Invitados reales y una atípica novia: la boda de Josef-Emanuel y Claudia de Liechtenstein

Ya son marido y mujer. La ciudad colombiana de Cartagena de Indias se engalanaba este viernes para celebrar la boda de Josef-Emanuel y Claudia de Liechtenstein, que ya se ha convertido en princesa europea. Un enlace que contaba con numerosos invitados reales y una atípica novia, con un look muy al estilo de 'los Bridgerton' y algo alejado de los cánones royal a los que estamos acostumbrados. Pero para royal, todos los amigos y la familia de Josef-Emanuel, que consiguió reunir a buena parte del Gotha europeo.

Solo hay que tener en cuenta sus lazos familiares, ya que es hijo de Nicolás de Liechtenstein y Margarita de Luxemburgo. Así que se entiende perfectamente que entre los asistentes a la ceremonia estuvieran el Gran Duque Henri de Luxemburgo, hermano de la madre y madrina del novio, con la mayor parte de la familia. Pero también Alois de Liechtenstein, quien no es aún oficialmente el soberano, pero por la edad del príncipe Hans Adam, su padre, ejerce todas sus funciones y lo representa en la mayoría de los actos institucionales de este pequeño país.

Josef-Emanuel tiene también parentesco con la casa real belga, puesto que su abuela materna es Josefina Carlota, quien fuera Gran Duquesa de Luxemburgo y a su vez hermana de los reyes Balduino y Alberto de Béligca. Por eso, una de las invitadas fue la princesa Maria Laura, sobrina del rey Felipe de los belgas. Precisamente, la hija de Astrid y Lorenzo de Austria-Este será la próxima royal en pasar por el altar y estuvo en la boda de su primo junto a su prometido, William Isvy.

Tampoco faltaron, a su vez, varias de las hermanas Arco-Zinneberg, emparentadas con muchas casas reales de centro europa, tanto reinantes en la actualidad como ya desaparecidas. Vimos, por ejemplo, a Olympia junto a su marido, el príncipe Jean-Christophe Napoleón, heredero del emperador y aspirante al desparecido trono francés. También estaba Margherita, la segunda de las hermanas Arco-Zinneberg, junto a Charles Green, el empresario al que daba el 'sí quiero' el pasado sábado solo unos días antes de tener que asistir como invitados a este enlace en Colombia.

Todos ellos disfrutaron de una celebración en la que no faltó el folclore y las tradiciones colombianas. Pero no solo hubo invitados reales. Además de los lazos familiares del novio, hay que tener en cuenta los vínculos amistosos y empresariales de la familia de la novia. Su madre es una socialité muy conocida en Cartagena de Indias por los negocios que tiene, por lo que además de royals, también fue un enlace al que asistió buena parte de la jet colombiana, testigo del 'sí quiero' de los novios y que seguirá disfrutando de las celebraciones nupciales todo el fin de semana.

Ya sabemos que la familia real de Liechtenstein es una de las más discretas del Gotha, por no decir la que más. De ahí que esta boda de Josef-Emanuel y Claudia haya estado rodeada de hermetismo, sin que nadie supiera -más allás de los asistentes, claro está- el templo en el que iba a celebrarse. En Vanitatis apuntamos en su momento que podría tratarse de San Pedro Claver, ya que es uno de los más importantes de la ciudad y tiene capacidad para acoger a todos los invitados que estaban previstos. Pero, además, es el mismo en el que el hermano de la novia, Felipe, se casó en 2014. Y finalmente, sí: 'Cloclo' ha querido seguir la tradición familiar y dar el 'sí quiero' en esta icónica iglesia Cartagenera.

El look nupcial

En lo que Claudia Echavarría, nueva princesa de Liechtenstein, no ha sido demasiado tradicional ha sido en su atuendo de novia, siempre el secreto mejor guardado de cada enlace. Porque escogió un vestido muy original compuesto de falda bordada y corsé con tirantes del que salían dos mangas abullonadas que se juntaban en la espalda creando un lazo gigante. De la parte superior de la falda salía una larga cola, confeccionada completamente de encaje, y no faltó un velo, otro de los elementos más habituales de los looks nupciales, en este caso salpicado de delicados bordados.

Pero sí echamos en falta dos elementos que casi siempre están en el look de una novia real, ya sea princesa o futura princesa, como esta caso. Hablamos de la tiara y del ramo, de los que Claudia de Liechtenstein prefirió prescindir. La tiara siempre es una de las grandes apuestas antes de las bodas royal, dado que suelen ser la ocasión especial en la que se lucen por primera vez. Las hermanas de Josef-Emanuel, que se casaban ambas el pasado septiembre, escogieron dos joyas familiares: Astrid, la tiara Kinsky, que perteneció a la recientemente fallecida princesa Marie; y Annunciata, la de los Habsburgo, una de las piezas familiares más históricas.

Mientras, 'Cloclo' optó por lucir un abanico en lugar del tradicional ramo, dando un toque más de originalidad a ese vestido tan poco 'royal' del que aún no ha trascendido el diseñador. Aunque se da por hecho que ha apostado por moda del país, ya que la promoción e impulso de creadores del diseño colombiano es precisamente su trabajo, a través de las plataformas CREO Consulting y Si Collective, que ella misma cofundó.