Se rompió el amor: Mar Torres y Froilán, cronología de una ruptura anunciada

A pesar de las promesas de amor eterno, no ha podido ser. La relación de Felipe de Marichalar, el hijo de la infanta Elena, y su hasta ahora novia, Mar Torres, ha vuelto a hacer aguas, y parece que definitivamente. Y es que su historia de amistad y noviazgo (6 años de relación en total) ha estado protagonizado por las continuas idas y venidas. Y aunque acostumbraban a no hablar de su relación, ha sido la heredera de El Pozo la que ha confirmado esta nueva ruptura. Lo ha hecho vía exclusiva y a través de la revista '¡Hola!', convirtiéndose en toda una chica de portada.

Pero lo cierto es que, aunque ha sido ahora cuando se ha lanzado a hablar de la separación, las sospechas de que no estaban juntos vienen de hace semanas, concretamente desde mediados de febrero. De nada servía que el 31 de diciembre anterior, Mar resumiera lo mejor de su año en su Instagram con una foto junto a Froilán -o Pipe, como se le conoce familiarmente- declarándole su amor. Poco después, el distanciamiento era evidente. Ella se convertía en toda una celebrity, un mundo en el que él no se ha sentido nunca cómodo: además de explicar con detalle los retoques estéticos a los que se sometía -previa publicidad del centro médico-, fue como gran reclamo al front row de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid o la 080 Barcelona Fashion, a lo que se suma que su nombre empezó a sonar fuerte para la nueva edición de 'Supervivientes', algo que ella se apresuraba a desmentir, pero que evidenciaba el nuevo plano mediático en el que se movía.

Ella misma asegura en la revista '¡Hola!', donde ha confirmado la separación, que la relación ya estaba rota antes del confinamiento. Y es que la distancia física que establecieron no favoreció la relación. Él se iba a finales de enero a realizar unas prácticas en Londres; ella lo hacía poco después, a Murcia, sin que hubiera viajes intermedios para verse, ni siquiera cuando, a finales de febrero, Mar regresaba por unos días a Madrid mientras su hasta entonces novio también se encontraba en la capital, según podía confirmar Vanitatis. Durante las 48 horas que la joven influencer pasaba en su ciudad natal apenas salió de casa y las veces que lo hizo fue para visitar algunas tiendas de la Milla de Oro o tomar algo con sus amigas. Ningún encuentro con Froilán a pesar de que llevaban casi un mes sin verse.

Otra evidencia de que su noviazgo hacía aguas era la forma en que cada uno decidía pasar el confinamiento, otra vez separados por muchos kilómetros: Mar, en casa de su madre, en el barrio de Salamanca; Froilán, en Marbella junto a varios amigos. Un distanciamiento físico y sentimental que no han podido, al menos por el momento, salvar. Aunque, desde luego, no está todo escrito, ya que en su historial, después de una ruptura ha venido una reconciliación. Habrá que ver si el tiempo, su amor y el confinamiento hacen posible una nueva oportunidad o, como deja entrever Torres en las páginas de la revista '¡Hola!', es -esta vez sí- la definitiva.