Enrique Ponce cumple 50 cada vez más cerca de su vuelta a los ruedos (los expertos ponen fecha)

Este jueves Enrique Ponce cumple cincuenta años. Una fecha redonda que celebrará con su novia, Ana Soria, y su familia, con la que comparte vida desde su separación matrimonial de Paloma Cuevas. El torero montó su cuartel general en Almería, en un ático que alquiló cuando decidió organizar su nuevo calendario afectivo. En este piso la pareja pasa su día a día con Ney, la mascota que Ponce le regaló a la joven Soria. Y este fin de semana puede ser que viaje a Madrid para disfrutar de un almuerzo festivo con sus dos hijas. Incluso es posible que las niñas viajen (como hacen a menudo) a la finca La Cetrina, donde Ponce se prepara para su vuelta a los ruedos. Una decisión que forma parte de su próxima agenda profesional. Andrés Amorós, su biógrafo y uno de los grandes entendidos del mundo taurino, confirma a Vanitatis esta vuelta que cada vez está más cerca y que coincidiría con la etapa de su medio siglo de vida.

“No es que lo crea. Estoy totalmente seguro. Físicamente, se conserva muy bien y, por lo que sé, está en contacto con una casa de apoderados. Con el mismo aspecto de siempre y, lo más importante, está tranquilo, que es fundamental para torear. No hay que olvidar que sigue estando entre los primeros del escalafón profesional. Tiene una afición enorme”. El crítico literario e historiador asegura que el aspecto económico también es un factor a tener en cuenta. Como ya publicó este medio, los negocios de Ponce se resintieron con la pandemia y a esos datos económicos se unieron la falta de corridas y la disminución de aforo. El resultado eran unos cachés mucho más bajos para todos, incluidos figuras del toreo como Ponce.

Amorós explica que esa vuelta a los ruedos es casi imprescindible: “Despedirse como lo hizo, así por las buenas, no es nada bonito para cerrar una carrera como la suya. Lo lógico es que haga una temporada no muy larga. No hará noventa corridas como antes, pero sí treinta en las principales plazas. Una despedida en toda regla que le debe a sus seguidores”.

Enrique Ponce no ha dejado de entrenar ni de torear en el campo, como confirma su biógrafo: “Es lo que más le gusta y la hace feliz. Se encuentra en plena forma”. El 29 de junio pasado, el torero anunciaba por sorpresa su retirada por tiempo indefinido tras más de treinta años de triunfos en las plazas. Lo hacía a través de su cuenta de Twitter: "En este momento de mi temporada 2021 he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido. Lo primero que quiero deciros es dar gracias por el cariño y apoyo incondicional, en especial durante este último año de pandemia en el que decidí defender la tauromaquia, tirar para adelante y devolver al mundo del toro lo mucho que me ha dado”, escribía el diestro.

No daba razones ni justificaciones para este adiós momentáneo, pero, como explica Andrés Amorós, “él estuvo en un momento complicado psicológicamente. Agobiado con la prensa por su historia personal, y ahora ya está todo resuelto”. Su vuelta podría ser en la plaza de Valencia coincidiendo con las Fallas. Sus seguidores le volverían a ver en Sevilla, Madrid, Bilbao, Zaragoza…, los cosos importantes. Su apoderado ya no será Victoriano Valencia; hasta que no haya cambios, su carrera la lleva él mismo junto al que fuera hijo de su descubridor, Juan Ruiz.

Los negocios de Ponce

Mientras el aspecto taurino lo tiene resuelto a través de sus muchos años de triunfador, el tema económico es menos positivo. Según publicaba Vanitatis, Ponce no ha tenido demasiada suerte con las iniciativas que ha puesto en marcha, como le ocurrió hace tres años con Crisol. De esta mala pata empresarial da cuenta el Registro Mercantil, donde el nombre del torero aparece en varias sociedades. Es propietario de varios locales comerciales y naves en Úbeda, Villacarrillo, Torremolinos o Fuengirola que alquila a otros empresarios. Los locales albergan negocios tan dispares como una discoteca o un supermercado.

La gestión de estos alquileres se lleva a cabo a través de diversas sociedades. C P M Building, por ejemplo, dedicada a la compra, venta y explotación de bienes inmuebles, cuenta con un activo de más de cuatro millones de euros y en el último ejercicio del que hay constancia registró unos beneficios de 82.000 euros. Un 'subidón' respecto al año anterior, cuando perdió cerca de 700.000 euros. Sucesores de Benito Zoido, dedicada a la producción agrícola pero también a la explotación de inmuebles tanto rústicos como urbanos. Esta empresa, que tiene su sede en Jaén, cerró 2018 con pérdidas superiores a los 185.000 euros. Pérdidas que se repiten en Cetrina SL., la empresa que gestiona su fabulosa finca en Jaén y a través de la que puso en marcha la venta de un aceite de oliva virgen extra de alta calidad.