La madrina, la ceremonia, los vips: parecidos y diferencias entre las dos bodas del Litri

Este sábado, 14 de mayo, Miguel Báez Litri abandona la soltería y la gran incógnita es: ¿veremos imágenes de su boda? En principio todo apunta a que no. Tanto el novio como la novia, la sevillana Casilda Ybarra de Fontcuberta, parecen estar en sintonía en ese sentido. Ninguno de los dos quiere mostrar parcelas de su vida privada ni tiene ningún interés en hacerlo. Sin embargo, en la boda anterior del torero con Carolina Herrera, se produjo un hecho insólito en la prensa.

Aunque inicialmente no hubo foto de los novios en los medios de comunicación, seis meses después de celebrarse el enlace fue portada de una revista. Ni había antecedentes de algo así ni se ha vuelto a producir nada igual desde entonces. Una boda que es publicada seis meses después de su celebración en portada con una fotografía de los novios y sus respectivos padres. Quizás los compromisos de ambas familias relacionadas con los medios de comunicación, Herrera y Báez, hicieron que finalmente los novios accedieran a mostrar públicamente una parcela íntima.

Primer ‘sí, quiero’

La primera boda del Litri fue en el año 2004. Se celebró también en una finca, Los Guateles (Cáceres), y contó con 700 invitados. Boda religiosa en la que estuvieron presentes numerosos invitados por parte de ambas familias relacionadas con la moda, la empresa y el mundo de los toros. La boda fue portada en el número del 2 de diciembre de 2004 de la revista ‘¡Hola!’, aunque se habían casado el 19 de junio de ese mismo año.

En aquella ocasión, la madrina fue la madre del torero, Conchita Spínola, que llevó mantilla española, y la novia lució un modelo exclusivo de la firma Carolina Herrera, como era de esperar. También la madrina lució un traje de la diseñadora. Los novios habían realizado una despedida de solteros conjunta dando una fiesta para sus amigos en Chinchón con fiesta flamenca en la Fundación Arte y Autores Contemporáneos. En la fiesta nupcial hubo mucho baile con la actuación de la orquesta Chattanooga, especializada en música latina, swing y versiones de los setenta y los ochenta. La cena fue servida por la propietaria del restaurante La Cococha, Rocío Gandarias.

Nueva oportunidad

Esta segunda boda de Miguel Báez se celebra en el mes de mayo, también en primavera, y en una finca, pero no será religiosa. Una ceremonia civil, aunque se celebrará una misa para los novios y asistentes porque la pareja coincide en sus creencias religiosas. Tendrá lugar en el Cortijo Carrascalejo, en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, propiedad de la familia Litri desde el 2017.

Conchita Spínola repite como madrina y, en esta ocasión, la novia no ha escogido a un diseñador de fama internacional, sino que ha optado por una traje hecho a medida y confeccionado en Madrid, hasta donde se desplazó hace unas semanas para la última prueba. También los novios han hecho una fiesta conjunta con sus amigos en Sevilla a modo de despedida, tuvo lugar la semana de feria en la Casa Palacio de Guardiola, y estaba organizada por el empresario Rosauro Varo, íntimo de Litri.

La diferencia de edad entre Litri y Casilda es de doce años: él tiene 53 y ella 41. Carolina y él tenían la misma edad cuando se casaron. Casilda Ybarra es licenciada en Historia del Arte y se dedica a la gestión cultural. Trabaja en la galería Coll & Cortés de Madrid, es independiente económicamente, con una amplia formación cultural, domina varios idiomas y es cosmopolita. Carolina tuvo una educación similar y también es una mujer muy interesada en las artes, aunque ella se especializó en imagen y fotografía. Precisamente conoció al padre de sus tres hijos cuando pasó una temporada en Andalucía rodando un documental sobre el mundo del toro.

Esta boda será mucho más reducida, no habrá caras tan conocidas, pero sí asistirán algunos toreros que forman parte del círculo íntimo del Litri. El número de invitados ronda entre cien y ciento cincuenta personas. La comida será servida por Alda & Terry, y también habrá música, que correrá a cargo del grupo Los Alpresa, tres hermanos liderados por Jaime Alpresa, propietario de un conocido restaurante próximo a la Maestranza de Sevilla, y que es conocido con el sobrenombre de Príncipe de la Rumba. Litri ya se ha disculpado con algunos de su círculo esgrimiendo el argumento de que “se trata de algo familiar” y que “ya habrá ocasión de celebrarlo con los amigos”.

En ambas bodas, un total hermetismo rodea a los novios, que expresamente han pedido a sus familias y amistades discreción.