Joaquín Sánchez y su mujer, Susana Saborido, premiados por su Fundación en Sevilla, reciben una ola de cariño público

Joaquín, acompañado de su mujer, Susana Saborido, recogió la noche del jueves en los Reales Alcázares de Sevilla el IV Premio al “Espíritu rotario”. Recibió una ola de cariño colectivo, doscientas personas que se reunieron para mostrarle su apoyo y reconocimiento por la labor que viene haciendo desde su Fundación. Era la primera aparición pública del matrimonio tras varias semanas de ser protagonistas involuntarios en distintos programas de televisión como consecuencia de las declaraciones del hermano de Susana y cuñado del deportista, José Manuel Saborido, poniendo en tela de juicio la estabilidad de la pareja y cuestionando a su hermana públicamente.

Aunque ninguno de los dos ha hecho declaraciones en torno a este asunto, han intentado trasladar una imagen de estabilidad y unión ante las críticas. Así aparecieron cogidos de la mano en la Puerta del Alcázar, al bajar de una furgoneta de cristales tintados, y acompañados de un equipo de seguridad. Joaquín se mostró sonriente y natural, Susana un poco apagada y protegida por un grupo de amigos. Aunque se mostró muy agradable, era imposible disimular que está viviendo momentos dolorosos.

Rafael Jiménez Díaz, el presidente de Rotary Sevilla Corporate, fue el encargado de recibirlos. También un grupo de niños con la camiseta del Betis lo esperaban a la entrada y fue firmando sus camisetas y saludando a los pequeños. Jiménez Díaz, al iniciarse la cena, le hizo entrega del trofeo y comentó “se parece a la copa del mundo, haz el favor de levantarla como levantaste la copa hace tres años”. También añadió: “El premio no es a Joaquín, es a la Fundación, que tiene de presidente a Joaquín y también de patrona a Susana, así que queremos premiaros a los dos”.

El matrimonio también hizo entrega en el mismo acto de un cheque por importe de diez mil euros destinados a continuar con el proyecto de Musicoterapia en la sección de oncología infantil. Una forma de ayudar a los pacientes, motivándolos a través de la música.

Joaquín, al recoger el trofeo, también aclaró que no era el único receptor de este galardón: “El premio no es para mí, es para la Fundación, todos esos niños que nos dan una lección. El proyecto Musicoterapia intenta motivar a los niños que están en tratamiento oncológico, desde la Fundación Joaquín Sánchez aportamos nuestro granito de arena al proyecto porque ayudar a afrontar mentalmente los miedos que produce una situación así puede ser una gran motivación para levantarse con una sonrisa y ser capaz de expresar los sentimientos hace más agradable su camino. Estamos muy agradecidos a Rotary y a todos los rotarios que cada día sois más grandes. La Fundación Joaquín Sánchez no soy yo solo, está mi mujer, y está Eduardo, con los que inicié este camino con el que nos sentimos muchos mejor por ayudar a los demás".

Un discurso emotivo

Aunque fue breve en su discurso, consiguió tocar emocionalmente a los asistentes, en especial cuando recordó alguna de las visitas que había hecho junto a su compañero Juanito, también presente a los hospitales sevillanos: “Como futbolista me ha tocado muchas veces visitar hospitales como el Virgen del Rocío de Sevilla y cuando hemos podido conocer a niños que pasan por la enfermedad nos damos cuenta de que ellos son los verdaderos campeones que te enseñan la grandeza del ser humano. Con tan pocos años te dan lecciones de superación y todo lo que hagamos por ellos poco es”.

La pincelada musical la puso la bailaora y cantaora Pilar Astola, acompañada a los coros por su hija Clara Cremades y el guitarrista Juan María Real. Pilar interpretó la Saeta al cantar y el tema “Todo es de color”. Una vez terminado el acto, Joaquín fue “acorralado” por los asistentes que querían fotografiarse junto a él y conservar el recuerdo de una noche muy especial y cargada de emotividad.

El origen de la Fundación

Joaquín Sánchez creó la Fundación que lleva su nombre un mes antes de su retirada de los terrenos de juego en el 2023. La sede social está en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, cerca de su localidad natal, El Puerto de Santa María, y su ámbito de actuación se extiende principalmente a la comunidad autónoma andaluza.

La dotación económica inicial fue de 30.000 euros y según el representante de Joaquín, Eduardo Espejo, “fue la manera de canalizar todas las peticiones de ayuda que siempre ha recibido Joaquín y que él intentaba responder, aunque no era posible atender a todo el mundo”. El patronato de la entidad está formado por el propio deportista como presidente, su esposa como vocal y Espejo como secretario.