Olivia de Borbón, el covid y la tragedia personal: "Yo he necesitado ayuda"

Olivia de Borbón, prima del rey Felipe VI y futura duquesa de Sevilla, quiere dejar atrás uno de los años más trágicos de su vida. Este ha sido, como para muchos españoles, uno de los periodos más difíciles para la aristócrata. “Necesitamos un respiro de buenas noticias ya”, declara en conversación con Vanitatis. “A nivel psicológico tenemos que relanzarnos. No queremos que nos digan que va a ser el verano de las sonrisas y luego tengan que volver a encerrarnos a todos en casa”.

La noble nos ha comentado su preocupación por el tema de las inundaciones de esta semana en Alemania: “Yo personalmente me he asustado mucho con los sucesos. Parte de mi familia está en Alemania y lo primero que he hecho es llamar a todo el mundo a ver si estaban bien. Gracias a Dios, no les ha ocurrido ninguna tragedia. Dicen que vamos a tener que acostumbrarnos a vivir así, con las inclemencias del cambio climático. Yo no sé si podremos acostumbrarnos a vivir con ello. No más desgracias, por favor”, confiesa.

Mientras Olivia nos concede esta entrevista, su bastón de sustento, su inseparable marido, Julián Porras, le sonríe. Olivia se casó hace seis años con este empresario de la restauración y del mundo inmobiliario. Tienen dos hijos pequeños, Flavia Masephi y Fernando Enrique, y juntos forman una familia de cuento, interrumpido a veces por las desdichas de la vida.

“Soy tremendamente afortunada. Y lo sé. En el fondo sé que no debería quejarme nunca. Tengo unos hijos preciosos; mi padre, que siempre está a mi lado; mis perros, y Julián, que es mi todo. No se me cae la sonrisa de los labios cuando veo a mi chiquitín Fernando jugar con el labrador que le compramos. Parecen los dos Zipi y Zape”.

Olivia nos habla orgullosa de cómo están evolucionando sus pequeños: “Flavia ha salido a la abuela totalmente y a su tía Cris. Como ella, es supercoqueta, siempre con su maquillaje, su ropita siempre tiene que estar bien conjuntada y hasta se sube en los tacones para presumir. Desde allí arriba sé que la están viendo”, nos ha confesado emocionada. El 13 de febrero de 2020, Olivia perdía a su hermana y un mes más tarde a su madre, la condesa alemana Beatrice von Hardenberg zu Fürstenberg. Un duro golpe del que aún hoy continúa recuperándose.

La Fundación Beatrice von Hardenberg

Una de las ilusiones que tiene Olivia es la fundación que ha creado con su hermano Francisco en homenaje a su madre, enfocada en la lucha contra la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): “A mi madre siempre le gustó ayudar a todo el mundo. Ahora nosotros continuaremos su legado”. Su hermano Francisco de Borbón, que también vive en Marbella, apoya todos los proyectos de Olivia: “Él está bien, pasó el covid y a veces se cansa muchísimo y le cuesta hasta subir las escaleras”. Olivia está muy concienciada con el tema de la pandemia: “La gente se está contagiando con la vacuna puesta. Es atroz. Creo que necesitamos un respiro, que no nos den tanta información incierta y que hasta que haya una seguridad, no se nos diga nada porque a las personas las están volviendo locas”.

Francisco y Olivia ahora se tienen el uno al otro. Con la ayuda de la Virgen de la Macarena, la aristócrata va sorteando los obstáculos e intentando ponerle una sonrisa a la vida: “Seguimos viviendo un momento incierto. No tengo palabras para definirlo. Vivimos una época en la que no se pueden hacer planes. Ha sido un momento terrible el que nos ha tocado vivir y en el que seguimos viviendo. Yo he necesitado ayuda para sobreponerme a todo esto. Pero hay familias que siguen viviendo la tragedia y es muy doloroso”.

La primogénita de Francisco de Borbón, duque de Sevilla y grande de España, nos explica que “los empresarios no estábamos preparados para esto y ha habido una falta total de organización por parte de los políticos”. Olivia también se pronuncia sobre el fallo del Tribunal Constitucional con relación al confinamiento: “Yo no soy jurista para determinar los defectos de forma, pero el equipo de Gobierno sí que tiene un equipo que debería saber la terminología que debería haber utilizado y tenía que haber contemplado, desde el principio, cuál era ese legalismo”.

Negocios paralizados

Julián Porras, que ha sigo testigo en segundo plano de la entrevista, no duda en intervenir cuando Olivia habla de la incertidumbre social y sobre todo empresarial. Un tema que le afecta estrechamente. “El sector inmobiliario está muy paralizado. Estamos sobreviviendo y esperando a que empiece a fluir todo. Tenemos muchas ideas, pero hasta que no tengamos un mínimo de normalidad para saber por dónde tiramos, no sabremos lo que tenemos que hacer”.

Julián está feliz porque ve cada día como su “preciosa Olivia” evoluciona favorablemente. En 8 años que llevan juntos, siempre han sido noticia como ejemplo de una bonita historia de amor: “Venir a Marbella fue también un paso para nosotros grande. Yo vivía entre Alemania y Madrid, y llegar aquí fue un reto. Lo dejamos todo y emprendimos una vida nueva”.

El empresario sigue luchando contra la enfermedad de Stargardt que padece desde hace años y con la que ha aprendido a vivir: “Lo que tiene nuestra pareja es que donde flaquea uno, saca el otro la fuerza. Mi dolencia está muy controlada y hay motivos suficientes para creer en la ciencia y tener esperanza de que haya solución para mí y los que la padecen”.

No obstante, a pesar de todo, Olivia siempre mira el lado positivo de la vida: “A la crudeza de este año le pongo la dulzura de la sonrisa de mis hijos y mi marido, que me ha devuelto a la vida”.