Pañuelos en trenzas y en coletas: hablemos del couture braiding, el peinado de la primavera
Las tendencias dicen que ha llegado el momento de decirle adiós a los lazos del estilo coquette y ahora toca recuperar los pañuelos para crear los peinados de la temporada
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En los dos últimos años hemos asistido a la proliferación de cabelleras colmadas de lazos. Más pequeños o más grandes, en coletero o en pasador, se convirtieron en el accesorio capilar con el que determinar si ibas a la moda o no… Pero, siendo sinceros, por más trendy que resultara, no encajaba ni con todos los estilos ni con todas las personalidades, lo que nos llevó a looks complicados de defender.
2025 está llamado a ser el año de la transición hacia otros peinados con accesorios, pero primando la sencillez por encima del efecto. Esta temporada, tenemos que hablar de los pañuelos como el accesorio.
Gracias al street style, hemos descubierto su versatilidad. Vemos pañuelos de seda sustituyendo el lugar en el que colocábamos los lazos coquette, pero también a modo de 'couture braiding', esto es, aquellas trenzas de la época Pinterest en las que el pañuelo se convertía en un mechón más.
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Couture braiding
Dinamarca y Portugal se han convertido en dos de los países embajadores de lo que desde Llongueras han acertado en describir en couture braiding, básicamente porque incorporaba un objeto de lujo de la moda como es un pañuelo de seda de Hermès.
El arquitectónico recogido de la influencer portuguesa Mafalda Patricio en la semana de la moda de París volvió a poner la trenza con pañuelo en el mapa de las tendencias. El estilista Miguel Bling para Llongueras creaba un recogido en el que uno de los cabos de la trenza era sustituido por un pañuelo de la firma francesa.
Pero ahí no quedaba la cosa porque también incorporaba baby braids -trenzas finísimas- a lo largo de toda la melena pero, sobre todo, un interesante flequillo. Con ayuda de gel, el estilista moldeó los mechones del flequillo curvándolos para crear forma de corazón.
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Las diferentes semanas de la moda de Copenhague también han sido escenario de las entretejidas trenzas del couture braiding pero, como siempre, añadiéndole la seña de identidad danesa: el color.
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Incorporar texturas más allá de la seda y sumar coleteros o diademas son algunas de sus variables que resultan muy interesantes a la hora de copiar el estilismo y darle un toque distintivo.
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Esta reinterpretación ultrachic de la trenza que vemos en París o Copenhague, viene de lejos. Todo comenzó en la década pasada, en la que los tutoriales para hacer peinados con pañuelos colocaron al couture braiding en el peinado estrella.
Desde entonces, la moda lo ha utilizado de forma reiterada, como hemos visto en los desfiles de Einer o Jonathan Cohen.
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A la hora de copiar el couture braiding, puedes tomar como referencia el look de Mafalda, en el que el recogido parte de una trenza de raíz, o puedes optar por la versión más repetida sobre la pasarela, la trenza baja que parte de una coleta. Ambas opciones logran un efecto de peinado elaborado, sin tener que recurrir a técnicas complicadas.
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Temporada de trenzas creativas
El couture braiding no ha hecho si no que volver a colocar en el radar de las tendencias capilares al peinado más sencillo y primario de todos, la trenza. Aunque se trata de un estilismo clásico de la primavera, esta temporada la creatividad se ha adueñado de los mejores estilismos.
Por un lado, la estética castlecore, que defiende las melenas largas y onduladas de inspiración medieval, ha contribuido a que las trenzas largas y esponjosa se cuelen en desfiles de moda y alfombras rojas.
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Pero la creatividad continúa con trenzados en los que se combinan accesorios, acabados pulidos, deshechos o recogidos combinados, adaptándose a distintas longitudes de cabello, así como estilismos. La versatilidad de las trenzas en 2025 es parte de la clave de su éxito.
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Pañuelos, accesorio estrella
Pero esta temporada no solo se trata de trenzas. Silenciosa pero contundentemente, los pañuelos le han ganado el puesto a los lazos (incluso a las lazadas de terciopelo negro de Chanel) en el terreno capilar.
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Tras años relegados a solo decorar las asas de los bolsos de las ‘it girls’, ahora los lazos, a poder ser de seda y de firmas de lujo, de ahí lo del ‘couture’, encuentran en el cabello un lugar en el que lucir sus estampados y ganar protagonismo.
En el street syle los verás decorando el cierre de una coleta, escondiendo el coletero o incluso cubriendo la castaña de un moño, acercándose un poco al efecto de los coleteros daneses con puntilla y volumen XXL.
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Reducto coquette
¿Significa esto que toca deshacerse de todos los pasadores, coleteros y demás accesorios capilares con lazos si hicimos acopio en las últimas temporadas? Pues hemos aprendido de las expertas en moda que aún se les puede dar utilidad.
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Sus dimensiones, eso sí, se reducen considerablemente. Por el contrario, los peinados con lazos pasan del minimalismo a la superproducción.
La estela de Giambatistta Valli con sus coletas seccionadas por lazos, las lazadas con Camelia de Chanel o la combinación de lazos con otros accesorios capilares permiten crear peinados de alto impacto, pero con una elaboración mínima: hazte el peinado más sencillo que sepas y ponle un lazo. De momento seguirá siendo cool.
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Otra opción ganadora, quizá más indicada para el momento festivalero y algo alejada de los estilismos para BBC (bodas, bautizos y comuniones) del couture braiding, es la de las lazadas mini en peinados recargados. La estética infantil es su core y el color y la superposición de accesorios su sencilla forma de representación.
No se trata de un look que verás en todos los street styles, pero desde luego, te pararás por las calles a mirarlo. Si encima combinas trenzas, lazos mini y unas horquillas de colorines, tendrás el peinado trendy más comentado del lugar.
En los dos últimos años hemos asistido a la proliferación de cabelleras colmadas de lazos. Más pequeños o más grandes, en coletero o en pasador, se convirtieron en el accesorio capilar con el que determinar si ibas a la moda o no… Pero, siendo sinceros, por más trendy que resultara, no encajaba ni con todos los estilos ni con todas las personalidades, lo que nos llevó a looks complicados de defender.