Mario Vargas Llosa, el invitado perfecto en todas las fiestas (incluida la de Macri)

Valeria Mazza, Pimpinela, Mario Vargas Llosa, la viuda de Jorge Luis Borges, María Kodama, y por supuesto los invitados de honor, Felipe VI y doña Letizia, fueron los grandes protagonistas de la cena de gala en el Centro Cultural CCK de Buenos Aires organizada por el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y su esposa, Juliana Awada.

El menú del banquete incluyó centolla patagónica en crocante de papa, trucha del lago y suflé de dulce de leche, todo regado con vinos Malbec y Chardonnay. Además, los 400 invitados pudieron disfrutar de un espectáculo de tangos.

Las diversas figuras del mundo político, económico o cultural argentino escucharon sendas intervenciones de Macri y del Rey en las que resaltaron el buen momento que atraviesan las relaciones bilaterales.

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"España ha apostado siempre por Argentina, incluso en las coyunturas más difíciles, y lo seguirá haciendo", garantizó Felipe VI, mientras que Macri sostuvo que "los mejores socios" que tiene su país son los españoles. Además, don Felipe reiteró el respaldo de España a las reformas que está llevando a cabo el país sudamericano.

La presencia del premio Nobel en fiestas de todo tipo se está convirtiendo en algo habitual. En 2016 consiguió juntar a seis expresidentes del Gobierno y a gran parte de la nobleza española para celebrar su 80 cumpleaños en Madrid. Los festejos se alargaron entonces durante casi tres días.

Por supuesto, no se perdió la cena de gala que los Reyes ofrecieron en febrero al presidente de Perú y la primera dama en su visita de Estado a España, en la que estuvo con su pareja, Isabel Preysler. Llosa ha viajado a Argentina para asistir al VIII Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebra en la ciudad argentina de Córdoba del 27 al 30 de marzo y cuya apertura presidirán los Reyes junto a Macri.

También como hijo pródigo acudió junto a ella a la inauguración el pasado noviembre del Hay Festival en su ciudad natal, Arequipa (Perú). La fiesta congregó a más de mil asistentes y entre pisco y cumbia el escritor aprovechó para escenificar una reunión familiar con su exmujer Patricia y su hija Morgana, algo que no se producía desde hace mucho tiempo.