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Iker Casillas y Sara Carbonero: cronología de una ruptura mediática
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TRAS EL COMUNICADO OFICIAL

Iker Casillas y Sara Carbonero: cronología de una ruptura mediática

Mucho se ha escrito sobre la separación de Iker y Sara. Una ruptura que por fin han confirmado ellos mismos pero que ha sido protagonista de titulares y desmentidos desde hace más de un año

Foto: Iker Casillas y Sara Carbonero. (EFE)
Iker Casillas y Sara Carbonero. (EFE)

“Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos”. Con estas palabras Iker Casillas y Sara Carbonero ponían ayer, viernes 12 de marzo pasadas las 21 horas, punto y final a una relación en la que los rumores de separación eran más fuertes cada día. Un comunicado publicado en sus redes sociales que reaccionaba a la sonada portada de la revista 'Lecturas' del pasado miércoles, con la que volvía a colocar su crisis en primera línea de fuego mediático con una noticia que no dejaba lugar a dudas. "Se separan" rezaba el titular junto a una foto de ambos.

Intrahistoria del comunicado

Tras más de 48 horas de silencio, el ahora ex matrimonio por fin se manifestaba con un exiguo aunque contundente comunicado en el que confirmaban "desde el respeto y la amistad" y "de mutuo acuerdo" que había llegado el final de su matrimonio. Unas palabras con las que rompían el silencio (tónica general desde que comenzaron los rumores antes del infarto que sufrió el guardameta) y que confirmaba la información que el diario 'ABC' apuntaba hace apenas unas horas. Según el decano de la prensa española, el comunicado con el que la pareja ha anunciado esta triste realidad llevaría meses redactado y guardado en un cajón a la espera de encontrar el momento oportuno. Un momento que no ha sido otro que este viernes a última hora de la tarde.

[LEA AQUÍ EL COMUNICADO EN EL QUE HAN ANUNCIADO SU SEPARACIÓN]

Previsto para ser distribuido a principios de año, las complicaciones médicas de Sara a mediados del mes de febrero retrasaron de nuevo esta aclaración por parte de ellos que de una vez por todas zanjaron anoche. "Estas serán las únicas palabras públicas que realizaremos en el presente y en el futuro" rezaba el comunicado, por lo que cabe esperar que, pase lo que pase, ninguno de los dos volverá a pronunciarse al respecto, lo que va en la línea de cómo han llevado su relación ante la prensa desde que comenzaran su noviazgo en el año 2010. Ni siquiera publicaron fotos de su boda en Boadilla del Monte.

placeholder Sara Carbonero e Iker Casillas. (Getty)
Sara Carbonero e Iker Casillas. (Getty)

Unos rumores con más fuerza cada día

Y es que, a pesar de que su separación comenzaba a ser un secreto a voces en las redacciones patrias, la pareja ha intentado en todo momento dar una imagen de normalidad que acallase de alguna forma los rumores que crecían como una gran bola de nieve por la ladera de una montaña. Más allá de las portadas de esta semana, tras el ingreso de Sara a mediados de febrero, volvieron a dispararse estos rumores. Aunque Iker la visitó todos los días, trascendió por fuentes del centro (consultadas por Vanitatis) que la que durmió con ella en la clínica fue su hermana Irene.

Días más tarde, en otra imagen de aparente normalidad, quedaron a comer con la periodista Isabel Jiménez. Almuerzo del que se marcharon por separado, cada uno en su coche. Datos que con cuentagotas han reavivado una crisis que arrastran desde hace más de un año y que hemos vivido capítulo a capítulo con un cruce incesante de titulares en los medios en los que las versiones se contradecían continuamente.

Crisis previa a las enfermedades

El 1 de mayo de 2019 a Iker Casillas le cambió la vida por completo. A sus 37 años, sufría un infarto durante el entrenamiento con el Oporto que no solo le apartó definitivamente de los campos de fútbol sino que desencadenaba una puesta en escena digna de los mejores asesores de imagen. La de pareja unida, de normalidad ante la adversidad.

Por aquel entonces, los rumores sobre un distanciamiento de la pareja empezaban a sonar con fuerza. Las cosas en Portugal ya no iban tan bien como antes. Sara comenzaba a coger cada día más trabajos en España y fuentes consultadas en su día llegaron a afirmar que “cada uno hacía un poco su vida”. Vivían juntos con sus dos hijos, Martín y Lucas, pero algo no iba bien.

placeholder Iker Casillas y Sara Carbonero, el día que él abandonó el hospital tras sufrir un infarto. (EFE)
Iker Casillas y Sara Carbonero, el día que él abandonó el hospital tras sufrir un infarto. (EFE)

Tras varios días ingresado (Sara se encontraba en Andalucía cuando todo esto pasó), los dos abandonaron el hospital de la mano, con rueda de prensa incluida. Las aguas volvían a su cauce públicamente, eso sí, no por mucho tiempo.

Pocas semanas después, Sara relataba a través de sus redes y en primera persona que estaba luchando contra un cáncer. Las malas noticias se sucedían en su casa.

