Así son los vestidos de novia de L'Arca Barcelona: vintage, románticos y sostenibles

Dentro de que cada mujer busca un vestido de novia único, fiel a su personalidad, un diseño singular y delicado con el que deslumbrar, los que respiran un aire vintage, esos que a simple vista nos habla de un tiempo pasado, causan sensación. Como institución y referente, la firma L'Arca Barcelona. No hay otra igual en el panorama nupcial. "Nos mueve el amor por la costura artesanal y el savoir-faire de otros tiempos. Cuidamos hasta el más mínimo detalle para crear vestidos con alma vintage y un toque contemporáneo", cuenta Nina Balmes, su directora creativa.

Desde su coqueto taller ubicado en el Barrio Gótico de Barcelona, da vida a esos trajes de estilo vintage, aire romántico y estampa desenfadada que enamoran a las novias de hoy. Con un extra, "una especial atención en la sostenibilidad de su costura y sus tejidos". Un coctel de estilo al que es imposible negarse.

Aunque comenzó su andadura con L'Arca Barcelona hace 20 años, a Balmes, ese gusto por la moda, por lo antiguo, le viene impregnado en el ADN. "Mi familia ha estado siempre relacionada con el mundo del arte y en especial con el textil. Mis abuelos paternos eran fabricantes de encajes y mantillas, proveedores de la casa real. Mis abuelos maternos eran anticuarios. Y mi madre, en los 80, abrió una de las primeras tiendas especializadas en antigüedades textiles y vintage de Barcelona. Crecí detrás de un mostrador y rodeada de vestidos y encajes antiguos. Se podría decir que lo llevo en la sangre. Además, desde pequeña he sentido una gran atracción por la moda, las antigüedades y en general por las cosas bellas".

Un punto de partida que le ayudó a que su marca y sus diseños nupciales despegasen rápido hasta posicionarse en la máxima autoridad al respecto. "Es un orgullo enorme que las novias nos escojan para crear el vestido más importante de su vida. Acompañarlas durante este proceso y diseñar paso a paso su vestido de novia es siempre una aventura increíble con final feliz".

Esas mujeres que aterrizan en el atelier que Nina dirige buscan para su boda, "comodidad, feminidad, elegancia, pero sobre todo ser fieles a ellas mismas. Son mujeres con una sensibilidad especial y con mucha personalidad. En general, nuestras novias no quieren ser una más, quieren un vestido único y delicado, que las haga brillar con luz propia. Además, valoran mucho la calidad de nuestros tejidos y encajes antiguos, así como el proceso de creación y nuestra costura artesanal. Muchas nos traen ellas mismas los encajes antiguos, o las enaguas de sus familias, y quieren incorporarlas en el vestido de novia".

Con esas premisas y el deseo de lucir un vestido de novia exclusivo, el trabajo de la firma cobra sentido. "Para mí la moda es un vehículo para traducir los deseos y necesidades de nuestras clientas en realidad. Entender su personalidad en poco tiempo y saber convertirlo en un vestido que saque lo mejor de cada persona resulta un proceso casi místico".

Un proceso que puede desembocar en dos vías. La primera, elegir uno de los vestidos de estética vintage que forman parte de su colección permanente. O la segunda, dejar en manos de Nina la creación de un traje a medida.

"Durante el primer encuentro, escuchamos los gustos y las necesidades de la novia. A partir de aquí le haremos las propuestas que consideremos que se ajusten mejor a su estilo y personalidad. Cuando optamos por un diseño exclusivo para ella, el proceso empieza con un 'moulage' sobre su propio cuerpo con alguno de nuestros tejidos antiguos. De esta manera, les ayudamos a imaginar cómo podría ser su vestido", explica la diseñadora.

Encajes y telares antiguos como base de un muestrario de materiales que termina por ser el gran protagonista del look nupcial. "Nos fascina poder usar estos materiales porque la belleza y la calidad que tienen son insuperables y porque es una opción mucho más sostenible", una de las máximas en el trabajo de Nina.

Como no podía ser de otra forma, la inspiración también viene del pasado. "Nos inspiramos en el universo vintage, la lencería antigua y en general el glamour y la sofisticación de las prendas de otras épocas. Tenemos unos archivos impresionantes, ya que coleccionamos vestidos y complementos de novia. También la manera de hacer las cosas de antes tiene un gran valor para mí. Recuperar técnicas de costura del pasado, como el entolado, y hacer las cosas a fuego lento, son una marca de identidad de nuestra firma".

Dos décadas ideando y fabricando vestidos de novia, y dos como preferidos en su historial. "El vestido de Alba, mi mejor amiga. El proceso fue muy divertido. Trabajamos con encajes antiguos fabulosos y me dio total libertad para crear un diseño único para ella. También el vestido de preboda para la influencer Marta Lozano, un vestido de crepe con incrustaciones de encajes antiguos de Alençon, inspirado en un traje de los años 30".

Por soñar, a Nina Balmes le hubiera gustado ser la creadora del vestido de novia de Kate Moss. "Es uno de los trajes icónicos de los últimos años, y cuyo espíritu vintage, pero también cool, está en el imaginario de muchas novias".

Mirando al futuro, la diseñadora contempla el horizonte nupcial con mucho optimismo. "Después de una época de microbodas, hay de nuevo ilusión por las bodas presenciales y de tamaño grande, eso sí, cada vez más personalizadas. La sostenibilidad seguirá siendo uno de los grandes ejes de las bodas de la generación Z: empezó con la pandemia, pero no ha dejado de crecer. Y es que las novias quieren cada vez más vestidos con tejidos y costura respetuosa y a la vez, versátiles, que se puedan reutilizar durante y después de la boda. En nuestro taller hacemos lo que se ha hecho toda la vida, antes no se llamaba 'upcycling', pero de igual manera se reutilizaban los encajes y las telas buenas porque tenían mucho valor".

En cuanto a las tendencias, según la opinión de la directora creativa, la vuelta del velo, los vestidos desmontables y las capas dominarán el sector en 2024. "La novia quiere tener un vestido más formal para la parte más ceremoniosa de su enlace y un vestido más cómodo y sin ataduras para poder bailar en la pista de baile".