Estos organizadores de gafas evitarán que las pierdas de vista
Se acabó jugar al escondite con ellas. Estos clasificadores te permitirán tenerlas siempre a mano y ¡libres de arañazos!
Suena a cliché. El buscar sin tregua las gafas de ver (e, incluso, las de sol) mirando todas las superficies de los muebles de la casa para, después, destensar el entrecejo al contemplarnos de reojo en el espejo y verlas sobre la melena. O, incluso, puestas en su sitio. Tranquila, no estás sola; también nos ha pasado y, de la misma manera, hemos dado las gracias de estar en ese momento solas para evitar que se rieran -con cierta razón- en nuestra cara. Eso sí, para ese desorden que hemos organizado buscándolas en cuestión de minutos… un compañero o familiar nunca está de más.
Y es que pese a la utilidad que tienen las lentes -más ahora con la llegada del buen tiempo-, siempre consiguen perderse entre cajones, bolsos, maletas y un largo etcétera sin llegar a encontrar nunca la ruta de regreso y no se trata de que seamos unas completas desordenadas (bueno, un poquitín sí) sino de no tener asignado un espacio fijo para ellas. Algo sencillo sobre el papel, pero cuya práctica se complica.
Seamos sinceras, la mayoría no tenemos solo uno o dos modelos de gafas; solemos tener más. Aunque, dejamos a mano las más versátiles o las de un uso más cotidiano… el resto acaban distribuidas por la habitación -por falta de espacio- sin ningún orden preestablecido lo que favorece que esas monturas caigan en el olvido. Sin embargo, tras “encontrar” nuestro modelo de gafa favorita por enésima vez o no llegar a encontrar nunca las gafas de sol que queremos, hemos decidido ponerle fin a esta aventura con nuestro último hallazgo que, estamos seguras, os va a encantar: organizadores para gafas.
Sí, parece algo completamente innecesario de adquirir, pero qué gusto terminar de vestirse y elegir el modelo que más nos apetece en un simple vistazo. En cuestión de microsegundos ya tenemos elegida nuestra protección para la vista favorita. Además, la mayoría de estos pequeños muebles de lo más económicos suelen estar cubiertos, lo que evita que los cristales se rayen por el roce o que adquieran polvo al estar al aire libre. Todo ventajas.
Organizador apilable, de Mdesign
Ideado con el concepto de tener todo a la vista, destaca
Por ejemplo: si tienes pocas gafas, puedes utilizar el resto de los cajones para guardar tus collares, pendientes, relojes o, incluso, pequeñas agendas o bolígrafos (esos que, en el momento justo, nunca encuentras) o accesorios de un uso más diario para tenerlos bien controlados y a la vista.
Asimismo, si, por el contrario, tu colección de gafas o, demás utensilios, supera a la capacidad de estos tres pisos, puedes apilar estos organizadores, uno encima de otro, creando una pequeña torre inamovible gracias al diseño de sus esquinas.
Estuche para gafas, de MoKo
Esta opción nos tiene completamente fascinadas. Como si se tratara de un bolso, destaca
Y antes de que te adelantes… sí, es completamente seguro. Las gafas, sin importar las dimensiones que tengan, estarán bien protegidas y, gracias al cierre del estuche, es prácticamente imposible que este se abra por si solo. Asimismo, está disponible con cuatro o seis compartimentos para evitar que ninguna gafa se quede solitaria por el camino.
Caja de cuero, de Autoark
¿Buscas algo más práctico? Entonces, esta
Bandeja para cajones, de Emibele
Si, por el contrario, no tienes más superficies o baldas a tu disposición y estás buscando algo que te permita organizar el interior del cajón con tus gafas favoritas (y que, de paso, te permita tirar infinidad de fundas) de manera práctica este
Soporte para gafas, de Anneratteryer
Por otro lado, una de las opciones favoritas de los usuarios es este
Organizador rectangular, de MDesign
Ideada con polipropileno
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Suena a cliché. El buscar sin tregua las gafas de ver (e, incluso, las de sol) mirando todas las superficies de los muebles de la casa para, después, destensar el entrecejo al contemplarnos de reojo en el espejo y verlas sobre la melena. O, incluso, puestas en su sitio. Tranquila, no estás sola; también nos ha pasado y, de la misma manera, hemos dado las gracias de estar en ese momento solas para evitar que se rieran -con cierta razón- en nuestra cara. Eso sí, para ese desorden que hemos organizado buscándolas en cuestión de minutos… un compañero o familiar nunca está de más.