La entrevista de Iker

Una época terriblemente dura para la familia en la que Sara no se separó ni de su hermana Irene, su mejor apoyo (en palabras de la periodista), ni de su íntima amiga y “comadre” Isabel Jiménez.

Meses después sabríamos a través de una entrevista concedida por Casillas a 'Semana' que él no estuvo a la altura de las necesidades de su mujer. En esa charla, el guardameta entonaba el ‘mea culpa’ y dejaba entrever que su matrimonio no atravesaba su mejor momento. Sara, de nuevo, guardó silencio cuando la separación volvió con fuerza a los titulares de casi todos los medios.

Estas palabras coincidían con su regreso a Madrid. Una mudanza hecha en dos fases en la que Sara protagonizó una llegada con sus hijos en solitario para despedirse de su abuelo en su pueblo mientras, a varios cientos de kilómetros, Iker (cuya ausencia fue muy sonada) preparaba un camión de mudanzas con destino a su nueva vida en España.

Cuatro casas y varias versiones

Una nueva vida sobre la que se ha especulado mucho y sobre la que se han vertido en diferentes medios distintas versiones. En primer lugar, sobre el destino de la imponente vivienda que el matrimonio compartía en la urbanización La Finca (en Pozuelo de Alarcón), donde vivieron durante su etapa anterior a Oporto y a la que en un principio (luego resultó que no) parecía que volverían. La compraron al arquitecto Alberto Martín y a su exmujer, la actriz Lydia Bosch, en el año 2014. Según se publicó este verano, su primera intención fue ponerla a la venta por cinco millones, el doble por lo que lo compraron en su día. Como no tuvieron demasiada demanda, terminaron poniéndola en alquiler, tal y como pudimos confirmar desde estas páginas.

En aquel entonces, Sara fue fotografiada en una búsqueda activa de casa que terminó con la mudanza de la familia a un chalé en esta misma urbanización de similares características al que habían dejado atrás. Además, según publicó la revista 'Lecturas', Iker no vive bajo el mismo techo que su mujer y sus hijos, sino en una tercera vivienda también en esta urbanización, ubicada a pocas calles para pasar todo el tiempo que pueda junto a Martín y Lucas.

A estas tres casas alquiladas hay que sumar la que Iker, según él mismo confesó en la citada entrevista a 'Semana', compró poco antes de volver a España en el paseo del Pintor Rosales en Madrid. La vivienda está exclusivamente a nombre del portero, lo que hizo disparar de nuevo los rumores (ahora confirmados) acerca de una posible separación. Iker aseguró además en dicha entrevista que había comprado esa casa para vivir ahí y estar más cerca de sus amigos, que en su mayoría viven en Alcorcón (localidad natal del portero). "Durante nuestra conversación nos desvela un detalle más hasta ahora desconocido: que se ha comprado una casa en Madrid, en la zona del parque del Oeste (Moncloa) -'porque todos mis amigos viven en Móstoles y Fuenlabrada y desde allí hay salida directa a la carretera de Extremadura'-", publicó la revista. El piso supera los 300 metros cuadrados, se encuentra en plena reforma y le había costado tres millones de euros.

Cuando parecía todo más o menos confirmado (que Iker está de alquiler hasta que la reforma esté terminada), en un nuevo giro de los acontecimientos, '¡Hola!' contradecía la propia versión del portero, asegurando, en boca de 'personas de confianza' de la pareja, que el piso de Pintor Rosales no era más que una "inversión inmobiliaria" y que nunca habían pensado en vivir allí. Ahora que han confirmado su separación definitiva, la versión que apuntaba a que Iker viviría ahí coge más fuerza que nunca.

En definitiva, versiones cruzadas de algunos de detalles que han quedado sin confirmar en el comunicado y de las que, probablemente, nunca se pronuncien públicamente.

Foto: Sara Carbonero e Iker Casillas, en Portugal. (Cordon Press)


Ruptura y comunicado

Hace unos meses y en esta nueva política de silencio, Sara Carbonero decidió dejar de ser tan accesible como era en el pasado. Cambió su número de teléfono y de paso cortó su relación con otros periodistas de su confianza con quien hasta el momento había guardado una buena relación. Cuando los compañeros de profesión la esperan en la puerta del colegio de sus hijos para tratar de confirmar alguna información, les atiende educada pero sin más.

No hay duda de que para Sara su intimidad es una parcela de su vida que ha tratado de preservar a toda costa (ni siquiera difundió fotos de su boda con Casillas). Pero la desinformación solo se combate con información, y los rumores estaban empezando a ser ensordecedores.

“Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos”. Con estas palabras Iker Casillas y Sara Carbonero ponían ayer, viernes 12 de marzo pasadas las 21 horas, punto y final a una relación en la que los rumores de separación eran más fuertes cada día. Un comunicado publicado en sus redes sociales que reaccionaba a la sonada portada de la revista 'Lecturas' del pasado miércoles, con la que volvía a colocar su crisis en primera línea de fuego mediático con una noticia que no dejaba lugar a dudas. "Se separan" rezaba el titular junto a una foto de ambos.

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