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A juicio un March por la venta fallida de la mansión de Luis Salvador de Austria en Mallorca
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A juicio un March por la venta fallida de la mansión de Luis Salvador de Austria en Mallorca

Pleito millonario este lunes 1 de abril por la venta de la mítica Son Galcerán, que la emperatriz Sissi visitó en varias ocasiones

Foto: Romy Schneider, en un fotograma de 'Sissi, emperatriz'.
Romy Schneider, en un fotograma de 'Sissi, emperatriz'.

Pleito millonario el próximo lunes 1 de abril en Madrid. Una sociedad extranjera reclama a un nieto del fundador de la Banca March 2,7 millones de euros por la venta fallida de la histórica finca de Son Galcerán de Valldemossa. El demandante es un fondo económico denominado Son Galcerán S.L., que acusa al nieto de March de quedarse con 2,4 millones que recibió en concepto de señal para la compra de la finca, que más tarde fue vendida a otra empresa suiza. La defensa de March alega que, en el momento de la firma, el comprador no había abonado unas cantidades pendientes, por lo que, al no cumplirse el contrato previo entre las partes, no se formalizó la compraventa. Ahora será el juez quien decida qué parte lleva razón.

Son Galcerán es una de las fincas más exclusivas de Mallorca. Fue propiedad de Luis Salvador de Austria, y su prima Isabel de Baviera, la inolvidable Sissi, que alcanzó la fama mundial gracias a la saga cinematográfica protagonizada por Romy Schneider, la visitó varias veces. El inmueble, valorado en más de ocho millones de euros, ha provocado un conflicto legal entre Manuel March Cencillo, nieto del fundador de Banca March, y el inversor con el que pactó su venta a finales de 2021.

placeholder El exterior de la finca Son Galcerán, en Mallorca. (EC)
El exterior de la finca Son Galcerán, en Mallorca. (EC)

El demandante, según una información publicada en exclusiva por El Confidencial, es una sociedad llamada Son Galcerán, propiedad de un fondo luxemburgués que tiene detrás a un inversor latinoamericano, según fuentes financieras. Acusa en su escrito a Manuel March de acudir en febrero a la notaría sin su pareja, por lo que no se pudo cerrar la venta, y posteriormente dar por cancelado el contrato de compraventa, quedándose 2,4 millones y volviendo a vender el inmueble a un tercero pocas semanas después. Por ello, le reclama 2,7 millones —los 2,4 millones que había pagado más 300.000 euros de indemnización estipulada— más los intereses legales. Fuentes próximas al familiar de los dueños de Banca March defendieron en el citado medio que la culpa fue del comprador, que llegó sin fondos a la notaría, aunque el demandante mostrará en el tribunal el acta notarial que se levantó el fallido día de la firma final, donde se desmiente ese argumento.

La finca de la discordia abarca una extensión de 75 hectáreas, con una mansión de casi 1.200 metros cuadrados, un huerto y una vivienda para el servicio. Aunque su valor real radica en el plano histórico.

Junto al paso de Luis Salvador de Austria y su prima Sissi, esta finca fue testigo de importantes encuentros privados el siglo pasado, en los que participaron personalidades del mundo de la cultura, la política, el cine y la empresa. Entre ellos, estuvieron allí Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones y Richard Branson. Así fue durante la época en que Son Galcerán estaba en manos del hermano de Manuel, Juan March Cencillo, que falleció en 1992. Desde entonces, su heredero (Manuel March) fue vendiendo activos de la finca, como una colección de arte que traspasó en 2009 por casi seis millones. Entre las piezas vendidas se incluía un gabinete procedente del Palau March y protegido desde 1986, estilo Jorge II y fechado en el siglo XVIII, según publicó la prensa local.

placeholder Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, en Mallorca. (EFE)
Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, en Mallorca. (EFE)

La casa fue puesta a la venta en el verano del 2019 a través de una conocida inmobiliaria de lujo. La sociedad extranjera Son Galcerán ofreció ocho millones por la finca y por todas las viviendas que hay en la propiedad. En este primer acuerdo, el propietario recibió un adelanto de 400.000 euros.

A mediados de diciembre de 2021, vendedor y comprador formalizaron un contrato privado. En el documento se establecía el pago en el momento de la firma de dos millones más y se acordaba que el entonces propietario, Manuel March, y su marido, Juan José Jara, debían abandonar la casa después de dejarla vacía. Así, los nuevos propietarios podrían iniciar las obras de mejora. También se fijó la fecha del 2 de febrero de 2022 para concretar la firma definitiva de la venta ante un notario, además del pago del resto del dinero.

La segunda oferta

A esta cita con el notario no pudo acudir el marido de March, Juan José Jara, por un problema médico. Su presencia era obligatoria al tratarse del domicilio conyugal y no se pudo firmar la venta. Aunque se le propuso que fijara una nueva fecha para que pudieran acudir los dos, esta cita nunca se acordó. Paralelamente existió una segunda oferta de 10,5 millones y March decidió aceptarla. El dinero del adelanto no fue devuelto y ahora se le reclama su devolución.

"La realidad", según un portavoz del demandante, "es que una vez que el fallido comprador había pagado las arras y el contrato de compraventa (2,4 millones), a Manuel March le salió otro comprador que le ofreció 2,5 millones más que el primer comprador. Intentó subirle el precio, y al no aceptarlo dio por resuelto el contrato de forma unilateral, algo que no se puede hacer legalmente una vez que has firmado un contrato de compraventa. En ese caso sólo lo puede decidir el juez o hacerlo de mutuo acuerdo las dos partes".

Pleito millonario el próximo lunes 1 de abril en Madrid. Una sociedad extranjera reclama a un nieto del fundador de la Banca March 2,7 millones de euros por la venta fallida de la histórica finca de Son Galcerán de Valldemossa. El demandante es un fondo económico denominado Son Galcerán S.L., que acusa al nieto de March de quedarse con 2,4 millones que recibió en concepto de señal para la compra de la finca, que más tarde fue vendida a otra empresa suiza. La defensa de March alega que, en el momento de la firma, el comprador no había abonado unas cantidades pendientes, por lo que, al no cumplirse el contrato previo entre las partes, no se formalizó la compraventa. Ahora será el juez quien decida qué parte lleva razón.

Nobleza Poder