El efecto quemagrasas y otros beneficios de hacer ejercicio físico con movimientos lentos
Hay muchos tipos de entrenamientos, pero seguro que no te has planteado todo lo que puede hacer por ti el ejercicio con movimientos superlentos
Una vida más saludable no siempre es fácil de conseguir, en ocasiones requiere que modifiquemos muchos de nuestros hábitos menos sanos y los cambiemos por otros más recomendables, aunque también hay otros factores sociales y ambientales que influyen. Así, lo habitual es que tengamos que comenzar a prestar más atención a lo que comemos, intentando que sea más variado y con alimentos frescos en lugar de los típicos ultraprocesados, aunque sin obsesionarnos,
Esto no es lo único que podemos cuidar si queremos sentirnos mejor con nosotras mismas y con nuestro cuerpo, también es recomendable llevar una vida más activa, intentando hacer ejercicio físico de forma regular y varios días a la semana. Hacer ejercicio físico de forma habitual es una de las recomendaciones de la OMS para mejorar nuestra salud.
Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, diabetes, cáncer o depresión. También mejora el estado general de nuestros huesos y músculos, evitando caídas, y resulta determinante en el gasto energético, lo que nos ayuda a crear un equilibrio calórico que puede ser esencial a la hora de ayudarnos a controlar nuestro peso.
Ejercicios de baja intensidad
Para ponernos en forma existen numerosas alternativas y ejercicios, y una de ellas, que no suele ser tan conocida como las demás, es el ejercicio lento, que se realiza a un ritmo pausado. Este es ideal para principiantes, pero también para introducir algunas variaciones en nuestras rutinas deportivas y conseguir mejores resultados.
Estos ejercicios de baja intensidad y ritmo constante, o LISS (Low Intensity Steady State), están diseñados para que nuestro ritmo cardiaco se mantenga en torno a un 65 % de su capacidad total. Se espera que el organismo empiece a consumir las grasas acumuladas, haciendo ejercicio a un ritmo estable durante bastante tiempo.
Este tipo de ejercicios, en los que se evitan los picos de energía y los movimientos explosivos, no solo te ayudarán a quemar grasas, también reducen en riesgo de padecer lesiones, el nivel de exigencia para tus músculos y articulaciones es menor por lo que será más difícil que llegues a hacerte daño.
Al realizar los ejercicios de forma más lenta podrás tener un mayor control sobre la postura y el movimiento, haciendo que estos siempre sean correctos y esto te ayuda a mejorar la técnica y requiere menos tiempo de recuperación. Este tipo de ejercicios puede resultar igual de efectivo, por lo que compaginarlos puede hacer los entrenamientos más variados y divertidos.
Movimientos superlentos
Los entrenamientos con movimientos superlentos son otra forma de lograr una máxima intensidad, pero sin la velocidad que se espera de los entrenamientos de alta intensidad. Esta técnica suele emplearse sobre todo en los entrenamientos con pesas, en los que tardaremos más segundos en realizar el movimiento, sometiendo nuestros músculos a una tensión mayor.
Con este tipo de entrenamientos no quemarás más calorías que con los de alta intensidad, pero compaginarlos puede ser una buena idea para lograr un mayor desarrollo muscular. Con estos movimientos controlados, evitamos que la inercia del movimiento nos ayude a levantar el peso y nos obliga a esforzarnos desde el principio hasta el final del movimiento.
Una vida más saludable no siempre es fácil de conseguir, en ocasiones requiere que modifiquemos muchos de nuestros hábitos menos sanos y los cambiemos por otros más recomendables, aunque también hay otros factores sociales y ambientales que influyen. Así, lo habitual es que tengamos que comenzar a prestar más atención a lo que comemos, intentando que sea más variado y con alimentos frescos en lugar de los típicos ultraprocesados, aunque sin obsesionarnos,