El simbolismo oculto de la joya de brillantes más emotiva de Mary de Dinamarca: la tiara Medianoche
La princesa Mary ha lucido en varias ocasiones la que se considera una de sus tiaras preferidas. No es para menos pues es un regalo diseñado para ella
Desveladas o secretas, las joyas más especiales siempre esconden una historia. No todas tienen tanto bagaje como las joyas de pasar que suele lucir la reina Letizia en las ocasiones más especiales o la tiara Rundell, que perteneció a la reina Alexandra de Inglaterra, también emperatriz de la India y princesa de Dinamarca.
Precisamente es a Dinamarca a donde nos lleva la tiara Medianoche, una de las joyas preferidas de Mary de Dinamarca y que luce siempre que tiene ocasión. Siempre discreta, amable y profesional, hace años que la princesa Mary consiguió ganarse el cariño y respeto de los daneses. Junto a su marido protagonizó una romántica historia de amor y una boda cargada de estilo y, llegado el momento, ella será quien comparta con Federico las funciones al frente de la Corona.
La primera vez que la princesa llevó esta joya fue con motivo de los festejos organizados como homenaje al 75 cumpleaños del príncipe Enrique, fallecido en 2018. Corría el año 2009 y, como hemos señalado, esta era la primera ocasión en la que Mary optó por llevarla, pero no sería la última pues no dudó en volver a llevarla un año después, en otra ocasión igual de señalada, pues esta vez se celebraba el 70 aniversario de la reina Margarita, su suegra. Pronto se convirtió en una de las diademas indispensables para ella, tal vez debido a su diseño, a su significado o a que fue diseñada pensando en ella.
Aunque en ocasiones se nos olvida, viendo a la princesa Mary completamente integrada en sus funciones, su país natal es Australia. La pareja comenzó su historia de amor a causa de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, fue allí donde se vieron por vez primera y donde surgió la llama, al ritmo de la canción 'Black the sun', pues de allí es Mary Donaldson.
Este dato que podría parecer irrelevante tiene una importante relación con la tiara Medianoche que hoy nos ocupa, pues no recibe el nombre de tiara de medianoche por nada, se llama así porque en la intención de su creador estaba reflejar la esencia de las noches estrelladas, típicas de Australia. Esto lo consigue gracias a la habilidad y talento del diseño, pero también de las piedras preciosas seleccionadas para dar forma a este personal regalo que refleja parte de la esencia y orígenes de la princesa Mary.
Esta diadema es un diseño de la joyera danesa Charlotte Lynggaard y realizado por el taller de joyería Ole Lynggaard, que recuerda el cielo estrellado iluminado por la luna de medianoche. Está confeccionada con piedras lunares y 1.300 brillantes sobre oro rosa y blanco y detalles en plata oxidada negra. Esta joya, que tiene a conjunto un broche y unos pendientes, fue expuesta al público antes de serle entregada a la princesa, como regalo por su quinto aniversario de boda.
Conviene señalar que se trata más de un préstamo que de un regalo tradicional, pues aunque la princesa mantiene el uso exclusivo de esta joya, la joyería mantiene la propiedad, por lo que se desconoce si en el futuro esta tiara pasará a formar parte de las joyas reales o, por el contrario, regresará a manos de Charlotte Lynggaard. Este acuerdo, una suerte de ‘renting’ en la realeza, podría parecer un tanto extraño, pero lo cierto es que es más habitual de lo que pensamos, por lo menos fuera de España.
Su cuñada, la princesa Marie, hizo lo propio con una diadema de la joyería francesa Mauboussin con la que eclipsó al resto de invitados en la cena en honor del presidente francés y su mujer. Con motivo de la visita de los Macron a Dinamarca, la joyería le ofreció a la princesa crear su propia diadema junto con algunos profesionales de maison. Realizada en oro blanco y adornada con diamantes y zafiros, recibió el nombre de Nuit Claire (noche clara). Marie pudo lucirla aquella noche, así como en otros eventos de su elección, pero igual que con la diadema de Mary, la pieza seguirá siendo de la joyería.
Una forma estupenda de poder lucir piezas únicas y sorprendentes sin tener que gastar grandes sumas de dinero en ello, que parece ser algo habitual entre las mujeres de la monarquía danesa. No tenemos claro cuando podremos volver a ver a Mary Donaldson con esta tiara Medianoche, lo único que es seguro es que no será próximamente, pues la princesa acaba de dar positivo en coronavirus, lo que hace que tenga que permanecer aislada en su residencia de Amalienborg para evitar extender el virus.
Desveladas o secretas, las joyas más especiales siempre esconden una historia. No todas tienen tanto bagaje como las joyas de pasar que suele lucir la reina Letizia en las ocasiones más especiales o la tiara Rundell, que perteneció a la reina Alexandra de Inglaterra, también emperatriz de la India y princesa de Dinamarca.