La imagen de una desolada Carla Bruni despidiéndose de Nicolás Sarkozy ante su ingreso en prisión
A las nueve de la mañana, el expresidente francés salía de su domicilio para dirigirse a la conocida cárcel de La Santé, donde estará cinco años, según la sentencia condenatoria que recibía el pasado septiembre
Carla Bruni y Nicolás Sarkozy, antes de la entrada en prisión del expresidente. (Reuters)
Llegó el día y con él, una separación tan anunciada como temida. Nicolás Sarkozy ha ingresado este martes en prisión, pero no puede decir que su familia lo haya dejado de lado, todo lo contrario. Y el ejemplo más gráfico ha sido la desolada imagen de su mujer, Carla Bruni, despidiéndose del expresidente antes de su ingreso en La Santé, la prisión donde pasará los próximos cinco años.
Desde primera hora de la mañana, los alrededores de su domicilio del distrito 16 de París estaban llenos de gente que quería animar y apoyar a Sarkozy. Se trataba de una manifestación pacífica y "no política" que sus hijos, Jean y Louis, habían convocado en redes sociales. Simplemente para decirle que no está solo, a pesar de la demoledora sentencia, de la que el expresidente se enteraba el pasado 25 de septiembre.
De hecho, sus hijos Jean y Louis no dudaban en acercarse hasta la casa para despedirse en privado de su padre, aunque después protagonizaban un adiós público ante las numerosas cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas que estaba pendientes de su salida del domicilio. Se trata de una noticia de gran alcance, puesto que es el primer presidente de la República condenado a prisión.
Nicolás Sarkozy, junto a su mujer, Carla Bruni, antes de dirigirse a prisión. (Reuters)
Las redes sociales han servido estos días para que tanto sus hijos como Carla Bruni expresen su dolor ante la separación y una condena que creen absolutamente injusta. Solo un rato antes de despedirse de su padre, Jean publicaba un convencido alegato en su perfil de Instagram: "Hoy, en Francia, un hombre inocente va a ser encarcelado. No presenta ningún riesgo de fuga, no ha sido juzgado de forma definitiva y, sin embargo, lo arrojan a prisión", escribía.
"Hoy, en Francia, un hombre inocente va a ser puesto en aislamiento, junto a terroristas islamistas, violadores de niños y narcotraficantes. Este hombre no representa ningún peligro para la seguridad de los franceses. Pero ¿no estará su propia seguridad amenazada a cada instante? Ese hombre es mi padre. Podría ser el suyo, su marido, su hermano o su hijo. Rezo por nuestro país, Francia, al que se le impone el espectáculo de la vergüenza. Rezo por aquellos que aún no saben que ya cargan en su conciencia con la responsabilidad de una falta tan grave", concluía en un escrito que mostraba el dolor de toda la familia.
Finalmente, sobre las nueve de la mañana, el expresidente de la República salía de su domicilio para encaminarse al coche que lo llevaría a La Santé. Y lo hacía de la mano de su mujer, a la que le costaba bastante levantar la cabeza para no mostrar un semblante absolutamente devastado. Mientras, los ciudadanos coreaban su nombre para mostrar su apoyo y él lo agradecía llevándose la mano al corazón.
Nicolás Sarkozy y Carla Bruni han protagonizado una emotiva despedida. (Reuters)
También ella, vestida completamente de negro emulando casi un luto, apreciaba los gestos de cariño del público lanzando besos y no soltaba la mano de su marido hasta llegar al todoterreno que esperaba a Sarkozy. Antes de montarse, el expresidente se despedía de sus hijos y su nuera, Natali Husic, para luego decir adiós a su mujer. Un casto beso y un abrazo servía al matrimonio para separarse, sin dar lugar a lacrimógenas escenas y los posteriores titulares.
Mientras veía a su marido montarse en el coche, la cantante recibía el consuelo de una persona de su entorno, que la rodeaba con su brazo para apoyarla en un momento que no ha debido de ser nada fácil para ella, especialmente al estar convencida de lo injusto de la sentencia que va a tener a Sarkozy cinco años en la cárcel.
Carla Bruni, desolada, no se iba sin agradecer las muestras de cariño, también a la prensa, aunque últimamente ha tenido sus más y sus menos con algunos medios, a los que mostró su enfado el pasado día 25 tras escuchar la decisión del juez y esa sentencia de prisión por conspiración criminal en el supuesto caso de financiación de Libia.
Llegó el día y con él, una separación tan anunciada como temida. Nicolás Sarkozy ha ingresado este martes en prisión, pero no puede decir que su familia lo haya dejado de lado, todo lo contrario. Y el ejemplo más gráfico ha sido la desolada imagen de su mujer, Carla Bruni, despidiéndose del expresidente antes de su ingreso en La Santé, la prisión donde pasará los próximos cinco años.