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30 años sin Jackie Kennedy: la modélica mujer americana que escondía muchos secretos
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30 años sin Jackie Kennedy: la modélica mujer americana que escondía muchos secretos

Detrás del destello que provocaba la vida de la primera dama más famosa de todos los tiempos se escondían secretos y vivencias que provocaron infelicidad e inestabilidad

Foto: Fotografía facilitada por Camera, Centro Italiano para la fotografía de Turín, de Jackie Kennedy paseando por Nueva York. (EFE/Ron Galella)
Fotografía facilitada por Camera, Centro Italiano para la fotografía de Turín, de Jackie Kennedy paseando por Nueva York. (EFE/Ron Galella)

En los años 50 y 60, Jackie Kennedy era el modelo de americana de bien al que casi todas las mujeres de la sociedad del momento aspiraban.

Tras su boda, el 12 de septiembre de 1953, con el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, la primera dama alcanzó fama mundial y se convirtió en todo un icono vinculado al glamour y al poder.

Foto: JFK y Jackie Kennedy a su llegada a Dallas en 1963, menos de una hora antes del tiroteo. (Reuters)

Su vida parecía un cuento de hadas. Lo tenía todo: belleza, dinero, amor, una familia… Sin embargo, no todo lo que relucía era oro. Detrás del destello que provocaba su existencia se escondían secretos y vivencias que provocaron infelicidad e inestabilidad mental.

placeholder Jackie Kennedy y John F. Kennedy, el día de su boda. (Gtres)
Jackie Kennedy y John F. Kennedy, el día de su boda. (Gtres)

La ambición de su madre

El comienzo de la relación de Jackie Kennedy con el futuro presidente de los Estados Unidos fue siempre vendido, de cara a la galería, como un encuentro casual. Sin embargo, diversas biografías apuntan a un encuentro orquestado por unos ambiciosos progenitores.

Jackie y John se vieron por primera vez el 8 de mayo de 1952 durante una cena organizada por el periodista Charles Bartlett, futuro ganador del Pulitzer, y su esposa Martha en casa de estos. Siempre ha existido la sospecha de que los intereses políticos que el padre de John, el magnate Joseph P. Kennedy, tenía puestos en su hijo hicieron que este encuentro de la pareja fuera orquestado con premeditación. Para este, el matrimonio era algo obligado para lograr proyectar una imagen social adecuada y así ganar votos. También Janet, la madre de Jackie, tenía sus propios intereses para su hija. Obsesionada con poseer una posición social elevada, transmitió a su hija estos ideales de vida. Janet no veía con buenos ojos el compromiso matrimonial que su hija Jackie había adquirido por entonces con John Husted Jr., un hombre con poco poder adquisitivo que se alejaba mucho de sus expectativas. La invitación de Jackie a la cena en casa de Charles Bartlett era la ocasión perfecta de abrir una puerta a un futuro matrimonio mucho más conveniente.

placeholder Jackie Kennedy, en una imagen de archivo. (Gtres)
Jackie Kennedy, en una imagen de archivo. (Gtres)

Infidelidad y una incómoda conversación con Marilyn Monroe

Desde los inicios de su matrimonio, Jackie Kennedy sabía que su marido, un hombre muy mujeriego, terminaría engañándole. “Tal angustia valdría la pena”, aseguran algunos historiadores que fue lo que Jackie expresó antes de caminar hacia el altar.

El periodista Christopher Andersen llegó a afirmar que Jackie había aprendido a mirar hacia otro lado cuando era conocedora de alguna infidelidad de su marido. Con que no se hiciera público, le bastaba.

Sin embargo, el romance del presidente con la afamada actriz Marilyn Monroe le provocó pánico.

“Marilyn era una bomba de relojería que podía explotar en cualquier momento, provocando un escándalo que destruiría la reputación de su marido, destruiría su matrimonio y la expondría al escarnio público”, explicó Andersen, quien también añadió que Marilyn llegó a llamar por teléfono a Jackie para informarle de que John le pediría el divorcio para casarse con ella. La respuesta de Jackie dejaba claro que su vida junto al presidente no era idílica: “Marilyn, te casarás con John, eso es genial. Y te mudarás a la Casa Blanca y asumirás todas las responsabilidades de una primera dama. Yo me iré de aquí y tú te quedarás con todos los problemas”.

placeholder Marilyn Monroe, en el cumpleaños de Kennedy. (Gtres)
Marilyn Monroe, en el cumpleaños de Kennedy. (Gtres)

Episodios familiares traumáticos

Los ricos también lloran y Jackie lo hizo mucho.

En 1954 sufrió un aborto y dos años después dio a luz a su hija Arabella, que nació muerta.

En agosto de 1963, la tragedia golpeó de nuevo a su puerta cuando dio a luz, de manera prematura, a su hijo Patrick Bouvier Kennedy. Dos días después, el bebé murió debido a problemas respiratorios.

El episodio sumió a Jackie en una profunda tristeza, pero sirvió para fortalecer su unión con John F. Kennedy. No pudieron disfrutar mucho tiempo de ese vínculo renacido entre ellos. Pocos meses después del aborto que sufrió la primera dama, se produjo el asesinato de Kennedy en Dallas, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo y siguen impactando hoy.

Su sufrimiento no terminó ahí. En 1999, Jackie volvió a enfrentarse a la muerte de otro hijo. John Jr. perdió la vida en un accidente de avión.

placeholder Jackie Kennedy, montando a caballo. (Gtres)
Jackie Kennedy, montando a caballo. (Gtres)

La enemistad con su hermana

La relación de Jackie Kennedy con su hermana pequeña, Lee Radziwill, tuvo muchos altibajos. Vivieron periodos de unión, pero también otros de fuerte distanciamiento.

