25 años de amor (a veces no bendecido) entre Borja Thyssen y Blanca Cuesta

La relación entre Borja Thyssen y Blanca Cuesta se ha mantenido fuerte en medio de la tormenta mediática en la que se vio sumergida. Su mayor enemigo fue la propia baronesa, quien parecía crear una brecha entre ellos. Sin embargo, tras 25 años y cinco hijos en común, han conseguido sobrevivir al naufragio.

Se conocieron en la Costa Brava durante el verano del 98 cuando él tenía 18 años y ella 24. Por aquella época nadie se opuso, ya que parecía un amor pasajero y eso provocaba cierta tranquilidad en su entorno. Ella compaginaba los estudios y el modelaje, por lo que salir con Borja le supuso ser el foco de todas las miradas.

Años más tarde, con una relación mucho más estable, Borja y Blanca viajaron hasta Ibiza para disfrutar de una vida de lujos. La baronesa Thyssen comenzaría a desaprobar la relación de su hijo a medida que intuía las supuestas intenciones de su futura nuera para aprovecharse de la fama de su familia. Tuvieron una crisis de dos meses por las presiones de Tita, pero tras ello el amor siguió adelante.

En 2007, Blanca se quedó embarazada y decidieron dar un paso adelante uniéndose en matrimonio. Su primera opción era celebrarlo en Cabanillas (Segovia), pero a última hora el obispado no les autorizó para celebrar allí su boda. Contra todo pronóstico, se celebró en la iglesia del Santo Espíritu de Terrassa el miércoles 10 de octubre, aunque el sábado sí que se festejó el banquete en la localidad castellano-leonesa.

''No asistiré a la boda de mi hijo porque estoy en contra de que se celebre'', sentenciaba la baronesa Thyssen a María Teresa Campos en su programa de Punto Radio. Su voluntad era que se casaran tras el parto de su primer nieto, pero el deseo de los novios era otro. Asimismo, muchos de los invitados rechazaron asistir tras las duras declaraciones de Tita Cervera y como consecuencia la madrina fue la periodista Chelo García Cortés, amiga de la familia.

El 31 de enero de 2008 nació Sacha, que significa Alejandro en ruso y es el segundo nombre de Borja. Con la voluntad de ampliar la familia, Blanca se volvió a quedar embarazada al año siguiente. Sus embarazos eran de riesgo debido a que padece problemas del corazón y en concreto este sufrió un aborto al octavo mes embarazo.

El duro momento que vivían se acentuó cuando en 2011 Tita pagó a una persona que afirmaba poseer un vídeo sexual de su nuera. Ahora bien, la cinta no existía y la baronesa denunció por un delito de estafa. Como respuesta, Blanca afirmó no entender el interés por el supuesto vídeo y cuestionó la voluntad de su suegra cuando no denunció por extorsión.

No obstante, todo cambiaría en el verano de 2014. El matrimonio había tenido otros dos hijos más, Eric y Enzo. A través de Manolo Segura, padre de Borja, se consiguió la esperada reconciliación. Todos juntos viajaron a Ibiza para celebrar el cumpleaños del hijo de la baronesa, donde aprovechó para conocer a sus nietos por primera vez. Más tarde llegaron a la familia su hijo Kala y la pequeña de todos, India.

Entre Blanca y su suegra, a pesar del acercamiento, no hubo buena sintonía después de la guerra. Sin embargo, el matrimonio tendría un nuevo enemigo, Hacienda. Fueron acusados por delito de supuesto fraude en la declaración de la renta de 2010 por la cantidad de 336.417,89 euros. Un juicio que fue suspendido y por el que se enfrentaban a tres años de prisión y una multa de un millón de euros.

Carmen Cervera, a diferencia de ellos, sí que mostraba su preocupación por los problemas judiciales que tenían. Intentó convencerles para que pactaran con Hacienda y se quitaran de complicaciones. Por consiguiente, actualmente están a la espera de que se feche de nuevo el juicio.

Las tensiones entre el matrimonio ya son cosa del pasado ante el acercamiento entre madre e hijo. El pasado mes de abril celebraron juntos los 80 años de la baronesa en Mas Mañanas, la finca que tiene en Sant Feliu de Guíxols, donde se sumaron sus hijas gemelas, Carmen y Sabina, y sus cinco nietos.