La tiara Braganza: la impresionante joya de la familia real de Suecia
La tiara Braganza o diadema de la Coronación lleva en la familia real sueca muchas generaciones, pero no siempre fue así, algo que sospechábamos por su nombre
La familia real de Suecia posee una de las colecciones de joyas más destacadas de la realeza europea, y eso es decir mucho. Cada vez que las mujeres de la realeza se engalanan con sus mejores joyas y sus tiaras para una cita que así lo requiere, quedamos asombrados por la belleza de unas joyas que siempre parecen rodeadas de misterio, y lo cierto es que en algunas ocasiones es así y bien merece la pena conocer su historia, como sucede con la tiara preferida de Mary de Dinamarca, creada en honor de su tierra natal.
Aunque en ocasiones son un regalo dedicado en exclusiva a la mujer que las luce, lo más habitual es que lleguen a sus manos gracias a una herencia, como le ha sucedido a Amalia de Holanda. Por cierto, la princesa y heredera ha asegurado que es una gran amante de estas piezas de joyería. Nadie lo pone en duda, pues puede presumir de tener 14 tiaras entre las que escoger en su joyero, y eso que acaba de cumplir la mayoría de edad.
De entre todas las joyas que estas mujeres lucen, las tiaras siguen siendo las que más pasiones despiertan, tal y como le sucede a la joven Amalia, llamando nuestra atención y haciendo que queramos saber un poco más sobre ellas, sobre su historia y sus orígenes, y la familia real sueca tiene joyas que son dignas de mención. Algunas de ellas porque se salen de lo ordinario, como sucede con la tiara de los Camafeos, que pudimos ver durante la visita de los Reyes de España a Suecia.
Este maravilloso adorno es único en su especie y también es una de las que más frecuentemente hemos visto. Fue la escogida por Victoria de Suecia para llevar el día de su boda, con camafeos engarzados en oro amarillo y rodeados de perlas. Se cree que perteneció anteriormente a Josefina, mujer de Napoleón Bonaparte, y a través de su nieta pasó a la familia Bernadotte.
Si ella escogió una de las tiaras más características de la familia, su madre, la reina Silvia, escogió lucir la tiara que en realidad nos ocupa, la Braganza o tiara de la Coronación, como también se conoce a esta joya. Una tiara, en la que hoy nos centramos, que está considerada una de las preferidas de la reina Silvia pues, según se dice, le une a sus orígenes brasileños.
Su madre, Alice Sommerlath nació en Brasil, de donde era emperador Pedro I, quien mandó hacer esta tiara para regalársela a su segunda esposa, Amalia de Leuchtemberg, con motivo de su enlace. Pedro I de Brasil y VI de Portugal era también duque de Braganza, de ahí que esta tiara floral de estilo neoclásico recibiera este nombre. Realizada en Francia, está elaborada con diamantes brasileños engarzados en oro y plata.
Pasa a formar parte de la Corona
Amalia quedó viuda muy joven y a su muerte no quedó descendencia que pudiera heredar sus joyas, pues la única hija del matrimonio había fallecido con tan solo 21 años. Las joyas pasaron a manos de su hermana Josefina, quien se había hecho cargo de ella al final de sus días, cuidándola en los momentos en los que más le había necesitado. Josefina, reina viuda de Suecia y Noruega tras la muerte de su marido el rey Óscar I, se llevó las joyas a Suecia.
Cuando fallece Josefina, sus joyas se reparten. Algunas de ellas pasan a manos de la familia real de Noruega, como la tiara de esmeraldas que en ocasiones hemos visto lucir a la reina Sonia. Otras se quedan en manos de su hijo, el rey Óscar II y será su esposa, Sofía de Nassau, quien se fotografíe por primera vez con la tiara Braganza puesta.
Desde entonces, las ocasiones en las que las mujeres de la familia la lucieron fueron muchas, como para la apertura del Parlamento. Sin embargo, no era raro que acabaran con dolor de cabeza, debido al peso de la misma. Esta es una joya de grandes dimensiones; de hecho, se llegó a decir que pesaba más de tres kilos, aunque en realidad se estima que pesa aproximadamente uno.
Fue la tiara que escogió la reina Silvia para sus primeras fotografías oficiales como reina y, en general, se emplea en actos solemnes que tienen lugar en el reino. No es habitual que salga de Suecia y, de hecho, normalmente no la llevan en viajes oficiales, tan solo en contadas ocasiones, como durante una visita oficial de los reyes a Dinamarca. No hay duda de que la reina prefiere llevarla en momentos señalados, como la entrega de los Premios Nobel, donde suelen lucir los looks más destacados.
La familia real de Suecia posee una de las colecciones de joyas más destacadas de la realeza europea, y eso es decir mucho. Cada vez que las mujeres de la realeza se engalanan con sus mejores joyas y sus tiaras para una cita que así lo requiere, quedamos asombrados por la belleza de unas joyas que siempre parecen rodeadas de misterio, y lo cierto es que en algunas ocasiones es así y bien merece la pena conocer su historia, como sucede con la tiara preferida de Mary de Dinamarca, creada en honor de su tierra natal.
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