Todos los detalles del look del bautizo de la hija de María Alcalde: celebración diurna, sin artificios, y con alma

El pasado fin de semana, la influencer María Alcalde celebró uno de los días más emotivos y especiales de su vida: el bautizo de su hija Bruna. Fiel a su estética refinada, natural y siempre en sintonía con su estilo de vida, María convirtió esta jornada en una lección de elegancia contemporánea con aires clásicos, en la que cada detalle —desde los estilismos hasta los recuerdos personalizados— reflejaba su esencia.

Blanco sobre blanco: la sofisticación del minimalismo

María tenía claro desde el primer momento cuál sería la paleta cromática del día: el blanco. “Sabía que quería ir de blanco. Era mi ocasión para poder volver a vestirme de blanco, después de la boda, así que no quería desaprovecharla”, explicaba la influencer con entusiasmo. Y no solo lo llevó ella, sino que también lo compartió con la pequeña Bruna.

El look elegido por María fue diseñado por La Croixe, una firma emergente que ha conquistado los corazones de muchas con su enfoque sofisticado y funcional. Se trataba de un conjunto de dos piezas con volumen en la espalda y aportaba un aire angelical y moderno a partes iguales. “Desde el principio pensé en un total look de dos piezas, un pantalón ancho y fluido que luego pudiese amortizar en verano con cualquier otra parte de arriba, y una parte de arriba en cuello halter y tipo capa”, comentaba María.

A modo de complementos, optó por la discreción y la coherencia: unas bailarinas beige —un calzado que está regresando con fuerza como tendencia en 2025—, y un chal con flecos que replicaba el movimiento de la blusa, aportando continuidad al estilismo. Como broche, pendientes de oro y un reloj clásico de acero que sumaban un toque contemporáneo y funcional al conjunto.

El bautizo de Bruna: tradición con sensibilidad estética

Bruna, la protagonista del día, lució un entrañable traje de cristianar diseñado por Navascués Kids, bordado en blanco con encajes florales y un gorrito a juego que evocaba las ceremonias de antaño. El conjunto, aunque clásico, no perdía frescura gracias a la delicadeza del tejido y los acabados, perfectamente alineados con la visión estética de su madre.

“En el día a día, me encanta vestir a Bruna en tonos blancos, beige y rosas, así que seguí un poco esa línea. Creo que son unos tonos que favorecen mucho y que combinan a la perfección con todo”, contaba María, dejando claro que su mirada estilística no termina en su propio armario, sino que se extiende al universo visual de su hija.

Un entorno con alma: arquitectura, brunch y concepto

La ceremonia tuvo lugar en una pequeña iglesia cerca de Barcelona, cargada de encanto y recogimiento. La posterior celebración se trasladó al Melisa Restaurant & Concept Store, un espacio multifuncional que es al mismo tiempo cafetería, tienda y punto de encuentro para los amantes del diseño. Techos terracota, vegetación suspendida, estanterías decoradas con piezas de cerámica y flores secas… El entorno resultaba ideal para capturar la calidez familiar que María buscaba: “He querido hacer un evento cercano y familiar para celebrar la ocasión. Inspirándome mucho en nosotros y nuestro estilo de vida”.

El restaurante ofrecía una atmósfera acogedora, con grandes ventanales y una decoración que equilibraba rusticidad con diseño contemporáneo. “Es un sitio muy chulo y además es tienda”, apuntaba, subrayando ese espíritu lifestyle que la acompaña en cada proyecto.

Detalles que cuentan historias

Como buena amante de los detalles, María cuidó cada aspecto del evento con mimo. Para los invitados, preparó galletas artesanas con la inicial de Bruna en rosa pastel, realizadas por Sacha 1927, una pastelería mítica de Barcelona. También repartió una tarjeta de recuerdo diseñada por Cotton Bird, con la foto de la niña y una dedicatoria escrita por la propia madre. “Como detalles personalizados para los invitados, quise hacer unas galletas con la B de Bruna en tono rosa pastel… además, unas velas individuales personalizadas como recuerdo, y una tarjeta con una foto y dedicatoria”, explicaba.

El menú: picoteo elegante con sabor a hogar

En lugar del clásico almuerzo formal, María y su familia apostaron por una fórmula más flexible y cercana: un picoteo de pie con opción de sentarse, donde tradición y vanguardia gastronómica iban de la mano. “Hice una mezcla entre tradicional y moderno. No queríamos que fuese sentado y formal, sino más tipo pica-pica, de pie”, explicaba.

Entre los platos, destacaban las croquetas caseras, tablas de embutidos, bikinis y ensaladas, que convivían con propuestas más sofisticadas como mini brioches de steak tartar o brandada de bacalao. Y para el toque dulce, una explosión de pastelería artesanal: mini pastelitos individuales, palmeritas, croissants de chocolate… Un homenaje al brunch elevado al máximo nivel.

Tradición que se reinventa

María reflexiona sobre cómo ha cambiado la forma de celebrar bautizos en los últimos años: “Creo que es un evento que sigue siendo bastante clásico, pero se ha ido modernizando… hay ocasiones en las que se celebra con una fiesta después, con un grupo de música, o más de noche. Me parece una ideaza”. En su caso, prefirió una celebración diurna y en sintonía con su estilo de vida, sin artificios, y con alma.

Para aquellas madres que estén pensando en organizar un evento similar, su recomendación es clara: “Que lo hagan pensando en ellas, en su estilo y en lo que les apetece. No hacer según lo que se lleva ahora… es importante que sientan que tiene su esencia y que lo volverían a hacer de la misma manera”.

Y eso, precisamente, fue el bautizo de Bruna: una celebración íntima y delicada, que dejó claro por qué María Alcalde no solo es referente en redes, sino también un icono de estilo con identidad propia.