Philippos, Nina Flohr y su gran boda (real) griega: presencias, ausencias y mucha expectación

"Puedo confirmar que la boda religiosa del príncipe Philippos y Nina Flohr tendrá lugar en Atenas en octubre, pero de momento no puedo decir la fecha exacta. En cuanto lo sepamos, la información se hará oficial". Esta es la contestación de Ivi Macris, trabajador de la oficina de la familia real griega, a Vanitatis cuando le preguntamos acerca del enlace del hijo de los reyes Constantino y Ana María, tras las informaciones publicadas este lunes por varios medios del país asegurando que en unas semanas Grecia vivirá su segunda boda real tras la instauración de la república.

Y es que, después que el Gobierno permitiera el regreso de la familia real, los Grecia han querido que todas sus celebraciones tengan lugar en su país, siendo la primera la boda de Nicolás y Tatiana, celebrada en agosto de 2010 en la isla de Spetses, y la segunda esta, la de Philippos y Nina. Aunque no será la última, ya que, como confirma Macris igualmente a Vanitatis, la princesa Teodora, quien tenía planeada su boda para 2018 pero ha tenido que posponerla en varias ocasiones, también se celebrará en Grecia, aunque de momento no hay una fecha fijada.

De momento, poco más se sabe sobre el enlace religioso de Philippos y Nina, aunque los medios griegos ya hablan de "una gran boda" y de "muchas presencias reales". Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta el linaje del novio y su relación con la mayoría de Coronas europeas, empezando por la española. Philippos es sobrino de la reina Sofía y, por lo tanto, primo hermano de Felipe, Elena y Cristina. Esta última ya estuvo presente en la boda civil que la pareja celebró en el mes de diciembre en St. Moritz (Suiza). Acompañada por su hija, Irene Urdangarin, la Infanta fue una de las pocas invitadas a una celebración de carácter privado.

La relación de los hijos de los eméritos con los primos Grecia siempre ha sido excelente, aunque generacionalmente han tenido más contacto con los tres mayores -Alexia, Pablo y Nicolás- que con los dos pequeños, Philippos y Teodora. Sin embargo, no dejan de ser primos hermanos, por lo que el vínculo es muy estrecho. Incluso para el rey Juan Carlos, quien no suele acudir a bodas, este enlace tiene un detalle especial. Y es que el novio es su ahijado. Constantino y Ana María eligieron para su benjamín unos padrinos de lujo, contando con Lady Di, el duque de Edimburgo y la infanta Elena, además del emérito.

Por lo que quizás esta sería una buena opción para el ansiado regreso de Juan Carlos a Europa, y una forma de ir allanando el camino para su vuelta a España, inmortalizando una posible reconciliación con don Felipe, si es que acude. Porque también hay que tener en cuenta la fría relación que mantiene doña Letizia con los primos Grecia, sobre todo después de que Marie-Chantal se posicionara públicamente a favor de doña Sofía tras el rifirrafe en la catedral de Palma. "Ha enseñado su verdadera cara", fue lo que escribió la princesa en Twitter tras ver las imágenes, unas palabras que no sentaron nada bien al matrimonio Borbón Ortiz.

No podemos tomar como referencia la anterior boda griega, la de Nicolás y Tatiana, porque aunque fue tan solo diez años atrás, la familia real española ha cambiado al completo. En aquella ocasión, la reina Sofía estuvo acompañada por sus tres hijos, quienes escenificaron su buena relación posando juntos con sus respectivas parejas. No había por entonces sospecha de lo que se les venía encima: el caso Noos, el accidente en Botsuana del rey Juan Carlos, la aparición en escena de Corinna Sayn-Wittgenstein y todo lo que ha llegado a pasar en poco más de una década.

Pero, aparte de los Borbón, Philippos también está emparentado con otras familias reales, como la danesa, ya que su madre, Ana María, es hermana de la reina Margarita, por lo que Federico y Mary y Joaquín y Marie también están invitados, al igual que Benedicta -la otra de las hermanas- y sus hijos, los príncipes Alexandra, Gustaf y Nathalia de Sayn-Wittgenstein-Berleburg. Los Hannover son también parientes de los Grecia, al igual que los miembros de las familias reales de Rumanía o Serbia.

Debemos destacar también la buena sintonía de la familia real griega con los Windsor, como demuestra el hecho de que Lady Di y el duque de Edimburgo fueran padrinos de Philippos. Tras la instauración de la república, Constantino y Ana María se instalaron en Reino Unido y fue allí donde nacieron sus dos hijos pequeños, Philippos y Teodora. En el caso de la boda de Nicolás y Tatiana, los representantes británicos fueron los príncipes Michael de Kent y su hija, Lady Gabriella Windsor. En aquel enlace también estuvieron Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, Victoria y Daniel de Suecia junto a Carlos Felipe y Magdalena, Haakon de Noruega, Rosario Nadal o Farah Diba.

¿Será esta la gran boda real tras el coronavirus y el momento de unión de los Borbón? Estaremos atentos.