volvía a ser la madre de María Adánez y Silvia Abascal, e Iborra volvía a dirigirlas.

Forqué, siempre única y siempre trabajando con los mejores (de Almodóvar a Trueba), volvió a ser la musa de Iborra en 'Clara y Elena', una comedia que protagonizó junto a Carmen Maura y que se estrenó a principios de los 2000. El binomio Forqué-Iborra era tan fructífero que volvieron a probar fortuna con 'La vida de Rita', una telecomedia en la que la actriz compartió escena con Juan Echanove y que no tuvo la audiencia deseada. Aquello coincidió en el tiempo, más o menos, con el final de su matrimonio. “Es horrible darte cuenta de que no sientes nada por tu pareja, con la que has estado 34 años. Pero he salido muy fortalecida”. Así explicaba la propia Verónica, en 2014, lo que había supuesto para ella separarse de Iborra tras compartir trabajo con él.

Años después, esta nueva película documental, que pese a haber pasado por el Festival de Valladolid, aún no tiene fecha de estreno, supone, de refilón, un recuerdo para la actriz, que falleció un 13 de febrero de 2022 y sigue siendo una de las más admiradas y queridas de nuestro país. Un honor que, a buen seguro, se mantendrá con el tiempo.