Los celos estuvieron muy presentes entre ellas. En primer lugar, era evidente que el matrimonio de Jackie con Kennedy eclipsó por completo a Lee, que siempre quedó en un segundo plano.

Por otro lado, Lee fue amante de Aristóteles Onassis, quien años después se convirtió en marido de Jackie.

Algunos biógrafos también aseguran que Jackie siempre sospechó que los rumores de un romance entre ella y su cuñado Robert Kennedy pudieron ser alimentados por su hermana.

Cuando Jackie murió, fue ella misma la que dejó claro, a través del testamento, que el distanciamiento con su hermana había sido real. No le dejó nada alegando: “Ya le he dado mucho en vida”.

placeholder Lee Radziwill, en una imagen de archivo. (Gtres)
Lee Radziwill, en una imagen de archivo. (Gtres)

Grace Kelly y Jackie Kennedy: duelo de damas

En abril de 2024, Eugenia Martínez de Irujo desveló un episodio desconocido protagonizado por Grace Kelly y Jackie Kennedy.

Tras la muerte de Kennedy, la viuda de América estaba molesta con Grace Kelly y el príncipe Rainiero de Mónaco, quienes continuaron con su agenda tras el asesinato. Jackie ni siquiera quiso coger el teléfono cuando la esposa de Rainiero la llamó para darle el pésame.

Tres años después, en 1966, ambas mujeres coincidieron en la Feria de Sevilla. Ninguna se dirigió la palabra, poniendo en un lugar muy incómodo a la mismísima duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, quien, por un lado, daba alojamiento a Jackie Kennedy en el Palacio de Dueñas y, por otro, quería que aquella y Grace Kelly asistieran al Baile de Debutantes del Palacio de los Duques de Medinaceli.

Finalmente, logró que ambas acudieran a la fiesta.

placeholder Grace Kelly. (Gtres)
Grace Kelly. (Gtres)

Un escandaloso desnudo

En 1971, el paparazzi italiano Settimio Garritano recibió un soplo que podía valer oro. Supo que Jackie solía tomar el sol desnuda en una zona de la mansión que Onassis, su segundo marido, poseía en la isla de Skorpios.

Garritano viajó hasta allí y, milagrosamente, logró sortear toda la seguridad en torno a la casa y tomar varias fotografías de la primera dama sin ropa.

En diciembre de 1972, esas fotos vieron la luz en un semanario italiano poco conocido y de pocas tiradas llamado 'Playmen'. A pesar de las polémicas imágenes, el asunto no provocó gran revuelo y pasó bastante desapercibido.

No ocurrió lo mismo tres años después, cuando Larry Flint, un hombre muy conocido en el mundo del porno y que había fundado la lujuriosa revista Hustler, logró comprar las fotos de Jackie por 18.000 dólares. Con ellas en portada, Hustler vendió más de un millón de ejemplares, escandalizando al mundo entero.

Un terrible secreto se escondía detrás de esta portada que provocó que Jackie fuera señalada por todos.

En 2014, en su libro ‘The Good Son: JFK Jr. and the Mother He Loved’, el periodista norteamericano Christopher Andersen aseguró que fue el propio Aristóteles Onassis quien facilitó el acceso del paparazzi para humillar a su mujer porque se había cansado de su excesivo refinamiento y de sus gastos desmedidos.

placeholder Jackie Kennedy y Onassis. (Gtres)
Jackie Kennedy y Onassis. (Gtres)

Disputas por la herencia de Onassis con la hija del magnate, Christina Onassis

El 20 de octubre de 1968 Jackie Kennedy y Aristóteles Onassis contrajeron matrimonio en la isla de Skorpios, una boda que Christina Onassis, la hija del multimillonario, nunca vio con buenos ojos.

Cuando Aristóteles Onassis murió, el 15 de marzo de 1975, su herencia, que se calculaba en más de 450 millones de euros, fue motivo de conflicto entre Jackie y Christina, que entonces tenía 25 años. La subasta, 50 años después, de los documentos del acuerdo entre Christina y Jackie destaparon este secreto.

Ambas mantuvieron un largo litigio durante meses. Finalmente, Christina quedó como la heredera universal de los bienes de su padre y acordó entregar 19 millones de euros a Jackie Kennedy para que esta dejara de luchar para conseguir más. Jackie Kennedy también había recibido 1.800.000 euros en bonos antes de que Aristóteles muriera.

placeholder Onassis, con su hija Christina. (Gtres)
Onassis, con su hija Christina. (Gtres)

Lo que quiso esconder antes de morir

La mejor prueba de que Jackie escondía muchos secretos y vivencias personales que no quería que salieran a la luz fue lo que decidió hacer antes de morir.

En 2022, el autor J. Randy Taraborrelli escribió la biografía de Jackie Kennedy llamada 'Jackie: Public, Private, Secret'. En ella reveló que la exprimera dama estadounidense decidió quemar sus cartas y sus fotos antes de morir.

Fue el arquitecto John Warnecke, el hombre que diseñó la tumba conmemorativa de Kennedy y que se convirtió en amante de Jackie en sus últimos meses de vida, quien la vio haciéndolo. En su apartamento de Nueva York, Jackie arrojó a una chimenea, una por una, toda la correspondencia que había intercambiado con sus hijos, con Jack Kennedy, con Aristóteles Onassis, con su padre e incluso con el propio John F. Kennedy. No quería que nada comprometiera su vida, incluso después de muerta.

En los años 50 y 60, Jackie Kennedy era el modelo de americana de bien al que casi todas las mujeres de la sociedad del momento aspiraban.

J. F. Kennedy
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