Alfonso XII y María de las Mercedes: la primera llamada de amor de la realeza
Un gesto ahora cotidiano como llamar por teléfono era todo un acontecimiento histórico incluso para los reyes de España. Así lo demostraron Alfonso XII y María de las Mercedes
A lo largo de los siglos, los matrimonios de la realeza han marcado la historia del mundo. Alianzas geopolíticas o económicas eran la causa principal de estos enlaces, como en el caso de Catalina la Grande de Rusia con el zar Pedro III. Mientras que hasta hace unas décadas el amor no solía entrar en juego para los 'sí, quiero' reales.
Por suerte, las cosas cambian y las bodas de la reina Letizia y el rey Felipe VI o de Mette-Marit y Haakon Magnus de Noruega así lo demuestran. Aunque hace casi 150 años ya hubo otro matrimonio de royals que desafió lo establecido. Hablamos del romance de Alfonso XII con María de las Mercedes.
Una historia de amor de película (no nos sorprende que Vicente Parra y Paquita Rico la llevaran al cine con '¿Dónde vas Alfonso XII?') que desafió a la nobleza y política del siglo XIX encabezados por la propia reina Isabel II, madre de Alfonso XII. Muy poco se puede decir sobre este noviazgo que no conozcamos ya.
La pareja de primos se reencontró tras una infancia sin verse en la Navidad de 1872, en el castillo que los duques de Montpensier, padres de María de las Mercedes de Orleans y Borbón poseían en la región francesa de Auvernia. Allí vivían el exilio como otros nobles españoles, dando inicio a su relación siendo solo unos adolescentes. Sin embargo, el duque de Montpensier (cuñado de la reina Isabel II) había participado en la Revolución de 1868 o la Gloriosa para su destronamiento.
Por lo que su relación no era exactamente idílica. Por suerte para los jóvenes enamorados, Alfonso XII volvió a España como rey y consiguió que las Cortes aprobaran su boda con María de las Mercedes, especialmente gracias al fervor popular que su amor 'prohibido' había desatado entre los ciudadanos. "Nuestro Rey se casa por amor, como se casan los pobres", decían las coplas de la época.
Nos trasladamos entonces hasta los días previos a su enlace, celebrado para el 23 de enero de 1878 a las 12 de la mañana la Real Basílica de Atocha de Madrid, ya que la catedral de la Almudena en la capital no empezaría a construirse hasta 1883 (precisamente colocando la primera piedra Alfonso XII).
Un enlace de esta importancia contó con numerosos preparativos en los meses anteriores, pero nosotros nos queremos centrar en una sencilla llamada de teléfono. Solo dos años antes de la boda, en 1876, se había patentado en Estados Unidos un aparato electrónico que cambiaría la historia de la comunicación.
Alexander Graham Bell y Elisha Gray habían mejorado el prototipo de Antonio Meucci, dándole fama internacional. La primera llamada de teléfono en España, aunque existen varias teorías, se cree tuvo lugar en Cuba (entonces territorio español).
Sin embargo, la primera llamada de la realeza sucedió mucho más cerca. El día 22 de enero de 1878 se estrenó oficialmente la línea telefónica entre Madrid y Aranjuez. Así, la jornada anterior a su boda Alfonso XII, desde el Palacio Real de Madrid, pudo llamar a su prometida, instalada en el Palacio Real de Aranjuez. Una conversación de 15 minutos que quedó reflejada en las crónicas de la época como el gran avance que suponía.
"¡Merchita! ¿Qué tal por Aranjuez?" o "bueno, con nervios para mañana… y tú, ¿cómo estás, Alfonso?", fueron algunas de las palabras que se cruzaron entonces. Horas antes de que María de las Mercedes tomará el tren (que precisamente había inaugurado su suegra la reina Isabel II) para llegar a la capital.
Además, gracias a este mismo enlace se produjo otro momento importante para la capital, ya que se inauguraron las dos primeras farolas eléctricas de la villa. Situadas en la Puerta del Sol, funcionaban con arcos voltaicos. Un enlace que reflejó de maravilla las revoluciones tecnológicas que nacieron a finales del siglo XIX.
Por desgracia, la historia de los reyes Alfonso XII y María de las Mercedes no tuvo el final feliz que se les auguraba. Tras la prematura muerte de la reina, el rey pasó su duelo en el palacio de Riofrío, aunque su vida y esa primera llamada de teléfono quedaron para siempre en la historia.
A lo largo de los siglos, los matrimonios de la realeza han marcado la historia del mundo. Alianzas geopolíticas o económicas eran la causa principal de estos enlaces, como en el caso de Catalina la Grande de Rusia con el zar Pedro III. Mientras que hasta hace unas décadas el amor no solía entrar en juego para los 'sí, quiero' reales.
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