Sergi Arola tiene un nuevo embargo: "Podéis decir que soy un empresario de mierda"
Hablamos con el chef estrella, que trabaja en Chile: "Mi objetivo es liquidar mis deudas en el menor tiempo posible y rehacer mi vida, creo que tengo derecho"
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“Me vendieron un país que no existe, que era un fraude. Y yo hice unos movimientos como pequeño empresario que todavía estoy pagando. Nos metieron en el hoyo”. El chef Sergi Arola tiene un nuevo embargo con fecha del 23 de septiembre de 2019. “Uno más -puntualiza- y los que vendrán”. Hablamos con el cocinero estrella, ahora en horas bajas, mientras se prepara para ir al trabajo, en Chile.
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En sus cuentas hay embargos ejecutados, casi todos de la Seguridad Social, por valor de 413 euros cada uno, además de pagos pendientes de tramitarse. Este último se suma a casi una veintena desde 2016, en total más de 7.800 euros (sin contar sus deudas con Hacienda). “Mi objetivo es liquidar mis deudas en el menor tiempo posible y rehacer mi vida, creo que tengo derecho”.
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Los problemas de Arola surgieron cuando en 2007 decidió ampliar su negocio. Lo cuenta él sin tapujos, consciente de que le costará remontar, pero decidido a hacerlo. “Todo lo que ganaba iba íntegro a pagar nóminas y a mantener mi restaurante -recuerda-. Podéis decir que soy un empresario de mierda, estoy curado de recibir insultos, pero tengo la conciencia tranquila, hice lo que pude”.
Con ayuda de los amigos
Ahora, todo lo que gana se va a saldar las deudas que contrajo y que le llevaron a la bancarrota. “No vivo en el lujo ni mucho menos, es más, por no tener no tengo ni casa -añade-. Ni he robado ni me he comprado propiedades en el extranjero, siempre fui muy sincero con mis cuentas, ahora cuento con amigos que me echan una mano”.
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La crisis arrasó y se llevó por delante los proyectos del chef catalán instalado en Madrid, que llegó a tener 14 restaurantes. Los cerró todos y ahora trabaja como asesor en pequeños proyectos gastronómicos en locales en Madrid, Santander y Chile. Vive, en sus palabras “en un embargo continuo”. Eso le imposibilita levantar cabeza: “Es un pez que se muerde la cola”.
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Arola se separó de su mujer y madre de sus dos hijos, Sara Fort, en 2016. Inmediatamente después, cerraba las puertas de su restaurante, que ya se había visto envuelto en problemas cuando Hacienda lo precintó en 2013 debido a una deuda de 148.000 euros con la Agencia Tributaria y 160.000 con la Seguridad Social. Al parecer, esa deuda ha ido creciendo progresivamente hasta el punto de ser inasumible para el cocinero.
La estafa de las bitcoins
Mientras, su imagen fue usada durante un tiempo por una empresa de bitcoins que aseguraba que el cocinero se había enriquecido con inversiones en internet. “Ojalá fuera verdad lo de los 2,5 millones de euros, pero es mentira, una estafa gigantesca”, dijo en su momento, tras anunciar que había demandado a la empresa.
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“Me vendieron un país que no existe, que era un fraude. Y yo hice unos movimientos como pequeño empresario que todavía estoy pagando. Nos metieron en el hoyo”. El chef Sergi Arola tiene un nuevo embargo con fecha del 23 de septiembre de 2019. “Uno más -puntualiza- y los que vendrán”. Hablamos con el cocinero estrella, ahora en horas bajas, mientras se prepara para ir al trabajo, en Chile.