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Cómo llevar el moño bajo en 2021: el regreso del 'low bun' más relajado que nunca
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El street style gana a la pasarela

Cómo llevar el moño bajo en 2021: el regreso del 'low bun' más relajado que nunca

Probablemente, es el recogido que menos daña al cabello y además permite ahorrarnos unos maravillosos segundos cada mañana. Además, este año el moño bajo o low bun también es tendencia

Foto: Los moños de la influencer Caro Daur son la máxima representación del low bun de moda. (Imaxtree)
Los moños de la influencer Caro Daur son la máxima representación del low bun de moda. (Imaxtree)

Hemos aprendido a vivir con un uso moderado de las horquillas joya, y un peinado clave para lograr esta transición hacia una mesura estética ha sido el moño bajo, capaz de simplificar al máximo cualquier peinado y, lo mejor de todo, ultrasencillo de realizar. Año tras año, los street styles más destacados del mundo apuestan por los recogidos bajos en pro de looks pulidos que despejen el rostro. Recrear el sleek del efecto mojado, con una definidísima raya en el medio como la dictadura ‘it girl’ manda, y borrar del todo el protagonismo de la castaña del moño -la zona redondeada en la que se recoge todo el cabello- era la tendencia predominante hasta hace unos meses. La respuesta capilar a la mala racha de nuestros días se ha traducido en looks cada vez menos producidos, algo que no se traslada a otros campos como el maquillaje o la moda, donde los estilismos se ramifican y las opciones estridentes viven pacíficamente con el look más casual.

placeholder El moño bajo estrella de Leonie Hanne en la Semana de la Moda de Londres. (Getty)
El moño bajo estrella de Leonie Hanne en la Semana de la Moda de Londres. (Getty)

El low bun es el superviviente de la sobriedad estética y a la vez es uno de esos peinados que se adaptan no solo a cualquier estilo de vida o de vestir sino también a cualquier agenda. El moño pulido de antaño sufre tan solo una ligera modificación y, en vez de ser creado para ser el vehículo del look, resignándose a un ya no segundo sino tercer plano, se convierte ahora en el protagonista. El truco está en tres puntos clave: que no se vea demasiado elaborado, que el cabello no sea por norma texturizado y que la castaña sea la zona que accesorizar. Los -denostados por los millennials- scrunchies son ahora el aliado con el que conseguir que ese moño rápido que te haces en lo que esperas un ascensor pase de ser churro a chic.

placeholder Rosie Huntington es también una usuaria habitual del moño bajo. (Instagram @rosiehw)
Rosie Huntington es también una usuaria habitual del moño bajo. (Instagram @rosiehw)

Al tratarse de un peinado sin demasiadas normas, el paso a paso únicamente precisa de un buen cepillado con el que desenredar el cabello y eliminar la sensación de apelmazamiento en la raíz. Aunque se elija la opción de un moño bajo más pulido, el truco está en que el pelo no quede pegado a la raíz, exageradamente tirante. Como podemos percibir en los looks de influencers, el cabello debe recogerse de una forma natural, incluso cuando se tiene una melena muy corta. La comodidad y la sencillez son claves.

En cuanto a la raya del pelo, en el low bun no hay nada escrito. En medio, a un lado o incluso todo el cabello recogido hacia atrás, el moño respeta todos los estilismos, aunque rara vez se ve la fusión del peinado tendencia con el flequillo, el otro look ganador del año. Si se lleva una melena con flequillo y se quiere recoger el cabello en un moño bajo, lo habitual es encontrarlo recogido con horquillas, pero siempre potenciando esa sensación de naturalidad, dejando las puntas ligeramente levantadas.

placeholder El moño tipo nudo, bajo y con los mechones aflojados de Caro Daur. (Imaxtree)
El moño tipo nudo, bajo y con los mechones aflojados de Caro Daur. (Imaxtree)

Continuando con la sencillez del recogido, para cerrar el moño, el movimiento más repetido es el de retorcer el cabello sobre sí mismo hasta que este comience a enroscarse, creando esa forma de ensaimada que varía según el largo de cada melena. Otra opción habitual, aunque requiere de un juego de muñeca con el que el peinado no se deshaga, es recoger el pelo como si se fuera a realizar una coleta y no terminar de sacar todos los mechones de la goma, algo parecido al moño nudo que arrasaba este verano.

Por supuesto, la fuerza de la goma de pelo utilizada debe ser firme, para conseguir esa castaña redondita y perfecta que vemos en la melena de la influencer alemana Caro Daur, pero sin aprisionar el cabello y aportando tersura. Un par de vueltas suelen ser suficientes. Para conseguir esa sensación más esponjosa pero sin resultar artificial, se puede aflojar un poco con los dedos. En el caso de los cabellos finos, todo se simplifica, pudiéndose incluso utilizar tan solo una horquilla.

placeholder Irina Shayk recurre al low bun en sus looks de diario, reservando la melena suelta para los eventos nocturnos. (Imaxtree)
Irina Shayk recurre al low bun en sus looks de diario, reservando la melena suelta para los eventos nocturnos. (Imaxtree)

El paso final es añadir accesorios al peinado, sin perder el foco de la sencillez. Es aquí donde los scrunchies entran en el juego. Sus gomas elásticas suelen ser demasiado duras y por ello es mejor reservarlos solo para la decoración. En el minimalismo estético del low bun, también se pueden sustituir los coleteros de tela por lazos de poco volumen o incorporar horquillas joya, pero únicamente en las proximidades a la castaña para que siga siendo el centro de atención.

placeholder La castaña del low bun también permite recogidos más elaborados. (Imaxtree)
La castaña del low bun también permite recogidos más elaborados. (Imaxtree)

Al poder texturizar el cabello, las opciones de este moño bajo sin reglas se multiplican, pudiendo adaptarse a melenas rizadas, cortas o largas y pudiendo, por ejemplo, conseguir un acabado más pulido sin tensar el cabello, con tan solo usar un gel efecto mojado. Incluso hay quien se atreve a texturizar únicamente la castaña, incorporando trenzas u ondas y dándole al recogido más volumen. La versatilidad y sencillez del low bun han logrado que, en poco tiempo, todas las it girls lo conviertan en su recurso para lucir lookazos o joyas XXL con un peinado chic pero no recargado.

Hemos aprendido a vivir con un uso moderado de las horquillas joya, y un peinado clave para lograr esta transición hacia una mesura estética ha sido el moño bajo, capaz de simplificar al máximo cualquier peinado y, lo mejor de todo, ultrasencillo de realizar. Año tras año, los street styles más destacados del mundo apuestan por los recogidos bajos en pro de looks pulidos que despejen el rostro. Recrear el sleek del efecto mojado, con una definidísima raya en el medio como la dictadura ‘it girl’ manda, y borrar del todo el protagonismo de la castaña del moño -la zona redondeada en la que se recoge todo el cabello- era la tendencia predominante hasta hace unos meses. La respuesta capilar a la mala racha de nuestros días se ha traducido en looks cada vez menos producidos, algo que no se traslada a otros campos como el maquillaje o la moda, donde los estilismos se ramifican y las opciones estridentes viven pacíficamente con el look más casual.

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